La Casa de los Perros: Miguel Alonso
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Los cientos y cientos de correos que Juan Alonso, hermano del ex gobernador Miguel Alonso, se intercambiaba con constructores, proveedores y funcionarios, en donde su influencia se dejaba sentir sin miramientos, vuelven a ser nota «nacional».
Ya lo había hecho el periódico El Universal, ahora le tocó al Reforma.
Durante su sexenio, Miguel Alonso siempre se mantuvo a raya de las actividades extrañas que su hermano llevaba a cabo. El tema siempre le resultaba molesto pero nunca hizo nada. El recurrido discurso de que quien acusa debe demostrar terminaba por sepultar cualquier rumor, cualquier denuncia. Era la familia del gobernador y, ante eso, se cree, nada se puede hacer.
Hoy, las cosas han cambiado mucho, esta generación de gobernadores corruptos, ladrones hasta más no poder, involucrados en asesinatos de periodistas, en decenas de desapariciones y hasta en relaciones peligrosas con los malos no es nada nuevo. Siempre había pasado, pero hoy, la facilidad con la que se accede a la información pública y las redes sociales han transformado el entorno.
Aunque, como en los tiempos pasados, las viejas rencillas y los políticos que de pronto se hacen incómodos, sin dejar atrás la famosa Caja China, siguen siendo parte fundamental del ajuste de cuentas entre quienes se mueven en el famoso círculo rojo.
El PRI grita a los cuatro vientos que en sus filas ya no caben los corruptos, y les creemos, son tantos que es imposible seguirlos sosteniendo a todos juntos en un mismo costal, por eso inician una especie de purga, y aquellos que no cuentan con la simpatía del presidente de la República, que no tienen una red de amistades amplia, de padrinazgos poderosos, que no provienen de familias de abolengo en el mundo de la política, o que no cumplieron con cuotas establecidas, simple y sencillamente son echados a un lado.
Miguel Alonso presumió su amistad con Enrique Peña Nieto, misma que siempre quedó en duda en Zacatecas. Asistir a la misma universidad, toparse en la biblioteca, o saludarse quizás a la hora del almuerzo, no te hace amigo de nadie.
A pesar de que Zacatecas se ufana, tristemente, de ser el estado más priista en la República, jamás ha recibido de Enrique Peña Nieto, el apoyo verdadero para lograr que este bastión tricolor salga de la pobreza y el subdesarrollo en el que se encuentra. A Aguascalientes, panista de corazón, le ha ido mejor, y de eso a nadie le queda duda.
De padrinazgos, ni hablar, el ex gobernador se preocupó más por retratarse con artistas famosos, coronar reinas y organizarle conciertos a los amigos de su hermana Claudia, que en tejer relaciones de poder en donde está el poder, y no el económico, que en Zacatecas se fincó en Fernando Villalpando.
Hoy, Miguel Alonso ha sido premiado con un nombramiento que, a él, le viene como anillo al dedo: la dirección general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo. Esto implica, además de miles de millones de pesos en presupuesto, la oportunidad de designar obras y, claro está, viajar a lugares de singular belleza con todos los gastos pagados.
De paso, puede dar trabajo a varios, a muchos de sus allegados, a los integrantes de esa lista que el inquilino de La Casa de los Perros no quiso acercar a su equipo de trabajo.
Pero también hoy, como siempre, Miguel Alonso comete los mismos errores, y a pesar de ser señalado por desviar recursos y allegarse de amigos con hambre, con mucha hambre diría yo, pierde la batalla en primera instancia con los medios de comunicación, y luego en las redes sociales. Ayer fue tendencia en Twitter bajo el hastag: #RenunciaMiguelAlonso.
Se dice, por ejemplo, que continúa recibiendo la asesoría de J. Guadalupe Soto Landeros, a quien entre el propio Miguel Alonso y su amigo Miguel Rivera, le inventaron un cargo en el cual cada delegado federal debe aportar unos dos mil 500 pesos al mes para pagar su sueldo. No todos cumplen la cuota, pero de que se junta una jugosa bolsa mensual, sí, sí se junta. Y para nada.
Igualmente, Miguel Alonso desdeña y trata de minimizar las acusaciones de Soledad Luévano Cantú, a quien a su vez acusa de estar ardida porque le arrebataron el triunfo legítimo que obtuvo en la capital de Zacatecas. Dice que está manipulada por Ricardo Monreal, quien hoy, la verdad sea dicha, anda más preocupado por lograr su candidatura al Gobierno de la Ciudad de México, y librar sus propias guerras, que en otra cosa.
Soledad Luévano será lo que a todo mundo le parezca, pero de que es muy efectiva encontrando el punto clave de las transas de unos y otros, lo es. Ella destapó varias corruptelas en el sexenio anterior, como las irregularidades tamaño mundo en las Glorietas de la Muerte. Que nadie haya hecho nada, eso es diferente. Ni modo que Guillermo Huizar castigara al ex secretarios de Sinfra, Mario Rodríguez, o al actual, José Francisco Ibargüengoytia Borrego. Pues ni que estuviera loco. Para eso no le pagaban sus jefes.
Que todos los zacatecanos se quedaron mudos, a pesar de las evidencias de la forma tan descarada en que se robaron unos buenos millones de pesos, eso es otra cosa.
Hoy, nuestro inquilino dice que a pesar de que José Francisco Ibargüengoytia tiene un par de denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR), acusado hasta por delincuencia organizada, no debe dejar el cargo en donde hizo y deshizo a su antojo en el sexenio pasado. Lo más honesto es que sí, sí debiera ser separado hasta que las investigaciones terminen y la autoridad competente lo castigue o lo reinvidique. Eso sí sería actuar diferente. Pero no lo harán.
También deben ser señalados, con todas sus letras, con sus nombres y apellidos, los constructores, proveedores y demás amigos que le entraron a los moches. Ellos también contribuyeron a la quiebra financiera de Zacatecas y deben recibir su castigo. Son igual de deshonestos y corruptos que los otros. Tal para cual.
Esta historia continuará, y los zacatecanos tienen que estar pendientes y no solo subirse al tren momentáneo del chacoteo y los memes, sino como sociedad contribuir a que este penoso caso se esclarezca y obligar al actual Gobierno Diferente a actuar así, diferente. Para eso, para eso sí, nosotros les pagamos.
Zacatecas, ¡Feliz Día Internacional Contra la Corrupción!
Nos vemos el lunes
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