La Casa de los Perros: Otra vez Morena y el D21 en el ojo del huracán
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Cuando anunciaron la llegada del senador Alejandro Peña Villa, como delegado nacional de Morena en Zacatecas, los militantes, simpatizantes y demás amigos se preguntaban ¿Quién es?
Lo más que se supo era que entablaba cercana amistad con el mandamás en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila. Pero de ahí en más, nada del pasado o presente del gris senador.
De pronto, con el pretexto de un contagio por coronavirus, Alejandro Peña se desapareció del mapa. Aunque, habrá que decirlo, en los pocos días que fue funcionario de Morena en Zacatecas, su actuar fue idéntico que en el Senado: sin pena ni gloria.
De hecho, su “renuncia” pasó desapercibida hasta que llegó a Zacatecas la maestra Adela Piña Bernal, actual diputada plurinominal por la cuarta circunscripción de la Ciudad de México. Ella, con unos 450 legisladores más, forma parte de la bola en San Lázaro que sólo cobra puntual su dieta, pero que no tienen la mínima influencia en las decisiones que en la Cámara de Diputados se toman. Como quien dice, un cero a la izquierda.
Y cuando comenzó a reunirse con los aspirantes a las candidaturas de todos los puestos habidos y por haber, se supo exactamente por qué Adela Piña no pinta en la LXIV Legislatura federal.
La enviada de Morena es una mujer, según describieron los propios suspirantes, sin carácter, tibia y sin el mínimo poder decisión. Llegó sólo a pedir a los cientos que se registraron en busca de un hueso, que platicaran entre ellos y llegaran a un acuerdo de unidad. La risa de los que pelean con uñas y dientes las candidaturas fue loca, muy loca.
Por eso, todos lo saben, las verdaderas negociaciones se llevan a cabo en la Ciudad de México, con las cúpulas, con los que mandan. Adela Piña es, ni modo, hay que decirlo, un mueble más en el escenario de este lamentable show llamado Morena.
Por ello, eso de venir a Zacatecas a girar instrucciones para que la tesorera Gladys Campos Villanueva, sea quien tome las riendas del partido ocasionó sólo encono, protestas y más pleitos innecesarios de los que de por sí ya carga en la espalda Morena. Como si le faltarán más prietitos en el arroz.
Aconsejada por Javier Reyes Romo, quien se presenta como la mano derecha del exgobernador Ricardo Monreal, la diputada Adela Piña busca –a eso la mandaron—que los integrantes del D21 se queden con el manejo total del partido en Zacatecas. Bueno, del partido no tanto, del dinero del partido sí.
Esta enviada del divisionista Mario Delgado intentó dar madruguete y se encontró con que los del otro lado ya se habían organizado y echaron abajo sus planes iniciales. Pero en el D21 son muy persistentes y hoy, a como dé lugar, y desde su cuartel general, el Hotel Don Miguel, van por todo.
Esto se va a poner muy bueno.
Yo no fui fue Teté
Luego del vergonzoso acto inmoral de la 4T en Zacatecas, en el que alguien permitió que 33 ancianitos pudientes se vacunaran en una de las comunidades más pobres del estado, dejando sin oportunidad justamente a los que menos tienen, ahora esa papa caliente obviamente no la quiere nadie.
A unas horas de que comenzaron a circular las actas, las fotografías, las credenciales de elector y las listas de los gandallas, a los primeros que se culpó, por parte de los representantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fue a los médicos y enfermeras de los Servicios de Salud de Zacatecas. Osea, al gobierno diferente que encabeza nuestro todavía inquilino de La Casa de los Perros.
Pero ellos sí, en infinitum, y en voz de Gilberto Breña Cantú, aclararon que en ese entierro ellos no tienen ninguna vela. Apenas y si los dejan ver las vacunas, mucho menos contarlas o decidir a quién sí y a quién no se le aplican.
En el Gobierno de México, desde un principio, marcaron su distancia y con nula diplomacia, como es su característica, hicieron a un lado al gobierno estatal.
Después, fijaron sus baterías en la coordinadora del Plan Nacional de Vacunación contra Covid-19, y encargada de la Oficina de Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Zacatecas, Saandra Durán Vázquez. Pero claro, ella tampoco está dispuesta a pagar los platos rotos por otras… personas.
Y también, con puntualidad, aclaró que si bien ella es quien resguarda, con apoyo de la Sedena y la Guardia Nacional, las preciadas vacunas, no es quién para autorizar que se inocule a tal o cual persona.
Ojo, lo dijo muy puntual: la Coordinación de Brigadas Correcaminos en los estados nada tiene que ver con el proceso de registro, verificación de datos y aplicación del biológico. ¡Ah!, y lo olvidó, tampoco con la toma de fotografías a los vacunados y a sus credenciales del INE.
Saandra Durán ya dijo que como ella trae la conciencia limpia, este escándalo de corrupción deberá ser investigado, porque el incumplimiento de los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19 no deberá pasarse por alto. La orden para dicha investigación se lleve a cabo ya ha sido girada.
Pero muy atentos. Como culpar a los SSZ no funcionó, y tampoco resultó apuntar con dedo flamígero a la mera mera del IMSS en Zacatecas, ahora el blanco de las acusaciones es la diputada local de Morena, Mónica Borrego Estrada, y todo porque algunos miembros de su familia forman parte del selecto grupo de los 33 gandallas.
Tocará a ella deslindarse del acto y, ahora sí, señalar a las o los verdaderos culpables –Mónica Borrego tiene información de primera mano–, para que reciban la sanción correspondiente. Lo que menos se quiere en Zacatecas es que el tema se olvide y quede impune. Eso no.
Más libros para los zactecanos
En la Biblioteca Estatal “Mauricio Magdaleno”, representantes del gobierno municipal de Tabasco recibieron de manos de Simitrio Quezada, coordinador estatal de Bibliotecas de Zacatecas, más de 800 libros y 360 revistas para aumentar el acervo de las seis bibliotecas públicas de esa localidad.
Feliz y contento se regresó a Tabasco, Salvador Santana Hernández, responsable municipal de las bibliotecas, quien emocionado prometió continuar reactivando el fomento a la lectura y el aprendizaje en las comunidades El Chique, Cosalima, San Luis de Cústique, El Jaralillo, Ciénega de Abajo y la cabecera municipal.
Simitrio Quezada destacó que la biblioteca de Cosalima es la más beneficiada en esta ocasión, ya que recibió más de 400 volúmenes de reciente edición, pero ahora falta que las autoridades municipales cumplan con el compromiso de construir un baño para la biblioteca “Gabriel García Márquez”, de la comunidad San Luis de Cústique, en donde en breve quedará instalada la ludoteca familiar 87.
Nos vemos el lunes
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