La Casa de los Perros: ¿Respuesta tardía?
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Fue el 5 de octubre de 2016 cuando a la oficina de la presidenta honorífica del SEDIF, Cristina Rodríguez Pacheco, llegó el oficio 146/2016 firmado por la representante sindical Mayra Janett Varela Saucedo, en el que se informa de la entrega de Actas de Hechos en las que varios trabajadores de la Casa Hogar para Jóvenes de Zacatecas denuncian diversas «irregularidades».
En el oficio se solicita tomar acciones para evitar «más incidentes que perjudiquen tanto a los trabajadores como a los albergados».
Según comentó a esta columna, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CEDHZ), Luz Domínguez, se iniciaron las investigaciones correspondientes desde el mismo momento en que el presunto abuso a menores en la Casa Hogar, se hizo público.
Por lo pronto, este mismo lunes acudirán visitadores y personal del área de Psicología, quienes llevarán a cabo entrevistas tanto al personal como, fundamentalmente, a los jóvenes que ahí habitan. Luz Domínguez dejó en claro que es prioridad proteger a los niños y adolescentes y velar por su plena seguridad.
De igual manera, se informó que el pasado viernes, fue interpuesta una queja en la CEDHZ, en contra de la directora, Guadalupe Álvarez García, la cual de mismo modo será investigada puntualmente según lo marca la Ley de Derechos Humanos en el estado.
Los Hechos
Según consta en las actas presentadas por la representación sindical –cuyas copias obran en poder de lasnoticiasya.com–, se denuncia el bullying que la directora hace a los niños, a quienes llama «rateros», mientras que a las niñas les dice «ofrecidas», «resbalosas» y «coquetas», además que existe trato elitista de parte de Guadalupe Álvarez, lo que no contribuye a un ambiente de cordialidad en la Casa Hogar.
Se habla de que la tutora Myrna golpea a los niños, y a algunos los expone al sol durante horas. También se denuncia el caso de la niña Nayeli, a quien «se encerró en la cancha de futbol» sin comida ni agua, para que ahí reflexionara sobre su conducta.
Otra denuncia presentada señala que cuando uno de los niños es castigado no se permite a nadie que le acerquen agua y mucho menos comida. Entre los castigos está el hacer el aseo tres veces al día de los baños. Cuando los albergados solicitan más comida se les niegan porque «están muy panzones».
Igualmente, las denunciantes aseguran que a los niños con alguna discapacidad no los atiende un enfermero y en ocasiones no reciben sus medicamentos.
Otro abuso que se deja de manifiesto en los documentos es que a algunos niños los hacen dormir en los baños junto a los cestos de papel, o en el suelo sólo con una cobija. A otros los obligan a dormir en una banca.
De las denunciantes se omiten sus nombres y datos, pues todas temen por su integridad.
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