La Casa de los Perros: la transparencia en México, en vilo

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Se acerca la presentación del Paquete Económico Federal 2025 y con ello se vislumbrará el futuro del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Hoy, la situación que vive el INAI vaya que es muy complicada, no sólo porque la 4T lo quiere desaparecer sí o sí; además enfrentan el contratiempo de no tener un Pleno completo, porque el Senado de la República decidió que a los representantes populares nadie les tenía que decir la ley es la ley. Faltaba más.

Y, por si fuera poco, tienen la misión de reducir su presupuesto al máximo. Austeridad republicana. A vivir como franciscanos siguiendo el ejemplo de los 200 pesos en la cartera.

Los comisionados, con la zacatecana Julieta del Río Venegas por delante, sostuvieron una reunión con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. La funcionaria les pidió entreguen una propuesta de reducción presupuestal hecha con las tijeras super afiladas.

El objetivo se logró y el viernes y la propuesta enviada fue por 762 millones de pesos, es decir, una reducción de 334 millones 884 mil 106 millones. El 30.5 por ciento menos de los recibido en este 2024.

Como desde abril del 2023, el Pleno del INAI está conformado por cuatro comisionados, y no siete como marca la ley, se propone reducir a cinco, además de disminuir direcciones generales-

También eliminar gastos fifis, como el viaje de la comisionada Josefina Román de cinco días por la isla de Bailía de Jersey, en el canal de la Mancha, al noroeste de Francia.

La funcionaria, que estará del 28 de octubre al 1 de noviembre en la Asamblea Global de Privacidad, dijo que sus viáticos serían como si viajara a Tlaxcala, ya que el anfitrión, por ser ella tan linda, le pagaría vuelos y el hospedaje.

Eso sí, Julieta del Río declinó ir “en virtud de la situación que atraviesa el Instituto y por motivos de austeridad”.

En la propuesta presupuestal, faltó la reducción de secretarías, como lo propuso la zacatecana Del Río, luego de que hoy son cinco y por Ley sólo deberían de ser dos. Ahí se ahorraría aún más, pero todavía hay recelo de algunos.

Se debe hacer mención que desde el 2018 a la fecha, el INAI no ha tenido un incremento presupuestal de impacto. En 2018, el presupuesto fue de mil 98 millones de pesos. Eran tiempos de bonanza que, por cierto, disfrutó el otro zacatecano Javier Acuña.

Si Morena y sus aliados, a quienes el pueblo bueno y sabio, dicen, les ha dado carta abierta para hacer y deshacer, no desaparecen el INAI, lo que se ve muy improbable pues fue un deseo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, tendrán que hacer milagro con los recursos.

Porque, un ejemplo, las solicitudes de información han pasado de 22 mil 903 en 2003, a un millón 131 mil 41 solicitudes en 2023. En lo que va de este año ya se han realizado 832 mil 838. El total de solicitudes desde 2003 a la fecha es de 10 millones 43 mil 974.

La gente sí quiere ejercer su derecho a saber, su derecho a preguntar, su derecho a que los flamantes funcionarios rindan cuentas y con transparencia digan en qué gastan el recurso público que manejan.

No que entreguen, como en el obscurantismo, otros datos.

Porque no debemos olvidar que hoy, cuando el INAI ahí está, las quejas interpuestas porque las autoridades no transparentan información han crecido de 632 en 2003, a 20 mil 83 solo en el 2023. En el 2024 la cifra es de 17 mil 566. El total desde 2003 a la fecha es de 415 mil 83.

Qué será cuándo la 4T, en la construcción de su segundo piso, mande a volar esa institución.

Cabe destacar que, desde noviembre de 2020, Julieta del Río presentó una propuesta de reingeniería institucional con la que se podría reducir el presupuesto del INAI en 277.5 millones de pesos, sin que se afecte la autonomía y la eficiencia del organismo.

Pero hace falta que los tres comisionados restantes se sumen, sin miedo al éxito.

Ojalá que, como lo señaló Julieta del Río en la reunión sostenida con Rosa Icela Rodríguez, urge se dejen a un lado las filias, las fobias y los colores. Cosa difícil.

Y así, mientras los nombres de las y los juniors tóxicos salen a la luz en estos tiempos en que no se vale mentir, ni engañar, ni traicionar, y lo más importante es que nadie se ría de los mexicanos, aunque se suelten bromas como ese loco chistorete de que el sistema de salud en México es mejor que en Dinamarca, nosotros seguimos disfrutando, felices, de lo votado.

Aunque no tanto como en Sinaloa, en Guerrero, en Chiapas o en Tabasco. Allá nos ganan.

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