La Casa de los Perros: Zacatecas y sus diputados agachones e incompetentes
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Hace cuatro años, en junio del 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció una tesis que hoy día debiera ser observada, sin tapujos, en todos los estados de la República.
La primera sala del máximo tribunal, encargada de conocer asuntos civiles y penales, estableció que las leyes de cualquier estado del país que considere que la finalidad del matrimonio «es la procreación, o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional».
Así, desde ese año, Zacatecas, que siempre se ha jactado por ir “a la vanguardia” en lo que a legislación se refiere, debió haber reformado sus leyes para que, sin necesidad de recurrir a un amparo, todas las parejas, y todas son todas, puedan contraer matrimonio sin problema cuando y en donde quieran.
Pero, a pesar de que la SCJN buscó evitar que se vinculen los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales, para que en México se diera un paso adelante en la defensa de los derechos humanos, y se dejara atrás la exclusión y la discriminación injustificada, Zacatecas padece aún el pecado de tener diputados que obedecen los dogmas medievales que se dictan desde la Basílica Catedral y La Encantada, y bajan la cabeza ante grupúsculos ultraderechistas que con rezos frenan el desarrollo de la sociedad.
Por lo pronto ayer, apanicados porque menos de 30 personas, con la “palabra de Dios” por delante, los amenazó y les “tomó” el edificio del Congreso del Estado, no sólo bajaron el tema del Orden del Día de la sesión, sino que además accedieron, de manera por demás incorrecta, a llevar a consulta no el que la gente se case con quien quiera, sino el respeto a los derechos de terceros.
Lo único que hacen los integrantes de la LXIII Legislatura es retrasar algo que, tarde o temprano, y aunque al obispo Sigifredo Noriega Barceló y a Iris Aguirre y sus 29 seguidores no les guste: imponer la jurisprudencia de la SCJN.
En este vergonzoso proceso en donde el Estado Laico es pisoteado, ojalá que por lo menos alguien, por el amor de Dios, asesore a la diputada presidenta de la Mesa Directiva, Susana Rodríguez Márquez, que evitar que, como ayer, siga escupiendo en comunicados de prensa que su objetivo es “darle voz a todos los zacatecanos y evitar que se vulneren los derechos humanos”.
Al leer su boletín de prensa, todo Zacatecas entendió por qué la LXIII Legislatura es la peor que ha tenido Zacatecas en su historia, ya que acceder a consultar si se respetan los derechos no debía ni siquiera ser tema, ni tampoco se tendrían que destinar recursos en “mesas técnicas” ni foros distritales en Fresnillo, Jerez, Zacatecas y Guadalupe.
Puntos de acuerdo
Y pues como los integrantes de la LXIII Legislatura no saben más que elevar en Tribuna Puntos de Acuerdo, que no son más que inútiles llamados a misa, ayer dejaron pasar su oportunidad de hacer historia para, en cambio, subir orgullosos nueve sentimientos que con alegría votaron. De risa loca, en verdad.
Para empezar, quieren que Julio César Chávez, alcalde de Guadalupe (si hay presidente municipal, aunque lo dude), les diga cómo va el asunto de las luminarias; requieren además que Benjamín Medrano Quezada, como presidente del Patronato de la Fenaza, comparezca antes de que inicie la máxima fiesta de los zacatecanos, por supuesto, suponemos que para negociar sus entradas VIP a los conciertos.
Envalentonados, y no se sabe ni por qué, también quieren que el inquilino de La Casa de los Perros deje de usar los recursos públicos con fines electoreros. Obviamente, los diputados quieren tener ese monopolio, faltaba más.
En voz del de Morena, el fresnillense Omar Carrera Pérez, la LXIII Legislatura quiere además que a la de ya, las empresas mineras cambien su domicilio fiscal a Zacatecas, a pesar de que, en esta entidad, y si no pregúntenle a Newmont Goldcorp, no tienen ni siquiera la certeza de que sus inversiones están a salvo.
Pero, como los diputados son amantes de la naturaleza, también hicieron un llamado al gobernador Alejandro Tello Cristerna para que destine recursos al salvamento de las pocas águilas reales que todavía quedan allá en Monte Escobedo. Esto lo pensaron apenas, por ello no lo escribieron, en tiempo y forma, en el Presupuesto de Egresos 2019, el mismo que ellos aprobaron.
Como dueños de la verdad y la honestidad, los legisladores locales también quieren que el director del IZC, Alfonso Vázquez, vaya y les cuente que no tiene ningún conflicto de interés con la Orquesta Sinfónica, y que, si dicha agrupación es beneficiada con suficiente presupuesto, no es porque él lo ordene, sino porque hay mucho talento ahí.
Pero, además, en la sesión de ayer, exigieron a Tello Cristerna que, de una buena vez, despida a Adolfo Márquez del Incufidez porque, simple y sencillamente, al diputado de Encuentro Social, Javier Calzada le cae mal, le agarró tirria y punto.
Ya cuando el gobernador haya cumplido con las órdenes de los legisladores, no puede olvidarse que tienen otro capricho que tampoco plasmaron en el Presupuesto de Egresos del 2019: el apoyo a gente con situación de calle.
¿Y si mejor se ponen a legislar?
Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes
