La Casa de los Perros: Los ex gobernadores
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Que «si se mueve no sale en la foto» o «el respeto al sexenio ajeno es la paz» son algunas de las tantas frases de la política mexicana que ya han pasado a mejor vida.
Hoy, aquel con aspiraciones de hacerse de una candidatura a regidor, a diputado local o federal, alcalde, senador o gobernador tienen, por obligación, que hacer campaña, aunque sea con recursos públicos, mínimo dos años antes de la elección.
De las autoridades electorales -léase la FEPADE- no hay por qué preocuparse, ahí, como en Zacatecas, nunca pasa nada.
Por eso, el hecho de que la ex gobernadora Amalia García Medina, secretaria del Trabajo en el gobierno de la Ciudad de la México, y su hija, la diputada federal por Movimiento Ciudadano, Claudia Corichi García, se anduvieran paseando en su tierra este puente vacacional a nadie debe extrañarle.
Por ejemplo, Claudia Corichi acudió como invitada especial a la reinauguración del Jardín Morelos en Municipio de Villa García; ahí el alcalde Luis Santos se desvivió en agradecimientos por el apoyo que ese municipio recibió de la legisladora federal que le echó ganas para que los recursos llegaran como no lo consiguieron los diputados priistas a sus municipios. Ni modo.
La ex gobernadora, discreta como siempre, llegó a saludar a sus amigos y, de paso, en secreto, dejar en claro que su carrera política no ha terminado.
El que desde la convocatoria no fue muy discreto fue el ex gobernador Miguel Alonso Reyes, quien anunció acudiría al intrascendente informe de «actividades legislativas» de Francisco Escobedo Villegas, lo que nuevamente prendió las alarmas en La Casa de los Perros, en donde se tomó la decisión que fuera Cristina Rodríguez Pacheco, la que llegara a representar a su marido Alejandro Tello Cristerna, y con ello aguara la fiesta.
Esta decisión cambió los planes de Alonso Reyes quien prefirió mejor esperar a sus amigos invitados a su rancho en Malpaso. Además hubo quien lanzó una convocatoria en las redes sociales para recibirlo con fruta y verdura podrida.
Y, siendo honestos, Alonso Reyes, durante su sexenio no tuvo un enfrentamiento vergonzoso con algún grupo de manifestantes, siempre su equipo cuidó esos detalles y está no sería la primera ocasión.
En esa comida, tan llevada y traída este fin de semana en las redes sociales, no ocurrió nada más allá de lo que no supiéramos ya: el rompimiento entre el ex gobernador y el inquilino de La Casa de los Perros.
Desde el alcalde José Haro, hasta la diputada Isadora Santivañez, pasando obviamente por el ex secretario de Finanzas, Guillermo Huizar y la diputada Lyndiana Bugarín, todos coincidieron en qué hay agravios que no se pueden pasar por alto, siendo uno de ellos la citación que recibió el ex secretario de Gobierno, Jaime Santoyo, para que vaya a las oficinas de la secretaria de la Función Pública, Paula Rey Ortiz, para aclarar cómo se entregaron las concesiones al transporte público.
Otro agravio que no está dispuesto a pasar por alto el ex gobernador versa en las filtraciones que desde la oficina de la Coordinación de Comunicación Social se dieron sobre los gastos que ejerció en ese rubro. Ayudé a quien andaba en la lona y me pagó mal, se escuchó.
Por eso, y mucho más, los del equipo de MAR dijeron que ya son muchas piedritas en el costal y que como está por llenarse pues se defenderán con uñas y dientes. «Miguel Alonso siempre se ha caracterizado por cuidar a su equipo» dijo Isadora Santivañez, y así cerraron filas.
Y mientras Tello Cristerna la hacía de embajador de los gobernadores en Chicago, para defender a los migrantes, e interrumpió el viaje que Graco Ramírez, gobernador de Morelos y presidente de la Conago, siguió en Washington, Alonso Reyes volvió por sus reales.
Ahora falta esperar la respuesta de quien, les guste a muchos o no, ostenta el poder en Zacatecas. Los minutos empiezan a correr…
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