Generar un mapa de riesgo geológico, objetivo de investigadores de Zacatecas

Zacatecas, Zac.- Hundimiento, agrietamiento, socavación, remoción de cimientos, bardas o banquetas son algunos de los daños —la mayoría irreparables— que genera la erosión en la infraestructura urbana. Estos efectos de inestabilidad en la infraestructura urbana debidos a la geología y la geomorfología, que no se presentan solamente en el estado de Zacatecas, sino que son un problema recurrente a nivel nacional, son estudiados por un equipo de investigadores de la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UACT-UAZ).

Este estudio, realizado por el Cuerpo Académico de Modelación Aplicada a las Ciencias de la Tierra (UAZ–CA–195), en formación desde el 2010, se enfoca principalmente en la zona metropolitana de los municipios de Zacatecas y Guadalupe, con el objetivo final de generar un mapa de riesgo geológico del área y hacer pública la información para medidas de seguridad en construcciones.

El equipo de científicos involucrados en el proyecto está integrado por los doctores Felipe de Jesús Escalona Alcázar, Jorge Bluhm Gutiérrez, Santiago Valle Rodríguez, Josefina Huerta García y recientemente se incorporaron los doctores Luis Felipe Pineda Martínez y Baudelio Rodríguez González.

Algunos de los resultados de este trabajo de investigación han sido publicados en artículos de revistas, como el Boletín de la Unión Geofísica Mexicana (Geos), en su edición de febrero de 2015, bajo el título de “Exploración del suelo y subsuelo con un georadar en sitios selectos en la periferia de la zona urbana de Zacatecas y Guadalupe, Zacatecas, México”.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Felipe de Jesús Escalona Alcázar, líder de este proyecto, informó que la primera etapa de investigación consistió en identificar todas las variables que intervienen en el proceso de erosión; posteriormente, el equipo se encarga de georreferenciar y medir cada uno de los efectos desarrollados con el transcurso del tiempo.

Expuso que algunos datos han sido interpretados con fotografías aéreas y mapas topográficos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que datan desde la década de los 80. Con estos datos, el equipo estudió de manera general los rasgos geomorfológicos y ubicó zonas de erosión en donde han ocurrido deslizamientos de laderas y derrumbes —que no están activos, pues fueron causados en la antigüedad, pero que aún hay evidencia de su existencia.

“Posteriormente, el equipo se ha enfocado en cuestiones más puntuales, para conocer no solamente a nivel regional (…) los efectos locales, desde fracturas de paredes de las casas, banquetas, pavimentos, pues lo que pretendemos es desarrollar una herramienta de gestión —mapa de riesgo geológico— para planear de forma adecuada la modificación del territorio”.

Con la base de datos inicial y los análisis preliminares, el equipo hizo la restitución de la red hidrográfica que actualmente está cubierta por la traza urbana de Guadalupe y Zacatecas. El equipo estima finalizar con la etapa de medición en julio de 2018 para consecutivamente continuar con la etapa de análisis de los efectos locales.

Principales causas de la erosión

Felipe Escalona expuso que los daños a la infraestructura urbana han sido causados principalmente por la erosión del suelo y el flujo de agua, pero también debido al relleno de cauces de arroyos y donde se modifica el territorio que está hecho principalmente con escombro, cuyo material está compuesto por una granulometría heterogénea o con deficiencias en la compactación. Estos datos son recabados y georreferenciados por el equipo de científicos, quienes han comprobado que es un problema común en la zona estudiada.

“Otras causas son la eliminación de la cobertura vegetal original, dejar taludes verticales o cercanos a la vertical, el cambio en uso de suelo y no tomar en cuenta los actores morfológicos —como la forma del terreno—. También afectará no realizar una verdadera planeación para su modificación, pues el agua siempre va a tratar de encontrar su camino y los cauces continuarán de forma natural, empezando por remover pequeños fragmentos de arena y poco a poco incrementará el daño”.

“Entre los hallazgos principales hemos encontrado que este tipo de daños en las construcciones depende más del sitio en donde se realizó la construcción que el material de relleno o la forma en que se hizo la compactación; sin embargo, aún nos falta información por analizar y este dato no es definitivo”, explicó.

El doctor en ciencias de la Tierra con especialidad en geología explicó que otra parte que los investigadores han tomado en cuenta es que las condiciones en que está asentada la ciudad de Zacatecas —zona montañosa— es distinta a la de Guadalupe —valle—, por lo que se ha analizado si el comportamiento de los efectos de la erosión es similar o diferente.

“Otro hallazgo es que en la parte más antigua de la ciudad de Zacatecas, aproximadamente 60 metros alrededor de los cauces que restituimos, es donde se ha dado la mayor parte de estos procesos de erosión. Aún no sabemos si esto es algo que encontraremos en toda la ciudad o solamente se trate de un efecto local, pero es algo que hasta el momento domina y que iremos descubriendo conforme al avance de nuestro trabajo de campo”.

Un plan de desarrollo urbano

El doctor Felipe Escalona expuso que los resultados de este estudio han sido presentados a dependencias de gobierno involucradas en cuestiones de infraestructura y desarrollo urbano, quienes han mostrado su interés, pero que aún no involucran estos estudios al 100 por ciento en el plan de desarrollo urbano, información de suma importancia como medida de seguridad.

Por su parte, el doctor Jorge Bluhm Gutiérrez, encargado de la estadística multivariante de esta investigación, exteriorizó que no tomar en cuenta los riesgos geológicos de las zonas que abarca la traza urbana genera problemas a futuro como la ya mencionada destrucción a la infraestructura, daños físicos y peligro para los habitantes de las zonas, así como pérdidas materiales que alcanzan estimaciones en millones de pesos.

“Históricamente, hemos tenido un problema muy grande en el estado de Zacatecas y a nivel nacional referente a este tema, que se refleja en la zona conurbada, en donde hay autorizaciones para construcción en zonas donde hay riesgos geológicos. Es fundamental para los ciudadanos que se les indique en qué sitios pueden construir y en qué lugares estarían en riesgo. Los lugares en riesgo pueden ser destinados para parques o zonas de reserva, con un valor escénico. Yo creo que si los departamentos de obras públicas municipales analizaran estas investigaciones, se disminuirían considerablemente los procesos erosivos, pues no permitirían las construcciones en ciertos lugares y los habitantes podrían incrementar su calidad de vida”.

El ingeniero geólogo propone consolidar convenios entre la UAZ y los gobiernos municipales para hacer pública esta información, con la idea de que cualquier ciudadano que desee adquirir una casa o terreno pueda consultar si se encuentra en una zona estable o no, para evitar problemas por adquisición de inmuebles que se encuentren en riesgo por erosión.

“Es importante generar conciencia sobre este hecho, porque los efectos de la erosión no se presentan rápidamente en las construcciones, pues se pueden manifestar desde seis meses hasta seis años después de la edificación. Una vez que se empiezan a presentar los problemas, como la estabilidad viene desde abajo, aunque se hagan reparaciones superficiales, el inconveniente persistirá y lo que aparentemente en un principio era solo grieta, puede debilitar la consistencia general de la construcción e inclusive generar un derrumbe. Entonces, las dificultades sí son grandes y aunque no todas terminen en derrumbe, la prevención es por el bien y la seguridad de todos”, concluyó.

LNY/AgenciaConacyt

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