La Casa de los Perros: ¿José Jesús Antonio Aguilar?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
El reconocimiento que los integrantes de la LXIV Legislatura de Zacatecas entregaron ayer a José Jesús Antonio Aguilar Jiménez nos deja ver, sin matices, que los actuales diputados están en todo, menos en lo que deben estar, como reza la célebre frase.
En una sesión a la que sólo asistieron 17 de los 30 legisladores, justo el número para poder iniciar con el show, y ante la evidente molestia del inquilino de La Casa de los Perros, amigo de a deveras, o al menos eso dicen, de la familia Aguilar, el hijo del fallecido cantante recibió un reconocimiento “por su contribución a la difusión de la cultura zacatecana y a la promoción de la cultura popular en el estado”.
Antonio Aguilar, El Charro de México, quien muriera hace 16 años, colocó en el mapa a Zacatecas al utilizar sus calles y paisajes como set principal de sus películas. Él sigue presente en el corazón de quienes gustan de su música. Pero ¿José Jesús Antonio Aguilar?, perdón, pero él ¿quién es?
Más allá de ser uno de los herederos de los bienes del cantante, sobre el hijo del artista los zacatecanos sólo saben que es beneficiario directo de los recursos públicos al contar, él, sus hermanos y demás parentela, con escoltas que los cuidan cuando pasean por Zacatecas.
La idea de entregar este reconocimiento al hijo del cantante fue de la diputada Susana Barragán, quien en la exposición de motivos de su propuesta apela al decreto 433 del año 2021, que instituyó el reconocimiento que, por cierto, lleva el nombre del actor, con el objetivo de “honrar y distinguir la trayectoria de hombres, mujeres, organizaciones civiles, e instituciones académicas y público en general, que han destacado en el impulso de las diversas manifestaciones de la cultura popular”.
Ella, en su escrito aprobado por los integrantes de la LXIV Legislatura, recuerda que Antonio Aguilar, “de la mano de su esposa y acompañado de sus hijos, recorrió el mundo cantando sus corridos, presentando su espectáculo ecuestre en todas las plazas que le abrían las puertas, dejando en el gusto de los espectadores su música ranchera y sus corridos, convirtiéndose en uno de los artistas más vendidos de la historia en su género”.
Muy bien todo, pero sobre la contribución de José Jesús Antonio Aguilar Jiménez nada, ni una sola línea.
Y es que, se supone, se emitió una convocatoria pública para entregar este premio, pero del resultado final de esta promoción nunca nadie supo nada.
¿Hubo otras propuestas? ¿se realizó alguna sesión en la Comisión de Desarrollo Cultural que preside la panista María del Mar de Ávila para discutir el tema? Eso seguramente ni Obama lo sabe.
La convocatoria, supuestamente, cerró la recepción de propuestas el 5 de junio, pero al momento de hacer entrega del reconocimiento al hijo del cantante de Tayahua, nunca se dio cuenta de nada.
Esto nos deja ver que el premio se entregó al contentillo de la diputada Susana Barragán Espinosa, avalada por sus compañeros diputados que nada cuestionaron. Levantaron el dedo y punto.
Nadie niega el que Antonio Aguilar haya podido llenar, por seis noches consecutivas, el monumental Madison Square Garden, en la Ciudad de Nueva York, y tenga una estrella en el Paseo de la Fama de los Ángeles, pero que el reconocimiento instituido por la Legislatura se entregue sin ton ni son no es correcto.
Nadie cuestiona que se conmemore el nacimiento y la muerte del hijo predilecto de Villanueva, pero por lo menos, para taparle el ojo al macho, debieron hacer público qué organización o quién propuso que José Jesús Antonio Aguilar Jiménez recibiera el reconocimiento.
Y lo más importante: ¿por qué?
Además, no se informó de que forma cumplió con los mínimos requisitos como entregar un currículum vítae que acreditara su trayectoria, logros, acciones, actividades experiencia y reconocimiento en el impulso de la cultura popular, su promoción y difusión.
¿O lo hicieron y no nos enteramos?
Sería bueno que las diputadas Susana Barragán o María del Mar de Ávila pudieran publicar el escrito presentado ante la Legislatura, fechado y recibido en la Oficialía de Partes, antes del 5 de junio, en el que se señalen las razones por las cuales José Jesús Antonio Jiménez recibió el reconocimiento.
Eso sí, tomando en cuenta las propias bases de la convocatoria: un escrito que contenga el nombre de promovente, así como la justificación y argumentación de las razones.
Quizás por eso la prisa de recibir los reflectores y arrancar campaña para reelegirse fue soslayada por los diputados Refugio Ávalos Ortiz, Ana Luisa del Muro, Zulema Santacruz, Juan Mendoza, Enrique Laviada Cirerol, Karla Valdez Espinosa, Guadalupe Correa Valdez y Violeta Cerrillo Ortiz que prefirieron evitar la fatiga de visitar Villanueva y estar presentes en la sesión solemne.
Y luego se preguntan por qué la familia Aguilar pasa por su peor momento, cuando ni la Monumental Plaza de Toros de Aguascalientes, en plena Feria Nacional de San Marcos lograron llenar. O el por qué de la cancelación de conciertos por la baja venta de tiquetes.
Pero que en Zacatecas siga la fiesta con sus embajadores.
El entregar reconocimientos al ahi se va definitivamente en nada, pero en nada, honran la memoria del difunto artista.
Pero da igual, aquí se trata de sonreír porque ¡ya ganamos!
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