En la 4T cuando la calumnia falla viene la represión
OSVALDO ÁVILA TIZCAREÑO
Desde la gira de agradecimiento por la geografía nacional que arrancó el 22 de septiembre en Guaymas, Sonora, el Presidente Andrés Manuel López Obrador inició una campaña aniquiladora contra el Movimiento Antorchista, amparado en su coartada favorita de combatir la corrupción eliminando “los intermediarios”, sin presentar prueba alguna el Primer Mandatario refirió a una organización imaginaria a la que llamo la “Antorcha Mundial” acusándola de recibir recursos de programas sociales los cuales eran objeto de “moches”.
La estrategia continúo y así durante casi cien ocasiones vino la misma cantaleta por todo el país, “nada con intermediarios”, “esto se acabó”, “no primo hermano” y trilladas frases fueron repetidas una y otra vez, en sus arengas propias de un mitin de campaña, totalmente alejadas de la investidura presidencial sin darse un solo elemento probatorio de su dicho, ni los montos, ni las personas involucradas, ni el lugar donde se efectuaba el presunto desvío, acusación que todo mundo debía creer pues lo decía el “Sr. Presidente”.
En el inter de esta agresiva campaña, vino un nuevo ataque ahora circunstancialmente como si se tratara de un comentario simple desde el pulpito de la conferencia mañanera, con una nueva insinuación al referir que, ante el desabasto de gasolina en el país, las gasolineras de Antorcha Campesina (ahí sí recordó el nombre correcto), estas no sufrían tal situación. Acto seguido, actuó la jauría mediática con pseudo investigaciones que daban cuenta de la estructura financiera creada durante años con el esfuerzo del antorchismo presentando datos imprecisos, cifras exageradas y perversas alusiones a la legitimidad de esta y sobre todo al origen y destino de los recursos asegurando que eran parte de la fortuna personal de nuestro dirigente nacional, Aquiles Cordóva Morán que constituyeron el eje central de los petardos lanzados en nuestra contra. La jugada era clara, primero sembrar la duda sobre los recursos de los programas sociales y luego insinuar la ilegitimidad de la estructura financiera, vaya, vaya, a veces los ideólogos de la 4T acuden a la dialéctica y a la concatenación universal (claro cuando les conviene).
Pero la campañita siguió. En los días cercanos a la gran concentración que con motivo del 45 aniversario se efectúo en San Luis Potosí apareció en la prensa nacional otra calumnia, se filtró a la prensa que se realizaban investigaciones por el titular de la unidad de inteligencia financiera de la SHCP a cargo de Santiago Nieto contra dos líderes antorchistas que presuntamente amasaban grandes fortunas al amparo de su labor social, nuevamente hubo solo insinuaciones perversas sin dar nombres ni más datos, se trataba de crear temor a los dirigentes para evitar se realzara la concentración que congregó a 120 mil almas el 11 de septiembre.
Conviene remarcar que en ninguno de los hechos referidos se aporta una solo prueba, la intención es ampararse en la máxima del ideólogo del nazismo Joseph Goebbels “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, como una estrategia para desprestigiar ante la sociedad a nuestro movimiento, pero sobre todo generar la desbandada masiva de nuestras filas ante la percepción creada sobre los líderes.
Nada les ha dado resultado, las concentraciones de más de cien mil antorchistas del norte del país, cerca de 50 mil en el occidente y sobre todo la actividad diaria donde acuden con entusiasmo a lo largo y ancho de la patria miles de mexicanos es la prueba irrefutable de que nos mantenemos unidos y organizados, resistiendo todos los embates desde las altas esferas del poder.
¿Qué queda ante el fracaso de la estrategia aniquiladora? Escalar las acciones represivas, ese es el único camino que tienen los dictadorzuelos con piel de demócratas. Por ello a la par de someter a la sequía absoluta en la resolución de demandas elementales a miles de mexicanos organizados en el antorchismo ahora vemos una acción de abierta represión.
El siguiente acto de aniversario se efectuaría el 13 de los corrientes en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, días antes del evento bajo el argumento de recibir órdenes superiores los concesionarios del estadio “Víctor Manuel Reina” notificaron a la dirigencia antorchista que no podían prestar el estadio y por distintas vías hicieron saber a mis compañeros que de persistir en realizarlo en algún otro foro habría graves consecuencias. Lo dicho, cuando la calumnia no surte efecto, vienen las amenazas y la represión abierta conculcando los derechos constitucionales de reunión y asociación.
Está demostrado con estos hechos que hay una abierta violación a las garantías individuales y hoy vemos una nueva acción represiva de los personeros de la 4T, conviene citar de manera precisa lo que dice nuestra Carta Magna:
Artículo 9o. No se podrá́ coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto licito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país. Ninguna reunión armada, tiene derecho de deliberar. No se considerará ilegal, y no podrá́ ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto, a una autoridad, si no se profieren injurias contra esta, ni se hiciere uso de violencias o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee”
Pero a efecto de reforzar y evidenciar la flagrante violación a los derechos elementales conviene citar otro artículo constitucional:
Artículo 6o. La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado.
No hay duda, se trataba de darle vuelta a la tuerca y generar desaliento, perfectamente saben los agresores que con este último acontecimiento se viola la ley, pero a pesar de ello echan mano de este recurso para desalentar nuestra lucha, ¿Qué sigue?, ¿Marcarnos con una señal para ser objeto del escarnio público?, ¿Sitiar los domicilios de los dirigentes para amedrentarnos?, ¿Exiliarnos? No lo sé, pero resulta muy preocupante tal situación pues no avisora nada bueno, por ello vale la pena llamar la atención de la opinión pública para señalar que se trata de un acto ilegal y perverso contra un grupo de mexicanos que se han organizado para buscar el bienestar social y por ello en lugar de combatir al antorchismo deberían acabar con las causas que dan origen a la pobreza que lacera a la mayoría de los mexicanos.
Los 45 años de lucha a lado de los menesterosos nos han enseñado que estar con ellos implica riesgos y dificultades ante lo expuesto no hay de otra, a seguir adelante, ante cada agravio, más unidad, más fraternidad y firmeza sobre nuestra determinación de luchar. Viene a cuenta la combativa poesía Desafío Postrero de Ismael de la Serna:
¿Y qué? Ya ves que ni moverme puedo y aún quiero desafiar tu orgullo vano. ¡A mí no logras infundirme miedo
con tus iras imbéciles, tirano! Soy joven, fuerte soy, soy inocente y ni el suplicio ni la lucha esquivo;
me ha dado Dios un alma independiente, pecho viril y pensamiento altivo…
Lo dicho, ni un paso atrás compañeros, con valor y abnegación salgamos a las calles a denunciar a los falsos redentores sociales y llamemos al pueblo a conformar una gran fuerza social que sume a millones de mexicanos que tomen conciencia del origen de nuestros males y se dispongan a crear una fuerza invencible que cambie los destinos de la patria, esa es la tarea, nada más, pero nada menos.