La Casa de los Perros: el segundo piso y el mayoritario rechazo en Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
La reciente encuesta telefónica realizada en el estado de Zacatecas por la empresa LEMA, sobre la construcción del viaducto elevado en el bulevar Adolfo López Mateos es un claro indicador de que las prioridades del gobierno no están alineadas con las necesidades de su población.
Con un abrumador 69.4 por ciento de los encuestados en desacuerdo con el proyecto, el rechazo generalizado no deja lugar a dudas: los zacatecanos no ven en esta obra una solución a los problemas que enfrentan.
Uno de los hallazgos más contundentes es la preferencia ciudadana respecto al destino de los tres mil 650 millones de pesos destinados al viaducto.
La mayoría de los encuestados prioriza la inversión en medicinas y hospitales (24.5 por ciento), seguridad (24.1 por ciento) y carreteras (21.2 por ciento).
Incluso aquellos que están a favor del viaducto, en su mayoría, consideran que el dinero debería dirigirse a otros rubros más urgentes. Esto demuestra que, aun entre los pocos que apoyan la obra, prevalece el reconocimiento de otras necesidades más críticas.
El rechazo al proyecto es generalizado y uniforme en distintos segmentos de la población. La encuesta revela que no existen diferencias significativas por género, zona territorial o grupos de edad.
Sin embargo, es importante destacar que las mujeres y las personas mayores de 30 años son más propensas a priorizar otras inversiones sobre el viaducto.
Este consenso trasciende divisiones demográficas, subrayando que la población de Zacatecas tiene una visión compartida sobre lo que realmente importa.
Otro aspecto preocupante es la correlación entre la desaprobación de la obra y la evaluación del inquilino de La Casa de los Perros.
Tres de cada cinco zacatecanos desaprueban su gestión, y entre ellos, casi todos están en desacuerdo con el viaducto. Incluso entre los que aprueban su trabajo, sólo la mitad apoya el proyecto, una señal clara de que esta obra está erosionando la ya frágil confianza en la administración estatal.
Este rechazo masivo también refleja un hartazgo hacia la desconexión de los líderes políticos con la realidad cotidiana de los ciudadanos.
En un estado donde los servicios básicos como la salud, la educación y la seguridad están lejos de ser adecuados, destinar una cantidad tan exorbitante a un viaducto parece, en el mejor de los casos, una distracción mal planeada.
La encuesta expone el rechazo, pero también la profunda desconexión entre las promesas gubernamentales y las expectativas de la ciudadanía.
Con sólo el 6.6 por ciento de los encuestados viendo el viaducto como una obra prioritaria, el mensaje es claro: Zacatecas necesita soluciones reales y tangibles, no infraestructura costosa que ignora sus problemas más urgentes.
El gobierno estatal tiene en sus manos la responsabilidad de escuchar y actuar en función de las verdaderas prioridades de su gente. El viaducto elevado no es la respuesta; los zacatecanos ya lo han dicho.
Y para colmo, los Integrantes de Ciudadanía Participativa de Zacatecas han denunciado la falta de un documento formal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que respalde la construcción del viaducto elevado, sugiriendo que solo existiría un acuerdo informal entre el director del instituto y el gobernador.
Francisco Valerio Quintero criticó duramente esta situación, señalando que el gobierno actúa sin legitimidad política, priorizando intereses personales sobre la aceptación ciudadana.
Además, desestimó los argumentos oficiales que presentan el viaducto como símbolo de desarrollo, calificándolos de “una idiotez” y evidenciando la desconexión del gobierno con las necesidades reales de la población, como la mejora de escuelas, hospitales y seguridad.
Esta obra, lejos de ser una solución, sin duda refleja la falta de transparencia y planificación en la administración estatal.
Lo peor llega cuando los políticos con más aspiraciones que talento se enfrascan en ataques mutuos y recurren al método pasticho, receta política del venezolano Nicolás Maduro en la que se hizo experto Andrés Manuel López Obrador: colocar temas o escándalos que se superponen, cual capas, en la agenda informativa gubernamental con la única intención de distraer a la opinión pública de los verdaderos problemas.
Ahí tenemos al secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, armando show para defender lo indefendible e intentar crear una cortina de humo a los contundentes resultados de la encuesta.
No muy atrás el alcalde de la capital, Miguel Varela Pinedo, dedicado a escudar el triste, ineficaz, incapaz y vano gobierno municipal que encabeza con declaraciones explosivas y nulo trabajo real.
Y mientras, Zacatecas y los zacatecanos aguantando, aguantando…
¿Hasta cuándo?
X: @lasnoticiasya @claudiag_valdes