La Casa de los Perros: combate a la corrupción no es prioridad en Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Para los diputados locales, prioridades son prioridades. Y si se trata de cubrirse los unos a los otros cuando de actos de corrupción se trata, no hay poder humano los haga cumplir con su deber. No es su prioridad.
Hace un mes, el diputado de Morena, Martín Álvarez Casio, presentó ante el pleno una iniciativa para adicionar el Artículo 94-Bis al Código Penal de Zacatecas, con la finalidad de que opere la imprescriptibilidad en materia de delitos relacionados con hechos de corrupción.
Como quien dice, busca que cuando se trate de funcionarios corruptos, sus delitos, a pesar del paso de los años y de los gobiernos encubridores, no prescriban ni en la acción penal ni en la facultad de ejecutar sanciones penales.
En Zacatecas, los casos de funcionarios deshonestos abundan, y la mayoría no han recibido castigo porque gozan de buenos amigos que hacen todo lo posible para que, a medida que pase el tiempo, el Estado pierda la posibilidad de investigar y sancionar.
Como quien dice, la impunidad no ha podido ser siquiera disminuida por el influyentísimo, la opacidad y la simulación en la función pública. Sin dejar de lado que debido al cargo que algunos ostentan, esos corruptos gozan del fuero que les evita en lo inmediato, la aplicación de la ley.
Hablamos pues de proteccionismo indebido y complicidad.
Los delitos que Martín Álvarez propone que puedan ser castigados, sí o sí, aunque pasen los años y los fueros, van desde ejercicio indebido o abandono de funciones públicas; abuso de autoridad, hasta delitos cometidos contra la administración pública.
Pero también incluye cohecho; peculado y delitos cometidos en la custodia de documentos.
Obvio, sin dejar a un lado el enriquecimiento ilícito; el tráfico de influencia y negociaciones ilícitas, y la intimidación.
Martín Álvarez lo dice bien: no venimos a delinquir.
Lo malo es que, desde La Casa de los Perros, llegó la orden terminante para que ese tema se deje pasar.
Por esta razón, la iniciativa hoy vive ya el sueño de los justos, y mientras desde La Casa de los Perros no hagan eco y cumplan con el Decálogo de la 4T, los acuerdos en los obscurito no permitirán que esta iniciativa prospere.
Bien dicen que el miedo no anda en burro. Y por eso, más les vale prevenir que lamentar.
De mal en peor
Suponemos que, por instrucciones del gobernador, el secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, decidió guardar silencio cuando de la muerte de dos policías estatales comisionados fueron asesinados.
Si bien utilizó sus redes sociales para medio informar que un policía había sido asesinado tras un enfrentamiento en Villanueva, omitió dolosamente un detalle: se trataba del director de la Policía Municipal.
Porque Villanueva, ante la falta de valientes que quieran enlistarse, hoy es vigilado por elementos de la Policía Estatal que han tomado el mando.
Tampoco salió airoso, como es su costumbre, a desmentir si se había tratado de un ataque directo en contra del alcalde Rogelio Chailito González. Dejó que los rumores circularan.
Pero cuando de la muerte de dos policías en la carretera que une a Fresnillo con Jerez se trató, decidió que debía ser la mesa que más aplaude la que informara.
Y como se lavó las manos, tampoco confirmó o desmintió si los dos policías tenían como comisión fungir como guardaespaldas de uno de los hijos del inquilino de La Casa de los Perros, lo que sin duda sería muy, pero muy grave.
Aunque, seamos honestos, hoy la palabra de Rodrigo Reyes no goza de la mínima credibilidad. Sus dichos siempre estarán en duda.
Tristemente en este año de la paz, y a pesar de las cifras alegres de la nueva gobernanza, las familias de Jorge Cruz González, Alejandro Aldana Galicia y Miguel Ángel Barrera Hernández están de luto. Los tres policías murieron en cumplimiento de su deber.
Lo rescatable, que tres hombres y una mujer fueron detenidos en las inmediaciones de la comunidad de Junta de los Ríos, de Villanueva. Confesaron haber participado en la agresión en la que murió el jefe policiaco de ese municipio.
Hoy, Nancy, de 24 años; Alonso y Pablo, de 18 años, originarios de Jalisco; así como un menor de 17 años, de Zacatecas, son cuatro jóvenes que sin duda terminarán sus días tras las rejas.
Ante este panorama tan sombrío para la seguridad de Zacatecas, no queda más que disfrutar lo votado en este que es el último mes del 2024.
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