Como el avestruz

NOEMÍ LUNA AYALA

Para el gobierno morenista de Zacatecas la rendición de cuentas no existe. La Glosa del II Informe de Gobierno de David Monreal es un show grotesco. Las y los funcionarios del gabinete, con la complicidad de Legisladores locales, reventaron las comparecencias de tres secretarios de áreas de gran interés para la entidad: seguridad, educación y salud.

Además, en una sola comparecencia participaron titulares del Bienestar, Desarrollo Urbano, Agua y Medio Ambiente, y Obras Públicas. Una reunión múltiple en la que someramente hablaron del combate a la pobreza, construcción de infraestructura en beneficio de la gente y protección ecológica.

Hay “circo, maroma y teatro” para ocultar los fracasos del gobernador David Monreal Ávila y su mal llamada nueva gobernanza. Desde que inició su administración aplica la estrategia del avestruz. Esconde la cabeza para no hacer declaraciones o culpar al pasado de hechos del presente. Un presente que es su responsabilidad directa.

Quiero referirme a la malograda comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Arturo Medina Mayoral. Las y los zacatecanos tenemos el derecho a saber qué sucede con la seguridad pública, cuál es el índice delictivo y qué estrategia se implementa para pacificar a Zacatecas. Información que no conocimos porque la comparecencia del Secretario se dio por desahogada al romperse el quórum legislativo. Motivo por el que no presentó un solo dato.

Zacatecas tiene dos ciudades en los primeros lugares de inseguridad; la cifra histórica de desapariciones forzadas supera los 3 mil 600 casos; prácticamente, todos los días hay asesinatos dolosos; existe una cruenta pugna entre bandas rivales de la delincuencia por apoderarse de la plaza y los cientos de elementos de la Guardia Nacional que recorren el territorio, hasta ahora, no han dado un golpe contundente al crimen organizado.

Tampoco se dijo nada de los siete adolescentes, entre 14 a 18 años de edad, que fueron levantados en Villanueva. Esos que en un video vimos que fueron obligados a caminar descalzos por el monte y de los cuales, posteriormente, fueron encontrados los cuerpos de seis de ellos; mientras, uno más se debatía entre la vida y la muerte. Celebro que este último se haya recuperado.

Ni una mención se hizo de las 15 personas que delincuentes sometieron a trabajos forzados en una zona alejada de Fresnillo. Varias de ellas levantadas un mes atrás y que fueron liberadas justo el día de la comparecencia del secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes, quien por todos lados asegura que ya bajó el índice delictivo, entre esas cifras la del secuestro.

Una raya más al tigre ocurrió la semana pasada, cuando un grupo de hombres armados entró a las instalaciones de la mina La Colorada, ubicada en Chalchihuites, para robar dos tractocamiones con concentrados de oro y plata. Me refiero a los sucesos del jueves, que obligaron el cierre de las actividades al día siguiente y por los que la minera canadiense ha disminuido sus labores.

En tribuna de la Cámara de Diputados reproché que los jóvenes zacatecanos tengan 70 por ciento más probabilidades de morir que el resto de los habitantes del país. Así lo demuestran los hechos, como el ocurrido el lunes por la noche, cuando nuevamente fueron asesinados tres jóvenes: dos mujeres y un hombre; otro más quedó herido. Todos menores de 20 años. Les atacaron cuando estaban juntos en la vía pública.

Los enfrentamientos cerca de escuelas y la suspensión de clases por ese motivo son constantes. Han sucedido en Fresnillo, Tabasco, Loreto, Cuauhtémoc, Valparaíso y Pinos. También el lunes de esta semana se registró una balacera en Villa Hidalgo y Noria de Ángeles, por lo que se detuvo la enseñanza en nueve primarias y un bachillerato.

Zacatecas enfrenta una grave crisis de inseguridad. Pese a ser tan severa el secretario de Seguridad no compareció para ampliar la información dada en el II Informe por David Monreal, privando a la población de su derecho a saber y evadiendo la responsabilidad del Gobierno en turno a darle solución.