En Michoacán se aspira a una sociedad informada e igualitaria
SARA LOVERA
Quienes pueden hacer proyecciones, no sólo sanitarias o económicas, coinciden en que la pandemia Covid19 revolucionará las formas de vida cotidiana, la perspectiva social, el cómo se organizará la economía y desde luego las relaciones entre gobierno y la sociedad. Lo de la comunicación es crucial.
Un aspecto central es que esta crisis dejó ya en claro que es de primera importancia vivir ahora sí, en armonía entre hombres y mujeres. Hay crisis, como la de la Segunda Guerra Mundial, donde las mujeres sustituyeron a los hombres que fueron a la guerra y luego las quisieron regresar a casa. No se pudo. Ni habrá pasos atrás en esta época, el confinamiento ha dejado en claro cómo los hombres no entraron todavía a compartir el trabajo doméstico y en muchos casos, se exacerbó su violencia machista.
Es fundamental que haya nuevas reglas para la información y la publicidad, si en verdad queremos contar la historia del Covid19.
Como sucede en otros campos, llama la atención cómo en Michoacán, con un gobierno socialdemócrata, mientras otros gobiernos no saben qué hacer, se pusieron bases sólidas para promover un cambio cultural de gran aliento, que se prueba día a día en esta crisis. Los medios de comunicación, como la escuela, son una columna vertebral sustantiva, para propiciar un cambio de miradas y el fin de una sociedad que discrimina, golpea y humilla a las mujeres.
En todas las discusiones sobre los medios, nunca está ello como tema central. Hay tímidas iniciativas, muy limitadas, por ejemplo, al campo, exclusivamente, de los medios públicos. O conocemos las acciones de la sociedad o de la Secretaría de Gobernación frente a los medios que atizan, con sus miradas, la violencia contra las mujeres.
Los cambios por venir y los que ya hay en Michoacán pueden generar susceptibilidades. Pedir respeto a la mitad de la población, un uso no sexista del lenguaje, reconocer los entresijos de la violencia encasa, el valor de la vida familiar, tomar en serio los temas de ambiente, indígenas o de la condición de las mujeres, se interpreta como límites a la libertad de expresión.
Hay un cambio federal para distribuir la publicidad, pero en todos los acercamientos de mejorar la relación de los medios con los gobiernos, el gran ausente es el tema de género.
Naturalmente esto encierra una gran interrogante. ¿Qué se hará en ese rubro, de cara a la paridad total, de cara a un marco jurídico que garantiza todos los derechos a las mujeres, la diversidad y el reconocimiento al respeto a la madre tierra? Cosas que aún siguen pendientes.
El 29 de octubre de 2018 mi colega Rogelio Hernández experto en libertad de expresión anticipaba los cambios que venían entre los medios y los gobiernos.
Abonó su pensamiento en ese primer derecho humano: acceder a la garantía de la libertad de expresión y del derecho a la información, una para todas y todos, la otra el compromiso de los medios a informar profesionalmente a la sociedad, al pueblo, de modo que ambas libertades y derecho no se vea comprometida y vulnerada a causa de las malas prácticas en la contratación y promoción de publicidad en los distintos medios de comunicación.
Apuntó entonces cómo los periodistas son vulnerados por la censura, las malas condiciones laborales, la falta de garantías en seguridad, el condicionamiento de las líneas editoriales, la distribución desigual e inequitativa de la pauta de la publicidad oficial, la asignación discrecional y arbitraria de esa; así como el gasto excesivo, que son realidades indiscutibles.
No ha cambiado casi nada, salvo que en el terreno federal donde, sin filosofía, se disminuyeron de manera brusca los recursos publicitarios. Pero en el sentido de fondo, ese que nadie quiere tocar, porque en política los medios y sus “servicios” son muy considerados. Al mismo tiempo la tendencia a desacreditar el trabajo profesional ha crecido.
De ahí que llame poderosamente la atención lo que sucede hace ya, algunos años en Michoacán, más allá de las reglas, que para bien han sido mejoradas, incluso en transparencia, desde el año pasado Julieta López, la coordinadora de Comunicación Social, anunció y luego puso en marcha una nueva regulación publicitaria.
En una entrevista a Publímetro explicó detalladamente el tema. Se trata de una nueva reglamentación que apela a un ejercicio informativo veraz, oportuno, profesional, ético y responsable.
Los lineamientos son claros y modernos. Para la contratación de publicidad señalan que hay primero que establecer reglas claras en la dupla, ejercer la libre expresión, pero garantizar el derecho de la gente a estar bien informada.
Atender a los nuevos retos, con cambios como gobierno, como sociedad, y el campo de los medios de comunicación no es ajeno a ello. Hoy, la contratación de publicidad gubernamental tiene que ser un tema abierto, de rendición de cuentas y de reglas claras en materia de orden y transparencia, y ello significa que al comenzar 2020 será toral para la implementación de los Lineamientos Generales para el Registro en el Padrón de Medios de Comunicación Impresos, Electrónicos, Digitales y Alternativos, instrumento creado por la dependencia a cargo de Julieta López para sentar las bases de una nueva relación entre el gobierno estatal y las empresas dedicadas profesionalmente al quehacer informativo.
La cuestión es muy sencilla. Apela a un ejercicio informativo veraz, oportuno, profesional, ético y responsable, tal como la sociedad lo exige. Como lo sugiere la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Estos nuevos lineamientos para la contratación de publicidad implican en la asignación de contratos, así como una mejor aplicación de los recursos públicos. La gente va a tener a su disposición toda esa información. La nueva política abona a la construcción de una sociedad mejor informada. ¿Cuáles son estos preceptos que incluye el gobierno de Michoacán a diferencia de lineamientos publicados en otros estados del país? –Regula de manera integral la contratación de publicidad. Incorpora elementos innovadores, como la recomendación para que los medios no hagan apología del delito; se evite el uso del lenguaje discriminatorio o sexista; no incurran en la difusión de noticias falsas y, por otro lado, se alienta la diversidad y la pluralidad de los medios con contenidos en lenguas originarias. La nueva reglamentación obliga a destinar el 7% de los recursos a las estaciones comunitarias legalmente establecidas. Asimismo, prohíbe la promoción de la imagen del titular del Ejecutivo y cualquier otro funcionario.
Un día, no hace mucho, en Nuevo León, los comunicadores y las comunicadoras sociales, me dijeron, una vez planteado el tema de la discriminación femenina, que no habría quien incluyera, por ejemplo, el lenguaje no sexista, si no había sanciones. Una, dijeron, es establecer nuevas reglas para las pautas publicitaria, quienes hagan apología del machismo, la violencia de género, la disminución de las imágenes de las mujeres, no deberían recibir recursos publicitarios.
Lo que sucede en Michoacán, no es tan explícito, pero sí pide, si usted quiere estar en el catálogo, ser considerado su medio, tendrá que eliminar el lenguaje sexista, la apología del delito -como el feminicidio-, y reconocer la diversidad sexual, la importancia del medio ambiente, y no publicar noticias falsas. Esto en relación a las mujeres es lo que los medios violan sistemáticamente, a pesar de indicaciones en las leyes sobre violencia de género, igualdad, no discriminación, etcétera.
No habrá censura, pero no habrá publicidad si el tema sigue siendo dar apología al machismo. Este es uno de los profundos sentidos de las nuevas reglas en Michoacán, que bien podrían ser emuladas en otros ámbitos y gobiernos.
Habría que reconocer que en Michoacán los gobiernos socialdemócratas han puesto semillas fuertes para contribuir a un cambio cultural con una perspectiva de inclusión, como se dice, una perspectiva de género.
He escenificado ese proceso. Me atrevo a decir que hay acciones continuadas. Lo que tomó como visión el gobierno de la entidad, que, si no es “feminista”, realmente está realizando un esfuerzo para contribuir al camino de la igualdad, que las mujeres hemos recorrido ya hace más de 250 años. Los ejemplos están a disposición, con calendario y todo, no sólo con talleres y capacitación, sino con campañas, profesionalización de periodistas y un observatorio de medios. Hoy las nuevas reglas publicitarias, harán la diferencia.