Día de Muertos en Zacatecas, en donde la muerte tiene permiso
SAÚL MONREAL ÁVILA
Ante la tradicional celebración popular y religiosa que se avecina este próximo jueves dos de Noviembre, día de Muertos, no podemos menos que reflexionar lo que implica esta fecha ante la crisis de violencia que está viviendo nuestra entidad, donde en promedio cada 12 horas es asesinada una persona, solo en los 284 días que han transcurrido de 2017 se han cometido 568 homicidios dolosos, (más lo que no se incluye en la estadística), y lo que se sigue acumulando a la fecha. El día de muertos es una dolorosa y ya cotidiana realidad de muerte cercana para una inmensa mayoría de los Zacatecanos.
El estado y su ambiente social se han venido descomponiendo gradualmente, y con él, la relativa paz de la que gozábamos a partir de 2007 aproximadamente, la violencia que afectaba a estados como Sinaloa, Chihuahua o Tamaulipas en aquel tiempo, que termino por envolvernos de la misma manera, o tal vez aun peor, cuando en Zacatecas la tasa de muertes por cada 100 mil habitantes se elevó desde un 5.24% en el periodo 2006 – 2007, a un 7.83, más de dos dígitos porcentuales en un solo año, tendencia que en las gráficas estadísticas muestra con sus altibajos, una tendencia sostenida a la alza, y a pesar que la entidad era considerada como relativamente de las menos afectadas por el crimen organizado hace una década.
A la fecha, Zacatecas se ubicó en el lugar número cinco con más asesinatos, al registrar 36 homicidios por cada 100 mil habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con datos del 2016. Tasa que se elevó ya un 700% en solo una década, colocando a Zacatecas como uno de los lugares más riesgosos para vivir en el país, sólo por debajo de Colima con 82 defunciones, Gurrero 71, Chihuahua 47 y Sinaloa con 43 homicidios por cada 100 mil habitantes, donde tambien hay tasas record de homicidios, y sin contar que no todos los asesinatos dolosos se contabilizan en esta estadística, tendencia que este año 2017 se ha agudizado, y que todo indica, este año puede ser el más violento en la historia moderna de la entidad, en más de un siglo, superado solo por aquel 1914, año de la toma de Zacatecas.
Obviamente, esto ha traído graves consecuencias, en la encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada a mediados del año por INEGI dio a conocer Junio 2017, la percepción de inseguridad entre marzo y junio pasó de 77% a 80% en el país, y de las 55 ciudades medidas, y lamentablemente Zacatecas y Fresnillo son parte infaltable ya, Zacatecas tiene una percepción de 86% de ciudadanos que se sienten inseguros y en Fresnillo un 88%, afectando con ello la inversión en el estado, por supuesto que a más violencia, a más muertes, menos estabilidad y menos intención de invertir por partes de inversionistas.
La inseguridad, violencia y crímenes en nuestra entidad, (que más pareciera un “collage” de escenas de Mad Max), han venido escalando a ojos vistas, y ante la ineficacia e indolencia gubernamental para imponer un estrategia eficaz de contención, ha provocado una verdadera inestabilidad social y un franco deterioro en la imagen del estado y de su gobierno, a pesar que no agrade o guste al ejecutivo estatal, que viene pidiendo a Periodistas que le ayuden no publicando lo que pasa, o dejando de declarar de ello, lo que ya habíamos señalado como la estrategia o la táctica del avestruz. De ninguna manera esa puede ser una salida. Esta administración priista conducida por el contador Tello se está posicionando a pulso como la peor de la historia moderna en términos de seguridad.
Qué más quisiéramos los Zacatecanos de poder celebrar con gusto las tradiciones Mexicanas tan llenas de simbolismos y de colorido que nos representan, de disfrutar los altares como los de Pátzcuaro, en Michoacán, recordando a nuestros muertos con alegría, de papel picado con figuras alusivas y de comer los platillos típicos de la época, de dar “Muertito” a los niños que vienen a las puertas de nuestras casas en esas fechas y regalarles los dulces tradicionales, y en suma de disfrutar la fecha haciendo un recordatorio de los días felices con nuestra gente que nos antecedió.
No es posible ahora, el día de muertos en este año y los últimos, han sido teñidos de una sensación dolorosa y muy tangible, solo en lo que va del año, a más de diez sepelios hemos tenido que acudir con pesar para acompañar y despedir hacia su última morada a gente cercana a nosotros, a familiares de ellos, amigos, conocidos, víctimas de la violencia que ha enlutado demasiadas familias, este año más que nunca, dejando un dolor que nadie merece, y que el régimen nunca podrá retribuir, que acepte o no, es corresponsable. Cada día que no se establece una estrategia adecuada, que no ataque de fondo el problema, es responsable en parte de los crímenes que se perpetren, de la gente que maten, guste o no a los responsables en los diferentes niveles de gobierno.
Hoy, en Zacatecas pareciera que la muerte tiene permiso, como fantasma que recorre las calles, y las casi 600 muertes que van solo este año en la entidad dan fe de ello. La impunidad de las empresas del crimen han provocado una escalada en la cantidad y en los perfiles de la gente que han afectado, y para este este día de muertos enviamos un pésame a todas las personas afectadas, que han sido despojados de un miembro de su familia, de alguien cercano, conocido o querido, pocos hemos escapado a ello, y esperamos que los festejos, las tradiciones que vemos se siguen a pesar de todo en esta fecha, sirva de recordatorio a las autoridades que tienen un deber, una tarea que cumplir, de que hagan su trabajo para nadie tenga que morir por la violencia irracional y sin sentido, hacemos votos por ello.
