Candidatos llamados a cumplir
SARA LOVERA
De Cara al silencio de la y los candidatos a la Presidencia, Margarita Zavala, sobre la zaga por la libertad y los derechos de las mujeres, los problemas de desigualdad y hasta hace poco también el silencio de las mujeres, quienes durante muchos años han intentado juntarse, organizarse y hacer presión política, es una noticia fantástica que ya haya algunos pasos por delante.
Durante años hemos intentado todo. En los últimos 20 o más, cuando nacieron Mujeres en Lucha por la Democracia, la agrupación Diversa, luego las iniciativas de la Convención Nacional de Mujeres, Avancemos un Trecho y el Parlamento de Mujeres, intentamos propuestas plurales y completas para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Y los derechos…
Probablemente el público no sabe de todos estos esfuerzos. De esas iniciativas, variadas, diversas, plurales, de las cuales surgieron cambios y políticas públicas, leyes de gran utilidad para la democracia. Durante cinco o siete épocas electorales, con los mismos objetivos y más, buscando cuotas, paridad electoral, presupuestos con perspectiva de género, políticas para atajar la violencia de género, cese a la muerte por aborto, con iniciativas, sobre todo de feministas y de activistas, se lograron consensos y acuerdos entre las más disímbolas mujeres.
En esos ensayos y aciertos, se sumaron como aliadas, políticas y funcionarias, hubo trabajo colectivo para armar lo que se llama agendas de trabajo, para que las y los que toman decisiones leyeran, se enteraran y, por supuesto, se comprometieran haciendo suya la agenda. Así logramos que candidatos hombres y mujeres, partidos políticos e instituciones, firmaran y se comprometieran. Desde luego los partidos políticos fueron asumiendo que había que incluir cuotas de participación.
El PSUM fue el primero, según recuerdo con mi chip de reportera. Tanto que años después hasta el PRI puso en sus estatutos la paridad. Gracias a políticas como Amalia García y María Elena Chapa, aliadas de las feministas y muchas otras, las menciono porque fueron tenaces y persistentes durante varias décadas.
Lo que quiero decir es que la búsqueda de la igualdad sustantiva no es algo que surgió espontáneamente ni es producto de una genial e individual idea. Es producto del diálogo, que entre mujeres es plural, comedido, en confianza y solidaridad. Las voces más diferentes, política o partidariamente, pudieron desde los años 80 ponerse de acuerdo para presionar en que los gobiernos se comprometieran para ampliar los derechos de las mujeres, humanos, políticos, sexuales y reproductivos y a no vivir violencia.
En estas elecciones, cuyo proceso se desarrolla en condiciones muy difíciles, con una tremenda desconfianza de la ciudadanía y la peor confusión ideológica en mucho tiempo, donde privan voces retrógradas en campaña, urgen voces plurales y feministas para hacer reflexionar a ciertas candidaturas y partidos políticos. Afortunadamente de las iniciativas que recuerdo, muchas mujeres pioneras están en condiciones de ser las continuadoras de estas agendas. Muchas ya han sido o son funcionarias, diputadas, senadoras, dirigentes de los institutos o secretarías de las mujeres.
Juntarse para ponerle a las y los candidatos los puntos sobre las “ies” es lo más sano y conveniente en esta hora. Tienen que saber que no fue la casualidad que hayamos logrado en la presente administración la paridad electoral y los presupuestos de género más abultados pero aún imperfectos.
Por eso es una gran noticia que se está armando una agenda de género, con las feministas, para discutir con ellas, a iniciativa de Patricia Mercado y Martha Tagle, ambas desde el Movimiento Ciudadano que dirige Dante Delgado. La primera encabeza la lista nacional del senado y la segunda una de las listas plurinominales a la Cámara de Diputados.
Por suerte, ambas tienen una larga trayectoria en el activismo civil por los derechos de las mujeres. Cómo prácticamente ya son una Senadora y otra Diputada, es bueno que con otras, como me han contado, feministas de distintas expresiones políticas empiecen a armar esa agenda.
Ya está escrito un documento, que obtuvo esta reportera, de Mujeres en Plural, un poco reiterativo en asuntos electorales, pero muy bueno; documento que se entregará un día de estos a los y las candidatas.
Por ahora, también me enteré se discute la mejor estrategia para lanzarlo. Así que será como en otros años, las mujeres pluralmente quienes propongan y hagan en favor de los avances logrados entre todas por muchos años y muchas acciones.
La democracia no es algo que se planea en lo oscurito, se practica todo el tiempo, entre quienes realmente buscan la mejora de las mujeres, las más pobres y desiguales de este sistema, a quienes los candidatos les quieren dar atole con el dedo –tarjetas rosas-; esperanza –como en el siglo XIX cuando llegue el cambio- o desesperanza viéndolas sólo como reproductoras de la especie. Al tiempo.
Veremos.