La Casa de los Perros: como pollos sin cabeza

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Luego de haber sido agasajados con un buen corte y un mejor vino en La Garufa, cortesía de La Casa de los Perros, los 30 diputados, porque no faltó ninguno al convite franciscano, concluyeron que la reunión sirvió para dos cosas: para nada y para nada.

Nuestro inquilino llegó, agradeció la cortesía, comió y se fue.

Algunos tomaron la palabra, nada que trascienda ni que cambie el rumbo de la historia del golpeado Zacatecas.

Sólo una petición quedó grabada en la memoria de los flamantes comensales. El deseo ferviente del diputado del PRI, Carlos Peña Badillo, de que ojalá y el Santo Niño de Atocha los ampare y el Paquete Económico 2025 se apruebe lo más rápido posible para disfrutar con la familia de unas merecidas vacaciones navideñas.

Por ello, lo único rescatable de la reunión es que, por fin, el gobernador David Monreal Ávila olvidó sus filias y sus fobias y aceptó que el Poder Legislativo no sólo está integrado por Morena y sus «aliados».

Aunque también, según el reporte de algunos de los asistentes, el buen ánimo de la mayoría de los diputados de oposición dejó ver que acuerdos los hay. Y ya no están tan en lo obscurito.

Esto, a pesar de que, hasta hoy, no hay un enlace entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo digno de tomarse en cuenta. De ahí que al menos la mayoría de Morena y sus aliados anden como pollos sin cabeza.

El secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, ocupado atendiendo las instrucciones del gobernador, no sostiene comunicación con los jefes de las bancadas. Sólo de pronto, cuando algo se le ofrece, echa una llamadita a algún diputado, pero nada más. Operación política de alto nivel no la hay.

Jesús Padilla Estrada, líder de los morenistas, hoy con otras preocupaciones personales, tampoco sostiene una comunicación con sus diputados. No les baja la información.

Las verdes, léase Susana Barragán Espinosa, Fernanda Miranda Herrera, Lyndiana Bugarín Cortes y el acoplado José Luis González Orozco, caminan por su lado.

Los dos petistas, Renata Ávila Valadez y Alfredo Femat Bañuelos, siguen a pie juntillas las indicaciones que les envían desde la casa del profe Alberto Anaya, aunque el universitario ya no muy convencido, luego de que, al parecer, le hicieron de chivo los tamales con ese super nombramiento que, juró, le tenía reservado Claudia Sheinbaum.

Este corredero de pollos descabezados se dejó ver cuando los diputados Dayanne Cruz Hernández y Eleuterio Ramos Leal presentaron una reforma y adición a los artículos 155, 156 y 160 de la Ley de Servicio Civil del Estado de Zacatecas.

Fueron 19 los votos los que recibió a favor la iniciativa, incluidos los de las bancadas de Morena y el PT. No asistieron a esta votación los panistas Jesús Badillo, Karla Estrada y Pedro Martínez; la priista Isadora Santiváñez; el emecista Marco Vinicio Flores, y los morenistas Santos González y Martín Álvarez.

En contra se decantó completita la bancada del verde ecologista.

Cuando los de Morena preguntaron por qué había sucedido eso, nadie supo. Nadie les dijo nada. No hubo información. El pánico se apoderó de los morenistas porque la línea era ir en contra. Al final, reconocieron que votaron a favor porque su compañero de al lado lo hizo así. Y nada más.

Pero ¿qué dice la propuesta ya aprobada del perredista? Simple, que cuando exista la ausencia de algún magistrado en el Tribunal de Justicia Laboral Burocrático, los que sí estén podrán reunirse y elegir designar a un secretario de estudio para que ocupe la vacante como magistrado en funciones.

Con esta modificación, dicen los diputados Dayanne Cruz y Eleuterio Ramos, se garantizará la eficiencia y el correcto funcionamiento del sistema de justicia laboral en la entidad.

Porque hoy, dicho Tribunal tiene sólo dos miembros, debido a que hay un litigio que impide la designación de un nuevo magistrado.

Pero la razón por la que las y el verde votaron en contra nadie la sabe. Ellas y él se limitaron a decir en contra y punto. Nunca posicionaron sus motivos.

Y como ni Jesús Padilla, ni Lyndiana Bugarín, ni Alfredo Femat se comunican, seguirán votando así, sin ton ni son.

O como sucedió con el caso del desafuero del alcalde de Apulco, Mauro Yuriel Jáuregui Muñoz, terminarán enterándose de los asuntos por los medios de comunicación o las redes sociales.

Enmuinado

Bien dicen que cuando un payaso se muda a un castillo, por supuesto que no se convierte en rey, al contrario, el castillo se convierte en un circo.

Y justo eso es lo que hoy sucede en la delegación del Infonavit en Zacatecas, en donde el jefe de la oficina, Roberto Ornelas García, navegó durante todo el sexenio con cara de buena gente. Presumió ser una persona sencilla y muy amable.

Pero ahora que se acercan los cambios, el humor le cambió para mal.

Y los que peor la pasan son los gerentes, a quienes no sólo los trata con la punta del pie, sino que los obliga a asistir a la oficina los fines de semana. Sí o sí.

Además, ha girado instrucciones precisas al cuerpo de seguridad de impedir la salida de los trabajadores hasta que él no lo autorice. Eso sin dejar pasar el hecho de que estaciona su automóvil a manera de que nadie pueda salir.

De hecho, hace unos días se vivió una situación muy al estilo de la 4T. El esposo de una de las trabajadoras encerrada en la delegación en contra de su voluntad decidió poner fin a las ocurrencias del funcionario y llamó a la Policía Metropolitana.

Roberto Ornelas hizo la muina de su vida y no le quedó de otra que abrir las puertas de la dependencia gubernamental que, a nivel federal, ahora está en manos del nuevo titular Octavio Romero, sí, el mismo que destruyó Pemex y ahora va por el Infonavit.

Eso sí, Roberto Ornelas ha dicho que antes de irse se vengará de quienes lo hacen tan infeliz, y que buscará no a quién se la hizo, si no al que pagará por ello.

Así, ha puesto en la mira de su rabieta a desarrolladores, profesionales inmobiliarios, valuadores, notarios públicos, empresarios y todo aquel que se le ponga enfrente. La idea es que todos batallen, total, qué tanto es tantito.

Hoy, en el Infonavit, los trámites de los usuarios están sujetos a su personalísima opinión, restándole valor a los procedimientos y a la normativa de tan sólida institución.

Al parecer, el decálogo que, con tanta enjundia –sí, es broma–, que leyó la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, en su evento partidista, es letra muerta en la delegación del Infonavit Zacatecas.

Esta es otra forma de disfrutar lo votado.

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