La Casa de los Perros: ¿Alcalde homicida en Zacatecas?

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El pasado 2 de enero, como polvorín corrió la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida del abogado riograndense Raúl Calderón Samaniego. El joven de 37 años había sido reportado como desaparecido el 31 de diciembre.

De hecho, su desaparición desató una intensa campaña en redes sociales que encabezaron sus familiares y amigos. Su muerte fue confirmada por su hermana Armida Calderón, encargada de exigir justicia, sin descanso, durante cien días. Hasta hoy.

Las autoridades, después de intentos por desviar las investigaciones extrañamente emprendidos desde cuentas en redes sociales supuestamente a cargo de funcionarios públicos de la nueva gobernanza, confirmaron que con Raúl Calderón se había perdido comunicación el último día del 2022.

Ante la presión social, la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas, a cargo de Francisco Murillo Ruiseco, informó que dando seguimiento a las cámaras del sistema de videovigilancia habían localizado al joven, al interior de su departamento en el Centro Histórico, ya sin vida.

Había muerto producto de varios disparos con arma de fuego.

“Se están recabando más datos de prueba que lleven al esclarecimiento de los hechos, así como la identificación de el o los probables responsables de estos lamentables hechos”, rezaba el comunicado.

En esos momentos, los zacatecanos se encontraban consternados porque, una semana antes, cuatro jóvenes originarios de Jalisco también estaban reportados como desaparecidos. Ellos fueron hallados, igualmente sin vida, hasta el 20 de enero.

A la brevedad

La tenacidad de la hermana del abogado hizo eco en el también riograndense José Juan Mendoza Maldonado. El diputado cuestionó a Francisco Murillo durante su comparecencia el pasado 12 de abril. Exigió saber qué pasaba con el caso.

El perredista pidió al fiscal resultados sobre la muerte de su paisano y actuar “trátese de quien se trate. Cero impunidad”.

Fue entonces que Francisco Murillo se comprometió ante los diputados a que, “a la brevedad”, la carpeta de investigación del homicidio de Raúl Calderón se judicializaría “con las consecuencias que se tengan qué asumir”.

Y el fiscal fue más allá cuando dejó en claro: “el compromiso de la Fiscalía es ir más allá del poder político”.

Solicitud de desafuero

Y sí, Francisco Murillo cumplió con lo prometido.

Ayer, con la firmeza que siempre le había caracterizado, y que por extrañas razones la había dejado guardada en el cajón desde que la nueva gobernanza asumió el poder en Zacatecas, acudió a la sede de la LXIV Legislatura.

Lo esperaban los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) que, casi casi a escondidas, recibieron de sus manos la petición de desafuero en contra de un presidente municipal y su esposa.

Enrique Laviada Cirerol, del PRD; Gabriela Pinedo Morales, de Morena; Xerardo Ramírez Muñoz, del PT; Guadalupe Correa Valdez, del PAN; Gabriela Basurto Ávila, del PRI; Martha Rodríguez Camarillo de Nueva Alianza, y Fernanda Miranda Herrera del Verde Ecologista cumplieron al pie de la letra la petición del Fiscal: firmar y sellar de recibida la solicitud.

Porque un juez de Control, después de revisar las contundentes pruebas, decidió girar una orden de aprehensión en contra de los coautores de los delitos de homicidio  y robo calificado cometido en contra de Raúl Calderón.

Los diputados se quedaron con los ojos de plato. Porque si bien ya habían circulado las versiones de que un presidente municipal estaba involucrado en el lamentable asesinato, el hecho de que su esposa sea parte de la investigación como coautora sorprendió a todos.

Largo proceso

Hoy, en una sesión que se prevé cuente con el más alto raiting de la historia, los integrantes de la LXIV Legislatura conocerán en el pleno la solicitud de la Fiscalía, procederán a enviarla a la Comisión Jurisdiccional que integran Enrique Laviada, Imelda Mauricio Esparza, de Morena; María del Mar de Ávila, del PAN; Jehú Salas Dávila, del PRI, y Xerardo Ramírez, que se encargarán de, en un máximo de 10 días, darle cauce.

Será cuando la LXIV Legislatura se convierta en jurado de instancia y con 16 votos, mínimo, decida el futuro del alcalde que, se supo, ya tiene como su abogado de cabecera a un subsecretario que trabaja en la Función Pública.

Bancada de Morena disminuida

La muerte del exintegrante del grupo musical Los Románticos de Zacatecas, no sólo lleva consigo los reflectores de la Fiscalía General al Poder Legislativo. No. también atrae las miradas a los diputados de Morena.

Y es que versiones al interior del Congreso dejan ver que de los 17 diputados que conformaban esa gran mayoría que la nueva gobernanza presumía hace un año y siete meses, ya sólo quedan, firmes, cinco: Gabriela Pinedo, Violeta Cerrillo, Roxana Muñoz, Imelda Mauricio y Armando Juárez González.

La decisión superior de que Maribel Galván Jiménez dejara en manos de la exsecretaria general de Gobierno, una triste y cabizbaja Gabriela Pinedo, la coordinación de la bancada, cimbró a Morena en el Congreso, en estos álgidos momentos para la política local.

Maribel Galván teje fino, como lo hizo mientras tuvo en sus manos el rumbo de los morenos en el Poder Legislativo, para que su paisano fresnillense Ernesto González Romo, y el de Nochistlán, Armando Delgadillo Ruvalcaba, como no queriendo hagan su propio grupito. El migrante Armando Juárez también está invitado.

Y para que el juicio de procedencia, el segundo en menos de un año pase los filtros y el fuero le sea retirado al presidente municipal, 16 son los votos que se necesitan.

Morena, tras recibir órdenes superiores, podría ir en contra del desafuero, lo que sin duda terminaría por cavar la tumba de este partido en Zacatecas.

Y todo porque, así se dijo en el Congreso: tener en capilla a un consentido de la nueva gobernanza es algo así como encender un ventilador que arrojaría mucha, pero mucha mierda y, además, hará que otros alcaldes, como dice el dicho, pongan sus barbas a remojar porque el fiscal ha despertado.

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