La decisión municipal
SARA LOVERA
He observado con acuciosidad los temas abiertos por el todavía candidato ganador a la presidencia de la República y presidente virtual. Esos temas, que llamo de superficie, convoca exponencialmente a opinadores y “analistas”, sin haber entrado a las cuestiones que significarán una recomposición política de grandes efectos y un espacio de gobernabilidad en el reto de la probable Secretaria de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero.
En SemMexico, nuestro portal informativo, dos reportajes se acercan con profundidad a lo que sucedió en el espacio local, investigación de la periodista Soledad Jarquín Edgar. Cómo para pensar, porque ahí, como ha probado con todos sus estudios Alejandra Massolo, es donde se construye y desarrolla la vida cotidiana.
La primera y sorprendente cifra es de 435 presidencias municipales que estarán en manos de las mujeres. Es decir casi la mitad de las disputadas hace un mes dos días en las elecciones del primero de julio. El impacto es preciso, en el país de casi 2 mil 500 municipios muestra que en unas semanas casi 800, el 29 por ciento de los municipios del país serán gobernados por mujeres. 333 están en funciones. En esos espacios, se decía no hace mucho tiempo, es donde se generaba una base electoral sustantiva. Hablábamos de espacios manipulados, de operación del antes partido de Estado –el PRI- y donde ha encontrado cobijo el crimen organizado.
La segunda gran sorpresa es que las ofertas partidarias no lograron, como en los otros espacios, darle al partido del que será el próximo presidente, la mayoría. Sumo los datos. Otros partidos lograron 419 alcaldías, Morena y sus aliados 85.
Interesante, sólo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con alianzas o coaliciones, obtuvo la mayoría de los municipios que ganaron mujeres: 169. Habrá que ver cómo le fue con los presididos por los hombres. Ellas gobernarán algunas importantes capitales o ciudades.
Las fuerzas políticas del PAN, PRD y PMC, y las diversas alianzas que hicieron con otros partidos políticos, incluyendo una con el PES, el PVEM y Renovación Sudcaliforniana y Humanista de BCS, sumaron 155 municipios.
En tanto Morena, Partido del Trabajo y PES, separados o juntos, suman un total de 85 municipios ganados por mujeres.
Esta evidentemente es una composición interesante. En esos municipios, muchos indígenas y rurales hacen su agosto las compañías mineras canadienses -sobre lo que nadie habla- donde está en riesgo el medio ambiente y se sabe del despojo de tierras.
Ello significa que las mujeres gobernarán en muchos municipios abandonados y sin presupuesto, donde no ha llegado la política de género. Pero está la lucha de las mujeres contra la imposición, sin diálogo, en espacios conflictivos como el de los campos eólicos; donde escasea el agua y los servicios; donde son elefantes blancos clínicas y hospitales de alguno de los numerosos programas de salud, de uno, otro y otros gobiernos hace 50 años, sin mobiliario, aparatos médicos y medicinas; donde están las llamadas escuelas incompletas, algunas verdaderamente derruidas; donde niños y niñas no tienen clases la mitad del año por los paros magisteriales. Se diría el México profundo. Curioso, ahí la población, además, no votó por “la cuarta transformación”, ahí donde la marginación es insultante.
Las y los opinadores están viendo solamente algunas capitales ganadas por MORENA y sus aliados y aparentemente mayorías en los Congresos Locales, en tanto todavía no sabemos el tamaño de la composición real, en vista de muchas elecciones están impugnadas.
Según la contabilidad de Soledad Jarquín Edgar las candidatas del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en solitario, sólo ganó 10 ayuntamientos (2.29 %), el Partido Movimiento Ciudadano, solito. ganó 13 alcaldías (2.98 %); el Partido Verde Ecologista 12, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Podemos mover a Chiapas seis cada uno. El Partido Socialdemócrata, Partido del Trabajo y Partido Chiapas Unido ganaron dos alcaldías cada uno, lo que equivale al 0.45 por ciento, respectivamente.
El asunto del poder local, donde la mayoría votó distinto a Morena es un flanco de la realidad electoral que mantendrá, eso sí le dan importancia, un espacio político, social, de lucha contra la violencia, sustantivo para partidos perdidosos, algunos, que incluso, están en peligro de perder su registro. Interesante y aleccionador.
En esos municipios donde gobernarán las mujeres, veo los municipios y respiro, la gente invitada a foros sobre la seguridad y la paz, a discutir el futuro energético y otros “grandes temas”, son suyos, otras cosas determinan su vida de cara a la cotidianeidad, su concurso es y será, dirán, limitado, pero ¿quién sabe? Un segundo ejercicio será ver de qué población estamos hablando. Lo que importa es que ahí no llegó Morena. Importante será ver detenidamente de qué estamos hablando.
Y finalmente, no podemos olvidar que la llegada exponencial de mujeres al poder local es resultado de la reforma política de 2014 cuando se instituyó la paridad en las listas electorales que grupos de mujeres de la sociedad civil feminista y otras de los partidos políticos, empujaron a lo que se conoce como paridad vertical y horizontal. Apenas hace 5 años los municipios gobernados por mujeres eran apenas el 3.5 por ciento. Luego subieron al 7 por ciento. En 2017 llegaron a poco más del 15 por ciento. En 2018 se duplicaron. Veremos.