La Casa de los Perros: Zacatecas raspado otra vez en inseguridad
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Los discursos de la nueva gobernanza sobre la inseguridad y los grandes logros que día a día obtienen –ayer detuvieron a tres narcomenudistas con dos armas de fuego cortas, dosis de mariguana, cocaína y cristal y unos 28 mil pesos—ya no convencen a nadie.
El secuestro de Pedro Ávila Rodríguez, primo de la plana mayor de los Monreal Ávila, llevó al traste los esfuerzos de pacificación. O al menos los intentos por hacer creer a los zacatecanos, y a todo el mundo, de que en Zacatecas todo va requetebién.
Ayer, para seguir llenando el costalito con rocas, se dio a conocer el Índice de la Paz en México (IPM) 2023 y sí, Zacatecas salió muy raspado.
Resulta que, si bien Colima es el estado con mayor nivel de violencia, en segunda posición se ubicó a Zacatecas. Detrás quedaron Baja California, Guanajuato y Morelos. Estas entidades, se dijo, mostraron un aumento en cuanto a crímenes de la delincuencia organizada.
Y como dato extra, de estos cinco estados, cuatro son gobernados por Morena. Sólo a Guanajuato los destinos los dirige el PAN.
El consuelo para los zacatecanos es que hoy Colima se ha convertido en un lugar “extremadamente deseable” para los cárteles, debido a su posicionamiento estratégico a lo largo de las rutas del narcotráfico.
Esto quiere decir que Zacatecas ya tiene quien le haga competencia en eso de tener una ubicación estratégica para los inteligentes y bien organizados. Resulta que la ciudad más grande de Colima, Manzanillo, tiene el puerto más grande de México que sirve como punto de llegada de precursores químicos para sintetizar drogas, provenientes de Asia.
Esta es la razón del enorme deterioro que ese pequeño estado ha sufrido en los últimos años y que lo llevó a obtener la peor calificación de paz y, la tasa de homicidios más alta de cualquier estado.
Los resultados del Índice de la Paz en México si bien revelan una reducción del 7.9 por ciento de los homicidios, además de “modificaciones” en los mercados ilegales de drogas, no se puede esconder que la tasa de 24.5 por cada 100 mil personas sigue siendo alta.
Eso de que 87 personas al día sean ejecutadas no está padre. Ni aquí ni en Afganistán, ni en Ucrania o en Irak.
Sí, porque más de dos tercios de los homicidios, desde 2015, han sido a causa de violencia armada impulsados por la actividad del crimen organizado.
Entre los datos que también llamaron la atención en este informe sobre Índice de la Paz en México está el hecho de que las armas de fuego se han convertido, en los últimos ocho años, en la principal causa de homicidios tanto de hombres como de mujeres.
Además de que entre 2015 y 2022, la proporción de homicidios de hombres cometidos con arma de fuego aumentó de 61 a 72 por ciento, mientras que la proporción de homicidios de mujeres, incluidos los asesinatos por motivos de género conocidos como feminicidios, pasó del 38 al 60 por ciento.
No cabe duda de que el panorama pintado es en verdad terrible. Una muestra más de que esta loca idea de la Cuarta Transformación no ha servido para maldita la cosa en México. Triste pero cierto.
También se dio a conocer que la violencia homicida contra policías, periodistas y activistas sigue al alza en México, y más cuando desde el talk show matutino transmitido desde Palacio Nacional, le echa todos los días más leña al fuego.
Resulta que, en 2022, México se clasificó como el lugar más mortífero del mundo para ser activista ambiental, y el segundo más peligroso para hacer periodismo, sólo después de Ucrania. Vaya que vamos bien.
Fue el Instituto para la Economía y la Paz el encargado de dar a conocer el panorama de la inseguridad y su impacto en la economía en México, algo de lo que, en Zacatecas, los hoteleros, los comerciantes saben muy bien.
Lo peor de todo es que este panorama de violencia y terror ha tenido un terrible impacto económico en México, que en el 2022 fue de 4.6 billones de pesos, es decir, unos 230 mil millones de dólares.
Tantos ceros confunden, pero esto representa un 18.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, y un costo per cápita de 35 mil 700 pesos, es decir, mil 988 dólares por cabeza.
En la presentación de estos datos, Carlos Juárez, director en México del Instituto para la Economía y la Paz, hizo saber que México ocupa la posición 137, a nivel global, en el Índice de Paz Global, en el que se evalúa a 163 naciones.
Y luego nos causa extrañeza que, en Europa, en concreto en Francia, el fenómeno de la violencia tenga hoy un nuevo término: mexicanización.
Pero usted sonría que ¡ya ganamos!
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