El remedio y el trapito
NOEMÌ LUNA AYALA
Andrés Manuel López Obrador es un cínico sin escrúpulos. Sabe bien que el Fondo de las Pensiones del Bienestar es inviable a mediano y largo plazo. Pero eso no le importa.
Movió a sus aplanadoras en las Cámaras de Diputados y Senadores para mayoritear a quienes integramos la oposición legislativa del PAN, PRD y PRI.
Sin remordimientos, los oficialistas de Morena, PT y PVEM aprobaron la propuesta presidencialista para robarse alrededor de 40 mil millones de pesos, ubicados en unos tres millones de cuentas de Afores inactivas por una década y administradas por la banca privada.
Se trata de una gravísima decisión que tendrá altos costos en la economía de tres millones de personas mayores de 70 años y sus familias, porque les quitaron los ahorros de toda su vida laboral y les dejan en el desamparo, justo en el momento en el que más necesidades económicas se tienen, por cuestiones de edad, salud, falta de trabajo y, muchas veces, por abandono.
Como otras acciones gubernamentales de la transformación de cuarta, las Pensiones del Bienestar carecen de perspectiva de género, porque el hurto de las Afores inactivas afectará en forma negativa especialmente a las mujeres, pues datos del INEGI indican que tenemos una esperanza de vida mayor al alcanzar los 72 años, frente a los 65, que se estima para los hombres.
Es decir, hijas, hijos o la viuda de un trabajador que aportó a las Afores durante décadas no podrán recuperar de la cuenta personal de él los ahorros para sustentar una vida digna y de calidad, porque fueron trasladados para crear el Fondo de Pensiones del Bienestar y completar la pensión de 16 mil pesos de otra persona.
En el Partido Acción Nacional (PAN) insistimos que el traspaso de recursos privados a un fondo público es un hurto, porque las cuentas personales tienen nombre y apellido. El gobierno de López Obrador se los llevó sin autorización del titular.
Con indignación escuché la declaración de López Obrador del 1 de mayo, cuando firmó el decreto para llevarse, al día siguiente, los 40 mil millones de pesos. Aseguró que le llamamos ladrón cuando su intención es apoyar a quienes menos tienen. Sin embargo, inmediatamente se contradijo al reconocer implícitamente su error, porque señaló que están garantizados los recursos para las Pensiones del Bienestar sólo para dos o tres años.
Textualmente dijo: “porque cuando se va a complicar más va a ser en la medida en que se vayan jubilando más trabajadores; y para entonces el fondo ya va a tener más recursos y ya está el mecanismo establecido. O sea, es el remedio y el trapito”.
¿Cuál remedio y cuál trapito? Si el Gobierno tiene recursos para pagar pensiones por dos o tres años nada más y ya no hay viabilidad futura. Estimaciones económicas indican que en el 2030 el gasto público de México para las pensiones sería del 7.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). López Obrador dejará a la próxima presidenta de México una carga financiera insostenible.
Por eso el PAN, PRD y PRI acudimos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para revertir esa ignominia, proteger el patrimonio de mayores de 70 años, apoyar a las familias mexicanas y garantizar el desarrollo del país.