La Casa de los Perros: Ahora es Canadá quien alerta no viajar a Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Daniela y Viviana Márquez Pichardo, Paola Vargas Montoya y José Melesio Gutiérrez Farías continúan desaparecidos. Ellos tuvieron la mala fortuna de viajar de Colotlán, Jalisco, de donde son originarios, a Jerez, aquí en Zacatecas. Hasta hoy, de ellos nada se sabe.
Fue el 25 de diciembre cuando, tras tomar una carretera en la comunidad de Víboras, en Tepetongo, su rastro se perdió. Nunca volvieron a casa.
Jerez, el Pueblo Mágico “más alegre” de Zacatecas, y Tepetongo, uno de los municipios más tranquilos de la entidad, hoy se han convertido en un par de pueblos en donde la violencia y la indiferencia gubernamental los han sumido en el dolor y la desesperanza.
¿No?, pues que le pregunten a los cientos y cientos de desplazados de la región que siguen sin poder regresar a sus hogares, so pena de vivir amargas experiencias. Por eso ahí quedaron sus tierras, sus animales, su casa, su vida.
Las giras de trabajo que realizó la secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales, ya son cosa del pasado. De cualquier forma, la funcionaria nunca resolvió nada así que tampoco sirve de mucho que regrese. Ir a tomarse selfies para presumir después en sus redes sociales que sí trabaja no ayuda en nada. Mejor que siga adornando una de las habitaciones de La Casa de los Perros. Total, qué tanto es tantito.
Y así, mientras tres familias, una de ellas en Estados Unidos, sufren la ausencia de Daniela, Viviana, Paola y José, y en Zacatecas el silencio es sepulcral, en Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez aseguró que mantiene comunicación permanente con los familiares, pero noticias de su paradero nada. Absolutamente nada.
Como buen político, el gobernador de Movimiento Ciudadano dio atole con el dedo a los familiares; les aseguró que la búsqueda sigue, que hasta trabajo coordinado con la Fiscalía de Zacatecas hay, pero como se trata de “un asunto” que sucedió “en otro estado”, pues sí, pero no.
Mientras, tres familias aguardan el regreso de los suyos. Son ya 18 días de la desaparición. Ojalá vuelvan pronto.
Al caso de Daniela, Viviana, Paola y José se suma el de Diana Laura Castillo Hurtado, una maestra de Telesecundaria en la comunidad de Los Conos, en Aguascalientes que viajó a Villa García a visitar a sus padres.
Fue desde el 6 de enero cuando de Diana Laura y Alejandro de Jesús Rodríguez Andrade, ambos de 24 años, se desconoce su paradero.
La pareja tuvo la mala fortuna de pasear por Zacatecas.
El caso de Daniela, Viviana, Paola y José, así como el de Diana Laura y Alejandro dejan con las manos atadas a la nueva gobernanza y les impide siquiera decir pío ante la alerta que el gobierno de Canadá emitió para no viajar a Zacatecas.
Los altos niveles de actividad delictiva y los secuestros son sin duda razones poderosas que, tristemente, desde Zacatecas no se pueden refutar.
Esta alerta de viaje, a nadie le queda duda, fue la respuesta que el primer ministro Justin Trudeau dio al líder de la 4T, Andrés Manuel López Obrador, cuando a grito pelado le invitó a ya mejor quedarse a vivir en México.
Para el gobierno de Canadá, viajar a Zacatecas, pero también a Chihuahua y Tamaulipas, estados casualmente gobernados por Morena, es una actividad de alto riesgo, de ahí que lo mejor es abstenerse de pisar esos territorios.
Hay 11 entidades más a las que el gobierno de Canadá recomienda no realizar viajes que no sean esenciales. Para que después no digan que no se los dijeron.
Esta alerta canadiense se suma a la que mantiene Estados Unidos porque, aunque el embajador Ken Salazar sí pueda pasear escoltado y blindado por un Centro Histórico cerrado para su disfrute personal, nadie garantiza que ciudadanos de a pie lo puedan hacer con tranquilidad.
¿No lo quiere creer? Bueno, pues entonces habrá que preguntar a los transportistas de Zacatecas que, en voz de su líder, Salvador González, reclamaron que su trabajo ya es de alto riesgo, pues son víctimas todos los días de asaltos, asesinatos y robos en las carretas y la seguridad prometida simple y sencillamente no ha sido efectiva.
Por lo pronto, emulando a los canadienses y estadounidenses, los transportistas emitieron sus propias alertas: evitar los viajes sobre la carretera federal 45, en el tramo Zacatecas-Fresnillo, así como la Zacatecas-Concepción del Oro, en donde además ni cobertura telefónica hay para, por lo menos, pedir auxilio.
Ahora si que, como diría el clásico: ¿A dónde vamos a parar?
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