Acribillan a comandante y a mujer ministerial en el bulevar (Galería)
La tarde de este domingo enlutó el hogar de dos familias, luego de que un grupo de pistoleros rafagearon la camioneta en la que viajaban el comandante Alfonso Carmona del Muro, y la elemento ministerial Leslie Salazar.
Ellos, tras una persecución, fueron alcanzados en el bulevar López Mateos, en el carril de Guadalupe a Zacatecas, a la altura de la empresa “Megacable”, alrededor de las 16:00 horas.
“Iban por ellos”, dijeron sus compañeros ministeriales, al observar la forma tan certera en que 22 impactos de bala se impactaron en la camioneta y en los cuerpos de los elementos policiacos, luego de cerrarles el paso.
Y es que el comandante fallecido pertenecía al Grupo de Investigaciones de Robo, pero eso no es todo; él encabezó el jueves pasado un operativo en Trancoso en el que se decomisaron varios autos robados. Debido a que su vida estaba en peligro, pues habría recibido amenazas directas, sería cambiado de región.
Los agresores viajaban a bordo de dos vehículos: Una Cheyenne, verde, doble cabina, y un Nissan Sentra, blanco. Pero no iban solos. Los cómplices llegaron segundos después a bordo de otros vehículos, hasta el momento no identificados, y se llevaron a los sicarios. Así huyeron.
Aunque algunas imágenes dan cuenta de la detención de un sujeto. Esto no fue confirmado por ninguna versión oficial. Sólo su fotografía quedó de prueba. Esposado y con las manos hacia atrás, con la camisa cubriéndole la cabeza, fue trasladado en una camioneta oficial con rumbo desconocido.
En el lugar, los delincuentes dejaron abandonados la Cheyenne y el Sentra.
El caos vial, y las redes sociales daban aviso que algo no andaba bien. La palabra balacera fue la más escrita en el Facebook y el Twitter.
De inmediato, el procurador Arturo Nahle García, confirmó los hechos en su cuenta de Facebook: “En el boulevard efectivamente hubo un ataque a una patrulla de la Policía Ministerial en la cual iba el Comandante Alfonso Carmona del Muro y una acompañante. Ambos murieron”.
El bulevar fue cerrado, la circulación se cortaba desde el monumento al Migrante, cerca de las instalaciones de la Fenaza, al sur, y al norte por la gasolinera Luz de Tampico.
Como más tarde lo informara el procurador: “A las 5.45 pm se reabrió a la circulación el boulevard”.
El ir y venir por la principal avenida de la ciudad capital de los elementos de la propia Policía Ministerial y de la Secretaría de Seguridad Pública, no se hizo esperar. Minutos después llegó el Ejército. Ellos se apostaron en los puentes, listos para responder cualquier agresión.
Los testigos aseguran que el ataque fue rápido. No más de 10 minutos. “Se escuchaban como palomitas, esas que se truenan en Año Nuevo”, diría un empleado de un negocio cercano, que por una ventanilla despachaba cigarros y refrescos a la decena de fotógrafos apostados ahí, cumpliendo con su deber.
El sol daba en la cara de algunos automovilistas que, al percatarse del hecho, optaron por brincar el camellón y huir. Otros más decidieron abandonar sus autos y correr a refugiarse en negocios de la zona. Comercios que en segundos bajaron sus cortinas.
El pánico invadió a las familias que en el Kentuky Fried Chiken comían tranquilamente. Y qué decir de empleados y usuarios de la Farmacia Guadalajara.
Los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), llegaron minutos después del ataque. Ahí, regresando de Fresnillo, estaba Arturo Nahle García. Personalmente supervisó las investigaciones.
Cuando ya las cosas parecían volver a su tranquilidad, arribó una pipa de agua con la que se lavó el pavimento ensangrentado.
De manera inusual, la Coordinación de Comunicación Social emitió comunicado de prensa, el número 549. Confirmó los hechos y dio a conocer los nombres de los policías caídos.
Una vez el bulevar reabierto a la circulación, sólo un helicóptero sobrevolaba rasante la capital y parte de la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe.
