Crisis económica vs calcetines de EPN
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID
La economía mexicana sigue en picada. La caída del peso parece imparable. Ya se pronostica que para las próximas semanas alcanzará el índice de 18 pesos por dólar.
El barril de petróleo está en su precio más bajo, pues de las proyecciones de 79 dólares para este año, ahora está en su nivel más bajo, menos de 40; y para el presupuesto de ingresos del 2016 podría estimarse en 50 dólares.
Además, el crecimiento de económico no ha sido el que se había planeado por el gobierno federal. La inseguridad continúa agravándose y la pobreza aumentando.
Las tasas de interés en México amenazan con aumentar, mientras Estados Unidos mantiene las propias en niveles altos para generar estabilidad, con la consecuente afectación para nuestra economía.
El presupuesto base cero con el que el gobierno de la República planea trabajar en el 2016 pone en serio peligro la entrega de recursos económicos para renglones prioritarios del país y para las entidades federativas.
Las reformas estructurales no han tenido los efectos esperados y ya se habla de posibles contrarreformas para el próximo año. Un ejemplo es el caso de la Energética, que en la primera ronda para las licitaciones no se inscribieron la cantidad de compañías que se esperaba estaban “ansiosas” por invertir en nuestros recursos naturales para explotarlos.
Así de difícil y complicado está el panorama nacional en materia económica y me sorprende observar como una gran parte de la población mexicana está envuelta en la “indignación” porque Enrique Peña Nieto traía las calcetas al revés cuando participó, hace unos días, en la carrera Molino del Rey.
Las redes sociales se llenaron de “memes” con la foto de Peña Nieto y sus calcetines. Eso de alguna manera muestra el nivel de debate y la preocupación en que está inmersa en estos momentos una parte de la población.
Todavía más indígnate es que el ocupante de Los Pinos le dedicó unos minutos de su tiempo a tomar una foto a sus calcetines para twitter que no estaban al revés… así eran. Era urgente y necesario aclararle al pueblo el caso del “#calcegate”.
Y bueno, para cerrar con broche de oro las “aclaraciones” recientes del priista no olvidemos el perdón que pidió a quienes se sintieron ofendidos por las compras de las millonarias residencias de Angélica Rivera, Luis Videgaray y él mismo.
Por supuesto, según la ofensiva exoneración que les hizo su títere, Virgilio Andrade, secretario de la Función Público, que realizó “la investigación” de los tres expedientes de las casas.
Nadie, pero nadie, esperábamos una resolución diferente, ni que “Frodo” se lanzara contra su jefe y protector, que lo ungió en la Secretaría de la Función Pública.
Porque con ese resultado se burlaron, otra vez, del pueblo y ahora creen que con una simple disculpa todo se olvidó y ellos continuarán en el poder para hacer sus negocios a costa de los habitantes.
Piensan que con un textualmente “a todos ellos les ofrezco una sincera disculpa” y rematar con que su actuar fue “legal y no existieron dichos conflictos (de interés)” se acabó el caso, pero no es así, la indignación es todavía mayor.
Porque con una disculpa no se acaba la corrupción que afecta a este país y que lo tiene sumido en el retraso, que privilegia los intereses de grupúsculos en el poder, que hunde a la gente en la pobreza y que quita las oportunidades a la gente.
Si Peña Nieto realmente quiere el perdón del pueblo tiene que aclarar los casos de los jóvenes normalistas de Guerrero, el escape fantástico de El Chapo y los asesinatos de la colonia Narvarte.
También debe esclarecer los atentados contra periodistas, los feminicidios y los miles de desaparecidos; así como los homicidios de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, y el enfrenamiento con comuenros en Ostula, Michoacán, ambos eventos a manos de militares, entre muchos otros expedientes.
Invito a la gente a que en este momento se enfoque en los verdaderos problemas que enfrentamos, que no se distraiga con cortinas de humo y que prestemos atención a la búsqueda de soluciones.
Debemos enfocarnos en el futuro de México.
*Consejero Nacional del PRD