Ivonne, enviada al sacrificio
SARA LOVERA
“Me dijo Carlos Salinas de Gortari que era por la democracia”
En 1989 una mujer, Margarita Ortega, fue enviada como candidata al gobierno de Baja California por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). En su momento ello significó una revolución. Podría haberse convertido entonces, en la tercera gobernadora de México. Le antecedían Griselda Álvarez en Colima (1979) y Beatriz Paredes en Tlaxcala (1987).
Margarita fue “sacrificada” por la democracia, recuerda la periodista Colilá Eguía quien, apenas hace unos días estuvo en el cierre de campaña de Claudia Pavlovich en San Luis Río Colorado, Sonora, y es autora de la crónica de lo que han significado 26 años de gobierno panista en Baja California. Lo que parecía el primer paso hacia la alternancia y se calificó como una senda hacia “la democracia”.
Colilá recuerda que caminar a “la democracia” ha significado el “sacrificio” de otras muchas mujeres desde entonces. Me contó, la noche del 7 de junio, que en una entrevista posterior –“lo tengo grabado”- Carlos Salinas de Gortari, le explicó que lo de Baja California era el comienzo de la apertura y el reconocimiento de que las y los mexicanos se encaminaban rápidamente a la democracia electoral.
Esto que claramente ha sido la necesidad del sistema, en 1989 era una salida urgente para la sobrevivencia del “poder”. Salinas de Gortari había sido designado Presidente de la República en medio de una protesta nacional gigantesca.
El Frente Democrático Nacional, encabezado por un importante grupo de priistas que habían abandonado el partido en el poder; el crimen contra 5 colaboradores cercanos del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, abanderado de ese Frente; la recién legalizada izquierda y la convicción de su triunfo frente a la caída del “sistema” que suspendió el conteo de votos la noche de las elecciones a cargo de Manuel Bartlett, entonces Secretario de Gobernación, era la atmósfera que ponía en problemas al sistema.
El escenario y la sabiduría popular, apuntaban a una pérdida de poder del PRI. El resultado convulso y decepcionante en esos días para los grupos que deseaban un cambio, originó y dio nacimiento al Partido de la Revolución Democrática (PRD), 27 años después en plena decadencia. Y Baja California ha estado gobernada por más de dos décadas por la derecha oficial.
Hoy el escenario y las justificaciones son idénticas. Si el sistema necesitaba en 1989 credibilidad y espacio para seguir adelante, con la maniobra que puso en la escena a Margarita Ortega, hoy ha significado el “sacrificio” de Ivonne Álvarez, catapultada por una amplia movilización femenina en Nuevo León, por el significado y la revolución que hubiera constituido su elección como gobernadora de lo que algunos columnistas le llamaron “la joya de la corona” en los comicios de este 7 de junio, precisamente cuando por primera vez las mujeres participaron en listas electorales paritarias, al menos para la Cámara de Diputados Federal y las cámaras locales, algunos municipios y algunas planillas de ayuntamientos.
Con antelación a la jornada electoral de este 7 de junio, “la comentocracia” a la que le pasó por encima y sin inmutarse la paridad como lo más revolucionario de la Reforma Política de 2014, en un país de raigambre misógino profundo, durante semanas destacaron que el triunfo de un candidato “independiente”, Jaime Rodríguez “El Bronco”, ex priista, marcará un nuevo camino a la democracia, evidentemente un escenario favorable para reciclar de nueva cuenta al sistema; además del triunfo del estudiante del ITESO, Pedro Kumamoto por el distrito 10 de Jalisco, aspirante a una curul como independiente y del expanista Manuel Clouthier Carrillo para una curul en Culiacán, Sinaloa.
El nuevo San Benito son las candidaturas independientes que “califican nuestra democracia”. No escuché nada sobre el significado material y simbólico de la llegada al gobierno de Sonora de Claudia Pavlovich Tapia, sino exclusivamente que su triunfo anunciado apuntala el poder de Manlio Fabio Beltrones, quien ya ha sido candidateado por la “comentocracia” a la dirigencia nacional del PRI.
O sea algunas mujeres son elegidas y sacrificadas, conscientemente, para significar la sobrevivencia del sistema.
La debacle de Ivonne responde a esta estrategia claramente. Parecía impensable que pudiera gobernar Nuevo León signado por el poder económico de los empresarios del grupo Monterrey.
Es “El Bronco”, cuyo apelativo deviene de su condición de hombre macho y poderoso, de palabras altisonantes quien simboliza la nueva era de la democracia en México, donde la paridad tiene un significado superlativo que no ha merecido el análisis y la profundidad de los comentaristas de siempre, quienes en su cabeza todavía no conciben la inclusión y el reconocimiento del valor económico, social y político de la mitad de la población que contribuye a esos capitales que ahora están de fiesta. Para pensarse.