La Casa de los Perros: ¿Amor y paz?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La falta de operación política, sensibilidad y experiencia le cobran, a poco más de dos meses de haber tomado el cargo, caras facturas a Jehú Salas Dávila, que hasta el momento le ha quedado mucho a deber al inquilino de La Casa de los Perros que, erróneamente, le confió la Secretaría General de Gobierno en donde, hasta hoy, no ha visto la suya.
Ayer, luego de ordenar reprimir con granaderos de la Policía Estatal, a un grupo de trabajadores del ISSSTE, en su mayoría mujeres, que bloqueaban el bulevar de la capital, y de paso soltar agresiones a diestra y siniestra a varios periodistas, al flamante funcionario se le hizo fácil cargarle la pelotita a Verónica Díaz Robles.
Erróneamente, y dicen los más, con mala leche y aprovechando la ausencia de Alejandro Tello Cristerna, que por cierto andaba en la Ciudad de México haciendo su trabajo, desde el Gobierno del Estado se hizo correr la versión de que el problema de pagos de unas 12 quincenas a los empleados del ISSSTE lo tenía que atajar Verónica Díaz, pasando por alto el hecho de que todavía hoy martes 18 de diciembre hay un delegado de dicho Instituto, en funciones, que es el responsable de dar la cara.
Jehú Salas, como nadie en la entidad, estaba enterado que la zacatecana consentida del presidente Andrés Manuel López Obrador, no podía solucionar absolutamente ningún asunto ya que, a pesar de lo que todos suponían, ella no contaba con ningún nombramiento oficial que le diera la autoridad ni para pagarle a los trabajadores del ISSSTE, ni resolver el problema de falta de liquidez en la UAZ, ni lograr que a Zacatecas le dieran un presupuesto “histórico” y, menos, conseguir que el frío no sea tan cruel este invierno.
Fue hasta ayer, por la tarde-noche que, de manos del coordinador nacional de programas, Gabriel García Hernández, recibió el nombramiento que le acredita como delegada estatal de Programas para el Desarrollo en el estado de Zacatecas; por ello, será hasta hoy cuando Verónica Díaz presente sus credenciales con todas las de la ley.
El secretario de Gobierno, en una acción totalmente diferente a la tomada por su jefe Alejandro Tello, que ha pregonado “amor y paz” con el gobierno federal, se lanzó a la yugular de la representante de López Obrador que hoy ya podrá llamar a cuentas al chihuahuense Javier Alberto Torres Cardona, que todavía como delegado del ISSSTE, y como ha sido su costumbre, se hizo ojo de hormiga cuando, debido a su pésima administración, tiene a cientos de trabajadores sin poder recibir lo que por ley les corresponde.
Y es que resulta que el recurso para pagar a los suplentes del ISSSTE lo recibió el delegado desde junio pasado, luego que no hubo un incremento en el número de empleados, pues a quienes laboran en la nueva clínica y en la torre de especialidades sólo se les movió de adscripción, no son contrataciones nuevas. Entonces, todos en la delegación se preguntan ¿en dónde dejó Javier Torres Cardona ese recurso? Este asunto sólo es uno más en donde el pus de la corrupción de la anterior administración priista que encabezó Enrique Peña Nieto tiene pagando a justos por pecadores.
El problema es que el inexperto Salas Dávila ha iniciado una confrontación innecesaria que desde el 1 de julio, cuando López Obrador arrasó en la elección presidencial, trató de evitar de una y mil maneras el gobernador Tello Cristerna, quien en la Ciudad de México continúa a la cabeza de las gestiones con el rector de la UAZ, Antonio Guzmán Fernández, para resolver el pago de las últimas quincenas del 2018, las primas y, obviamente, el aguinaldo.
No se debe olvidar que Tello Cristerna confío siempre en su presidente Peña Nieto, pero al final, el mexiquense lo dejó con el problemón de la UAZ en las manos; confío en el delegado del ISSSTE, nombrado también por el expresidente, pero ahora el de Chihuahua se hizo humo para no hacer frente a los justos reclamos de los trabajadores.
Ahora, desde el segundo piso de La Casa de los Perros se quejan de que el presupuesto para Zacatecas es menor al del año pasado, pero no dicen que, por ejemplo, la Secretaría del Bienestar fue de las más favorecidas en el Paquete Económico 2019, y que, desde ahí, Verónica Díaz como delegada especial derramará un sinnúmero de recursos en favor de los zacatecanos. Apoyos para Zacatecas los habrá, y muchos. Sólo que, para desgracia de algunos, serán manejados desde otras oficinas.
Rueda de la fortuna
Oswaldo Cerrillo Garza es, desde ayer, el secretario técnico de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en Zacatecas. La invitación le llegó directamente del titular del ramo, Alfonso Durazo, pues obvio le vio las cualidades necesarias para encabezar esta delicada tarea.
Cerrillo Garza sin duda hará un gran trabajo en favor de los zacatecanos desde su nueva trinchera, luego de que en el gobierno diferente siempre lo hicieron a un lado, por ello el nombramiento cayó muy mal en algunos círculos en donde olvidaron que la rueda de la fortuna nunca deja de girar.
El nuevo funcionario federal ha dicho que la instrucción única es trabajar en plena coordinación con Alejandro Tello, pues la búsqueda de la paz a todos conviene y, a partir de ya, esa será la encomienda que comparta con el gobernador.
Se sabe que este nombramiento es apenas de los primeros que harán cimbrar La Casa de los Perros, pues llegarán a los puestos de decisión muchos, y muchas, que desde hace poco más de dos años, y a pesar de su capacidad, fueron golpeados innecesariamente, en lugar de buscar, por Zacatecas, el bien común.
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