La Casa de los Perros: del 8M y Julio César «N», nada de nada
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Y sí, ha pasado un mes y tanto la Fiscalía General de Justicia como la nueva gobernanza guardan silencio sepulcral sobre los hechos de violencia en contra de las mujeres que participaron en la marcha del 8M.
Hasta hoy, nadie sabe nada sobre los avances de las investigaciones por las 10 denuncias penales que se interpusieron contra la Policía Estatal Preventiva y la Policía de Vialidad.
¿De las 13 quejas presentadas ante la Comisión de Derechos Humanos del estado? Obviamente tampoco nada. Aunque hayan sido atraídas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
¿Y sobre las vejaciones, los robos de teléfonos celulares, identificaciones personales y las amenazas por parte de policías en el Callejón de las Campanas? Claro que tampoco hay respuesta alguna.
Los cobardes hechos de autoridad que no han merecido una sola mención por parte del inquilino de La Casa de los Perros siguen pues en la impunidad total.
Y qué decir de la lentitud y total falta de interés en la integración de las 10 carpetas de investigación por parte de Cristian Paul Camacho Osnaya quien, si no ha podido, o querido, poner tras las rejas al exalcalde morenista Julio César “N”, mucho menos hará nada para hacer algo por las mujeres víctimas de la severa agresión del 8 de marzo.
Nadie debe pasar por alto que las mujeres fueron detenidas, en el Año de la Paz, con golpes de toletes, escudos, polvo de extintores apagafuego, además de ser arrastradas semidesnudas.
Y así como Julio César “N” y su esposa disfrutan de la impunidad, los responsables de los actos del 8M lo harán también.
Porque las feministas podrán decir que irán, muy indignadas a las cortes internacionales, pero correrán la misma suerte que el gobierno de la 4T en sus lamentos porque en Ecuador allanaron la embajada.
Triste es, pero la verdad es.
¿No lo creen así? Pregunten entonces por qué el Alto Comisionado de Naciones Unidas ni siquiera se ha dignado a visitar Zacatecas.
O remítanse a la comparecencia de Cristian Camacho ayer ante los integrantes de la LXIV Legislatura.
¿Qué dijo de las agresiones del 8M? Nada
¿Qué dijo de la fuga del morenista Julio César “N” y su esposa? Nada.
Y luego la gente se pregunta por qué en México la ley dejó de ser la ley.
Sobreseído
¿Siguen dudosos de que en México la ley ya no es la ley? Pues cuestionen al super amigo de la candidata al Senado por la coalición seguimos haciendo historia, Saúl Monreal, quien encrespado porque lo mandaron al segundo lugar de la fórmula, se fue a quejar a la Comisión de Honor y Justicia de Morena.
Porque, aunque parezca un chiste, hay una comisión que así se llama en Morena pero que siempre sobresee las quejas que ahí se presentan.
La denuncia del fresnillense entonces fue desechada porque es improcedente y punto. La razón, a Saúl Monreal se le cuatrapearon los tiempos y la presentó fuera de los plazos previstos para tal efecto.
Hoy, ya ni llorar es bueno. A menos que también quiera ir a una corte internacional o intergaláctica ¿por qué no?
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