Deteriorado y en el olvido el Parque Hidalgo en Aguascalientes
Por Benny Díaz
Aguascalientes, Ags.- El tradicional parque Miguel Hidalgo, que durante décadas fue centro de reunión para las familias aguascalentenses, hoy está prácticamente en ruinas. Olvidado y deteriorado ya son pocas las personas que lo visitan para recordar los viejos tiempos, donde el gran atractivo eran los paseos “por trenecito”, una versión en miniatura de lo que era el ferrocarril en los tiempos de gloria de la entidad; además de los paseos en lancha por el mini lago.
“El trenecito” desapareció desde hace más de diez años ante los altos costos de mantenimiento y la escasa demanda, porque se abrieron otros parques como el Rodolfo Landeros y El Cedazo.
El mini lago también dejó poco a poco de funcionar debido a que en El Cedazo se creó uno más grande. El agua fue pudriéndose debido a que ahí habitaban decenas de patos, por el excremento de los mismos y la comida que les daba la gente el vital líquido se llenó de microbios hasta volverse verde y el olor insoportable.
Las lanchas fueron quitadas, primero abandonadas en el “embarcadero” y luego llevadas a El Cedazo para que siguieran funcionando.
En el parque Miguel Hidalgo ya quedan sólo unas unos cuantos animales en exhibición: Un mono araña, conejos, hámster, algunos ejemplares de aves, coyotes, gallos y ciervos; quienes están en situaciones deplorables.
El teatro, que fue construido hace menos de cinco años está completamente abandonado, ningún grupo artístico se presenta ahí, columpios, resbaladillas y sube y baja y los juegos propios de un parque funcionan, pero también hay algunos que están inservibles.
Lo único que está más o menos en condiciones son unos juegos mecánicos destartalados y han sido reparados decenas de veces para su funcionamiento y que son trabajados por particulares. Cobran ocho pesos el boleto y ni así logran llenar ningún juego, de vez en cuando se sube algún niño y es cuando entran en acción.
El parque Miguel Hidalgo se encuentra en el centro de la ciudad, en la colonia La Purísima y en un intento por “revivirlo” hace años se colocaron palapas con asador incluido para que las familias acudieran los domingos a convivir, pero ante el abandono las construcciones se han ido destruyendo poco a poco.
Enrique Juárez, secretario de Servicios Públicos Municipales dice al respecto que una de las causas por las que este parque “todo los demás” pasan por un serio problema es por el agua. Ante la escacés del vital líquido hay que hacer “maravillas” para lograr mantener las áreas verdes lo mejor posible, pero no se da abasto.
“Esque ya son varios parques y no se alcanza el agua para todos, además de que hay que regar plantas y árboles de avenidas”.
En el caso específico del parque Miguel Hidalgo, “este ha ido en decaimiento porque el grueso de la población ya no vive en el centro; están al sur o al oriente de la ciudad y allá contamos con el Rodolfo Landeros y el parque México, además de La Pona, y El Sabinal, a donde prefieren ir más las familias”, expresó Enrique Juárez.
Aseguró que aunque se pretende dejar el parque Miguel Hidalgo como “un pulmón” de la ciudad y también como punto recreativo para personas que por nostalgia o porque les queda cerca, todavía van ahí a descansar y pasar un rato de entretenimiento”,
Ante la pregunta de por qué el lago ya está totalmente seco y hasta los patos han desaparecido, el funcionario manifestó que “hay una fuga y el agua se filtra hacia el subsuelo; se pretende repararlo y luego volver a tener fauna ahí, pero definitivamente lanchas ya no porque para eso se requiere que haya un salvavidas y ya no es costeable porque la gente prefiere hacer sus paseos en el lago de El Cedazo”.
Mencionó que los patos que vivían en ese lugar fueron trasladados a El Cedazo donde se unieron a los que ahí ya estaban.
En cuanto al resto de la fauna que tienen en el parque Miguel Hidalgo dijo que se les da la atención adecuada, se les alimenta y acude un veterinario con regularidad a revisarlos.
Del parque Hidalgo, como lo conoce la mayoría de la gente, sólo queda el recuerdo. Ahora ya no es ni la sombra de lo que fue, y todo por una razón: la falta de agua.
Sin embargo para mantener los juegos en buen estado no se necesita agua, así que también se requiere un mayor presupuesto para mantenerlo en las condiciones adecuadas para que sea una opción más para la sana diversión y esparcimiento de los aguascalentenses.