El pueblo, la austeridad y la pobreza franciscana
JACOBO CRUZ
El presidente de México Andrés Manuel López Obrador se niega a aceptar que la política implementada por su gobierno desde el año 2018 no está dando los resultados anunciados, por el contrario, en casi cuatro años del sexenio el número de pobres ha aumentado, mientras que la fortuna de las familias más ricas de México creció. Al ser la riqueza social una sola y si se la apropian unas cuantas familias, se deja descobijadas al resto, eso es exactamente como antes sucedía con los gobiernos neoliberales, incluso hace unos días el mandatario afirmó que a los ricos del país no les ha ido mal, por el contrario, se les ayuda a salir adelante.
Y en efecto, hay datos oficiales que demuestran que la desigualdad en el país se hizo mayor con la llegada de AMLO a pesar del discurso de que serían primero los pobres, también es cierto que les dio trato preferencial a algunos de sus amigos como Ricardo Salinas Pliego, pero hay otros como Carlos Slim que siempre encuentra oportunidad para hacer jugosos negocios y con la 4t no fue diferente.
Así que se puede contrastar el mundo imaginario de López Obrador con el real, veamos. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), estudio actualizado el 23 de mayo, son millones de mexicanos lo que han visto disminuir significativamente sus ingresos; en el cuarto trimestre de 2018, el número de personas que ganaban hasta 1 salario mínimo fue de 8.5 millones en cifras cerradas, para el primer trimestre de 2022, el número de mexicanos que recibía hasta un salario mínimo aumentó a 19.1 millones en cifras cerradas. Es decir, aumentó en más de 10 millones el número de mexicanos que solo ganan un salario mínimo, ingreso insuficiente para comprar la canasta básica.
Y eso no es todo, el informe World Inequality Report 2022 (Informe de Desigualdad Mundial 2022) detalla que “en México, el 10 por ciento de la población más rica gana 30 veces más que el 50 por ciento del grupo más pobre. Este grupo de mayor riqueza concentra el 57% de los ingresos totales en el país, mientras que la mitad de los más pobres poseen solo el 9 por ciento” (animal político/2021/12).
Por su parte, Forbes indica que, de los 10 multimillonarios mexicanos, ocho aumentaron en 28 por ciento sus fortunas en el año 2021, y “en 2020 las 36 principales fortunas del país sumaron 171 mil 490 millones de dólares, un 20 por ciento promedio más que en el 2019”.
Y aun así López Obrador dijo recientemente que está proyectando pasar de la austeridad republicana a la pobreza franciscana para darle más a la gente, sin embargo la entrega monetaria no impacta en el rubro de la producción, sino en el consumo, por lo que los beneficiarios se gastan el dinero en la compra de comida, en curarse una enfermedad y en la compra de medicamentos, porque con la beca hay que resolver todo y eso no alcanza dado el alto grado de empobrecimiento en que se encuentra el país aunque la 4t quiera ocultarlo.
Pero aquí hay otro engaño. De acuerdo con datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el presupuesto destinado en 2022 para estos Programas y Proyectos Prioritarios fue de 1.68 millones de millones de pesos, mientras que el presupuesto restante para otras áreas fue de 1.06 millones de millones de pesos. A programas sociales en específico se destinan aproximadamente un millón de millones de pesos, que representan 1% del Producto Interno Bruto. Esta cifra es superior a la que se otorga para inversión en infraestructura, que es de 700 mil millones de pesos.
Está demostrado ya que el gobierno de Morena invierte en programas clientelares y la población más pobre de México se ve afectada con la eliminación de programa e instituciones que contribuían aligerar su pesada carga, pues los recursos dedicados al gasto social descendieron drásticamente, además se eliminó el Ramo 23 que permitía elevar la eficacia y eficiencia en atención a la infraestructura básica.
Los mexicanos estamos padeciendo los efectos negativos de los recortes presupuestales, porque en los hechos se ha demostrado que endurecer la política de austeridad no garantiza beneficios para el pueblo. Los antorchistas siempre hemos sostenido que el principal problema de México es la creciente desigualdad y no la corrupción como sostiene el presidente, la solución, por tanto, consiste en el reparto más equitativo de la renta nacional mediante una reforma fiscal progresiva, esto es que el estado cobre impuestos mayores a las fortunas más grandes y cobre menos, o nada, a las clases trabajadoras.
Además, el gobierno debe garantizar empleo y salario digno para todos los mexicanos y aplicar una reorientación del gasto social, invirtiendo tanto en obra pública como servicios básicos para los pobres y marginados de México, porque hasta ahora no se ve el bienestar prometido, aunque sea parte de la retórica gubernamental de la 4t