La Casa de los Perros: el cuento de hadas zacatecano

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El Santo Niño de Atocha sin lugar a duda hizo un enorme milagro al inquilino de La Casa de los Perros. La explosión de un tanque de gas o la detonación de una granada –según la versión que desee escuchar–, no terminó en una tragedia porque Dios es grande. Muy grande.

La pésima organización durante el show Los Prófugos del Anexo, con los cantantes Julión Álvarez y Alfredo Olivas, en el cierre de la Feria Nacional de Zacatecas, tenía todos los ingredientes para que el saldo blanco que presume a los cuatro vientos el representante del gobernador, Rodrigo Reyes Mugüerza, se tiñera de rojo.

Porque no sólo se trató del tránsito vehicular descontrolado y la aglomeración al interior del estadio desbocada, sino también de la sobreventa de boletos y los infladísimos precios de la cerveza, refrescos y papitas.

El estadio “Carlos Vega Villalba”, tras la explosión del tanque de gas de un puesto de tamales oaxaqueños –mismo que es buscado hasta la fecha–, según la versión oficial, mostró que no es precisamente el mejor lugar para un evento masivo.

La falta de adiestramiento, de formación policial y de capacitación en una situación de crisis ocasionó que los asistentes al concierto de música regional mexicana salieran por una sola puerta, trayecto que llevó a los feriantes algo así como 45 minutos.

Todos, a paso de tortuga, y codo a codo, entendieron que una estampida en esos momentos era fatal. Y más con unos policías nerviosos que a la menor provocación agredían a los asistentes.

A varios de los espectadores les gritaron que ni al baño podían entrar porque “¡explotaron una bomba!”.

Pero lo importante es que, aunque el representante del gobernador jure por la capita roja del Santo Niño que un tamalero descuidado importado de Oaxaca ocasionó el incidente, otros dos artefactos fueron encontrados y deshabilitados. Como quien dice, no explotaron y eso fue un gran alivio.

Y es que mientras Rodrigo Reyes mantenía su versión y acusaba molestísimo a los medios de comunicación de ser los causantes de todos los males habidos y por haber, elementos de Protección Civil, enfermeras y doctores de la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme) y del Hospital San Agustín dieron su versión: los lesionados ingresados no presentaban quemaduras, pero sí reportaron lesiones en diversas partes del cuerpo por esquirlas.

Además de que los seis heridos reportados durante la madrugada del lunes se convirtieron en 14, dos de los cuales requirieron intervención quirúrgica mayor.

Y fue el coordinador estatal de Protección Civil, Jorge Luis Gallardo Álvarez, quien no sólo actualizó la cifra, incluyendo a un menor de cinco meses en la lista, sino que aceptó que del puesto de comida pues, ni sus luces.

Por la tarde, circuló una versión, esa sí falsa de toda falsedad, de que Rodrigo Reyes renunciaría a la secretaría general de Gobierno.

Pero si el funcionario no abandonó el primer piso de La Casa de los Perros tras la agresión y humillación de la que fueron objeto las mujeres en la manifestación del 8M, obvio que no lo haría ahora por la desaparición de un tanque de gas propiedad de un tamalero oaxaqueño. ¿o sí?

Por lo pronto, las feministas de Zacatecas no olvidan, y ahora exigen que a casi siete meses de que la Fiscalía General de Justicia, no ha dicho ni pío sobre el caso, solicitarán que se aplique el “Protocolo de Estambul”.

Pero qué significa eso, sencillo: que, bajo estándares internacionales para la investigación y documentación de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, al caso del 8M se le siga la pista.

Esto para garantizar que los responsables de estos actos sean castigados, que las víctimas reciban una reparación adecuada, y que se eviten futuros casos.

Las feministas solicitan la suspensión provisional de la judicialización de la carpeta de investigación, hasta en tanto los videos, que son prueba fehaciente de la agresión y tortura que sufrieron las mujeres, sean analizados por otras instancias federales.

Si bien el Protocolo de Estambul es un documento no vinculante, el derecho internacional obliga a los gobiernos a investigar y documentar los casos de tortura y otros malos tratos.

Por lo pronto, a pesar de los pesares, y con la tranquilidad de que en Zacatecas “el proceso de paz” avanza a paso firme, aunque ese cuento de hadas no se la crean ni las hadas, ahora Claudia Sheinbaum ha determinado que Zacatecas queda fuera del plan de seguridad.

Pero nadie debe preocuparse, porque el gobernador David Monreal Ávila, ya hizo una solicitud a Rosa Icela Rodríguez, la próxima secretaria de Gobernación, para que los tres mil 775 elementos de corporaciones federales, no se vayan.

Mucho se presumió que los homicidios se fueron a la baja, pues ahora a pagar las consecuencias que serán que los dos mil 336 integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional, y los mil 439 de la Guardia Nacional marchen derechito a Guerrero, Chiapas, Guanajuato o el Estado de México.

Así, ahora los zacatecanos podrán disfrutar lo votado con paz y tranquilidad.

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