La Casa de los Perros: Zacatecas y los rencores de López Obrador
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
En lo que será la LXIV Legislatura local, las calabazas comienzan a acomodarse. Y así, mientras los todavía diputados ya andan preocupados por marcharse sin llevarse consigo ni lápices, ni llantas y, muchos menos frigobares, los que vienen ya sostienen reuniones informales de trabajo. Quieren llegar con todo.
Por lo pronto, ya se habría llegado a los primeros acuerdos al interior del Partido del Trabajo. La decisión: que Xerardo Ramírez sea el coordinador de la bancada petista que integran además Ana Luisa del Muro y José Luis El Cepillo Figueroa.
Xerardo Ramírez movió muy bien sus fichas e hizo valer la calidad de haber sido, de los tres, no sólo el que llegó por el voto directo de los ciudadanos, sino el haber sido uno de los 30 futuros legisladores más legitimado con la confianza de los capitalinos.
Por parte de Morena, y para aquellos que la veían en una posición en el gabinete del gobernador electo David Monreal Ávila, trascendió que Priscila Benítez no quiere soltar la posibilidad de cumplir su sueño de sentarse en una curul y, además, coordinar a los de la bancada guinda.
Ella luchó mucho por llegar, aunque sea por la vía plurinominal, a la Legislatura de Zacatecas. Dicen que el haber aguantado uno y mil sinsabores cuando dirigía en Guadalupe al ejército electoral, perdón, a los servidores de la Nación, no lo quiere volver a vivir. Ahora ella quiere ser la patrona, aunque comparta el mando con 29 más.
Susana Barragán, con su padre, Le Roy Barragán como asesor, se alista para ser la coordinadora de la minibancada que integran ella y Soralla Bañuelos de la Torre, la líder del SNTE que, nomás rindiendo protesta, solicitará licencia.
Por su experiencia en el ámbito parlamentario, esta sería su tercera legislatura, Juan Mendoza ya se ha declarado listo para dirigir a los perredistas en la cada vez más disminuida bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El senador Ricardo Monreal fue quien llevó a los cuernos de la luna a los perredistas en Zacatecas, Amalia García los sostuvo hasta que se le ocurrió la idea de apoyar a Antonio Mejía Haro como candidato a la gubernatura. Esa decisión sepultó, en manos de Miguel Alonso Reyes, al PRD en Zacatecas. Después de eso, el partido ya no ha visto la suya.
Obviamente en el Partido Acción Nacional, tampoco les costó mucho trabajo dilucidar el que sea Lupe Correa el coordinador de los diputados
En donde las cosas no tienen pies ni cabeza es en el Partido Revolucionario Institucional. Por más que la excandidata a la gubernatura, Claudia Anaya Mota, los llama a la cordura y al trabajo en unidad, los priistas se empeñan en seguir los pasos del sol azteca. Al parecer no vieron esas barbas remojar.
Aquí, el pleito está entre Jehú Salas Dávila, Herminio Briones y Gaby Basurto, quien llega pisando fuerte. Ella es una mujer muy preparada que sin duda haría un gran papel al frente de la bandada tricolor. Pero en el PRI, la sangre machista está presente y son los masculinos los que quieren seguir llevando la batuta.
Eso sí, quien ya trabaja a marchas forzadas para tener el vetusto edificio listo para la llegada en septiembre de los nuevos diputados es el secretario general Eduardo Rodríguez Ferrer.
Poco a poco, y como no queriendo, ya pidió a los diputados que deberán entregar las llaves de sus respectivas oficinas a principios de septiembre, que lo hagan antes. Total, ya ni van a trabajar y a él le urge darle una manita de gato y, claro está, revisar con lupa que nadie se lleve nada que no sea suyo, incluidos, obviamente, los lápices.
Por cierto, Eduardo Rodríguez va caminando muy bien en su nueva posición en el Congreso de Zacatecas. De hecho, se comenta que ya le agarró el gusto a eso de ser el secretario general y que anda feliz, feliz, feliz. Bien por eso.
Por fin lo recibieron
Si bien no tuvo el recibimiento que le dieron al gobernador de Aguascalientes, Martin Orozco, en donde la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lideró la reunión en la que además estuvieron presentes Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana; Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, y Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, la intención de abrirle la puerta al todavía inquilino de La Casa de los Perros se valora.
En el gobierno federal, se sabe, ya están contando las horas para que los nuevos gobernadores de Morena tomen posesión y poder consolidar la política de seguridad de Andrés Manuel López Obrador: abrazos y no balazos, a nivel nacional.
Por ello, así como que muchas ganas de recibir a quien en 65 días entrega el poder, ya no le ven ni caso.
Aun así, Rosa Icela Rodríguez le hizo la cortesía al gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna y, según el boletín de prensa, recibió la petición de reforzar la presencia de la Guardia Nacional y Ejército Mexicano en las zonas limítrofes con el estado.
Hoy en día, los gobernadores de los estados vecinos, léase, San Luis Potosí, Durango Jalisco, Guanajuato y Coahuila, han optado por blindar sus fronteras con Zacatecas. Tienen miedo de que los malos que aquí viven y trabajan a sus anchas se brinquen a sus tierras.
Alejandro Tello, quien todos los días se levanta rogando a Dios que este suplicio llegue a su fin, se ha resignado y por lo menos hace el esfuerzo de viajar a la Ciudad de México y tratar de que López Obrador y su 4T, aunque sea de reojo, miren a Zacatecas.
Obvio, el mejor presidente del mundo mundial ahorita anda más ocupado en tapar las corruptelas de sus hermanos que, a manos llenas, recibían “préstamos” millonarios sin aval (Que su abuelita de Batman se los crea), que en hacer algo por traer paz a Zacatecas.
Por eso, qué le puede importar a López Obrador, un estado al que siempre mantuvo en el abandono porque jamás perdonó a Alejandro Tello lo que en campaña le hizo y tampoco olvidó las expresiones poco afortunadas de la esposa del gobernador en su contra. Los rencores personales del líder de la 4T, al final, los acabaron pagando los zacatecanos.
Lo peor del caso es que, si el líder en el Senado sigue llenando de piedritas el saco que Andrés Manuel le tiene a Ricardo Monreal, otra vez Zacatecas será quien pague los platos rotos, porque entonces David Monreal dejaría de ser, en infinitum, el “amigo del presidente” que tanto se presumió en campaña.
Vaya, vaya con esta transformación ¿de cuarta?
Nos vemos pronto…
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