La Casa de los Perros: Caiga quien caiga

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

La muerte del joven preparatoriano Jorge Iván Ávila Correa tiene hoy en jaque a una autoridad que, tres meses después de la golpiza que sufrió el muchacho afuera de un antro en Zacatecas, apenas ayer logró responder que hay tres carpetas de investigación abiertas y que sí, que están recabando más pruebas.

¡Ah! Y que hasta ayer se llevó a cabo una reunión con la familia, a la que se le brindó asesoría a través de su Asesor Victimal y, a puerta cerrada, se le informó sobre los avances en las indagatorias.

Claro queda que eso de justicia pronta y expedita es puro atole con el dedo.

El fiscal general de Justicia, Francisco Murillo Ruiseco, con una sólida carrera en el área, desde que llegó la nueva gobernanza no ha dado una. Tristemente se le ve sometido, sin voz y sólo utilizado para rellenar escenarios los lunes en las ceremonias de honores a la bandera.

La autonomía de la institución que él representa no existe más.

Pero aún hay más. Este terrible incidente que tiene de luto no sólo a una familia de zacatecanos, sino a todos sus amigos y compañeros de la Preparatoria de la UAZ, y en el que están involucrados “personas relacionadas con el poder”, ha evidenciado que a la nueva gobernanza poco, o nada, le interesa empatizar con la ciudadanía.

Cuando decenas de jóvenes marcharon por las calles de la ciudad exigiendo justicia, nadie en La Casa de los Perros les abrió las puertas. Sus prioridades son otras.

Como los funcionarios de la nueva gobernanza –incapaces hasta de dar a conocer resultados de su gestión–, tiene prohibido dar entrevistas y, ya lo vimos, hasta comparecer ante diputados, mejor se esconden en las benditas redes sociales para taparle el ojo al macho y decir que sí andan trabajando.

Por eso, la flamante secretaria general de Gobierno, Gabriela Pinedo Morales, muda ante el problemón que enfrenta esta administración, optó por informar que “por disposición del gobernador David Monreal Ávila” tuvo a bien reunirse con Mireya Quintos Martínez, directora de Desarrollo Archivístico Nacional y presidenta suplente del Consejo Nacional de Archivos (Conarch), para dialogar sobre cómo implementar una ley. Y no es broma.

Cuando las calles se vistieron de blanco y la juventud gritaba ¡Justicia para Jorge!, los integrantes de la LXIV Legislatura tampoco estuvieron ahí.

Los diputados, esos mismos que no han sido capaces de nombrar al titular de la Comisión de Derechos Humanos, ahora utilizaron la Tribuna para desgarrarse las vestiduras y ¿exigir justicia?

No olvidemos que fue el 25 de junio el día que dicha Comisión se quedó sin titular, luego de que Ma. de la Luz Domínguez concluyera su periodo. Han transcurrido cuatro meses en los que la Comisión Legislativa de Derechos Humanos que preside la diputada del Verde Ecologista, Fernanda Miranda Herrera, no ha hecho su trabajo. Sus prioridades, notablemente son otras.

Pero eso sí, el crimen cometido en contra de Jorge Iván mereció de parte del diputado del PRI, David González Hernández, una intervención en Asuntos Generales en la que descubrió el hilo negro y dijo que los jóvenes de Zacatecas se encuentran, hoy más que nunca, sin derechos ni seguridad.

Y tras meses de que el preparatoriano padeció una larga agonía producto de la brutal agresión de la que fue objeto, ahora que murió al legislador se le ocurrió pedir a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas, a la Secretaría de Seguridad Pública y, no es broma, a la Comisión de Derechos Humanos, que intervengan en el caso para que no quede impune. ¿Es en serio?

Muy orondo, el diputado tricolor dijo que, si estas tres instancias se ponen a trabajar, entonces los jóvenes en Zacatecas sabrán que sí son atendidos. Vaya, vaya…

Luego de la brillante participación del de Villa de Cos, “para hechos”, hicieron su aparición Xerardo Ramírez Muñoz y Karla Valdez, sí, ambos integrantes de la Comisión que no ha podido sacar adelante el nombramiento del ombusdperson zacatecano, para pedir un informe a Murillo Ruiseco, porque ahora hablamos de un homicidio doloso, no sólo de un caso de lesiones que a nadie le importó hasta hoy.

El contumaz violentador de derechos humanos, el perredista Juan Mendoza Maldonado, también hizo uso de la Tribuna para pedir una investigación profunda, científica y rigurosa porque el caso bien pudiera llegar “al vértice del poder político en Zacatecas”.

Pero la cereza del pastel la puso el presidente de la Mesa Directiva, el morenista Ernesto González Romo, quien en sus redes sociales (aunque después borró el comentario) dijo que pedirán la comparecencia –no es chiste de la 4T– del fiscal Francisco Murillo para que dé a conocer avances de la investigación.

Y tras solicitar que no se lucrara con el dolor de la familia, que se evitara la revictimización, que no se hiciera uso político de la tragedia y menos se especulara, soltó sin medir las consecuencias que “las versiones” sobre la muerte de Jorge Iván, de 19 años, “van desde el homicidio hasta el suicidio”.

Pero hay una esperanza. En Zacatecas, lo prometió el gobernador David Monreal Ávila, habría justicia para todos. Ahora debe cumplir.

Caiga quien caiga…

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