La Casa de los Perros: De ingenuidades, berrinches y misoginia
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Ingenuo
El haber obtenido poco más de 54 mil votos le da mucho valor a Pancho Escobedo, por ello el flamante diputado federal electo, sin siquiera haber levantado el brazo por primera vez en la Cámara de Diputados, ya anda preparando un comelitón, de esos que acostumbran tanto los políticos zacatecanos.
Y es que alguien, en broma, suponemos, le dijo al ex secretario de gobierno que tendría hartas posibilidades de competir por la gubernatura del estado, y él se la creyó.
Ahora, ingenuamente, el bisoño legislador electo piensa que el PRI lo puede considerar como su candidato, tanto así que buscó refugio en la Confederación Nacional Campesina (CNC) –también se cree campesino–, y pidió al senador Manuel Cota Jiménez, lo apadrinara en su lucha.
A Pancho Escobedo de pronto se le olvidó que para ganarle al panista Pepe Pasteles tuvo que repartir mucho dinero y amedrentar con armas a quien se interpusiera en su camino con tal de lograr su cometido, sin dejar de lado que aprovechó la repentina animadversión del gobernador Miguel Alonso Reyes, hacía el popular alcalde, para llenarle el oído de antipatía y conseguir que funcionarios como el director de los Servicios de Salud, Raúl Estrada Day, se uniera en su turbio caminar.
Arrastró con él también al fallido director del Issstezac, y hoy subsecretario de Educación, Artemio Ultreras, y al diputado Ismael Solís Mares, en esa elección que se caracterizó por el derroche, las amenazas y la trampa.
Berrinches
Benjamín Medrano Quezada, cegado por la soberbia tras su pírrico triunfo ante Saúl Monreal, cree que puede con el mundo entero. No solo intentó volver a la alcaldía de Fresnillo, la misma que abandonó para brincar a la diputación federal, como ya lo había hecho al dejar igualmente abandonada la diputación local para ser presidente municipal, como igualmente dejó al Partido del Trabajo traicionando a los Monreal para vestirse de tricolor, ahora hizo su berrinche pasando encima de la familia Bonilla.
Pataleta de por medio, logró que Jason Barker Mestas, recientemente destituido de su cargo por el Cabildo, como director de Desarrollo Económico en la Presidencia Municipal de Fresnillo, se quedara al frente de su franquicia: la Feria Nacional de la Plata.
Y es que, con presupuesto gubernamental, es decir, con dinero de los contribuyentes, se organizará una fiesta cuyo dueño es el diputado federal electo. Recordemos que en una maniobra bastante turbia registró como suyo el nombre de la fiesta de los fresnillenses. Y ahora, como quedó muy gastado, quiere hacer válido su derecho y recuperar la millonaria “inversión” que hizo durante la campaña.
De cualquier forma, la vacante en la oficina de la alcaldía será ocupada, de un momento a otro, por la sobrina consentida de José Bonilla, esposa de quien dice cobrar en el Issstezac pero que trabaja en el PRI, Francisco Javier Bonilla. Obvio esto es solo un escalón para la priista, quien ya se prepara para su verdadera vocación: ser candidata a diputada local por uno de los tres distritos de Fresnillo.
Misógino
En los pasillos de La Casa de los Perros se prepara lo que se pretende será un golpe mortal en contra de una ex funcionaria. La quieren acusar de corrupción y, con ello, tratar de dar un golpe ante la opinión pública. Le quieren hacer creer a la sociedad, a los zacatecanos, con este acto de misoginia, que los ladrones, rufianes y villanos no son hombres, más bien que este lado oscuro de la burocracia tiene cara de mujer.
Trataron de hacer lo mismo al acusar, sin éxito alguno, a la hoy secretaria del Trabajo en el Gobierno del Distrito Federal, la ex gobernadora Amalia García Medina. Hoy quieren enfocar sus baterías hacia una ex funcionaria de “primer nivel” (nunca se ha sabido bien a bien que significa eso).
Para ello, el secretario de la Función Pública, Guillermo Huizar Carranza, dice que ya tiene hartas pruebas en contra de esta mujer que, dicho sea de paso, trae consigo mucha información de los verdaderos corruptos, que en realidad tiene cara de hombre.
El funcionario encargado de la cacería, en primera, no ha tenido la precaución de guardar sus –dice él–, maquiavélicos planes (Nicolás Maquiavelo moriría otra vez al escuchar esto), en la secrecía, además que sus compañeros de trabajo, que no empleados, no le guardan la suficiente simpatía como tenerle un mínimo de lealtad.
En segunda, no es capaz de entender que no hay algo más peligroso en este mundo que una mujer herida.
Casita
La friolera de 10 millones de pesos es el trato que Benjamín Medrano Quezada dice haber hecho con el alcalde de Zacatecas, Carlos Peña Badillo, para que el mandamás de la capital se haga de su Casita Blanca. El primero lo grita a los cuatro vientos. El segundo niega la cantidad, el convenio de compra venta no.
Efectivamente hay la intención de contratar un camión, o dos, de mudanzas. Habrá que esperar a que el pago se haga efectivo para que todo salga a la luz, vía Registro Público de la Propiedad. En este país, con un Gobierno Abierto, ya nada se podrá ocultar.
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