La Casa de los Perros: La gallina de los huevos de oro llamada Cobaez

Para nadie en Zacatecas, y en México, resulta ser un secreto que los sindicatos, ellos sí en su papel, han logrado a lo largo de los años un sinfín de prestaciones de los gobernantes en turno que, se debe decir, tenían en la mira intenciones muy claras: mantenerlos a raya y evitar los plantones y las marchas, y el más importante, conseguir votos.

Bajo este esquema, los trabajadores afiliados al Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Supdacobaez) cuentan con beneficios muy atractivos. Ya el solo hecho de hablar de un bono por 90 días de aguinaldo nos da una muestra de la magnitud de sus ganancias. Un empleado común y corriente apenas logra que le paguen 15 días de esta prestación anual. Eso en el Cobaez, ni en sueños.

Además, a este súper aguinaldo se le deben sumar, el sueldo y los bonos de puntualidad, de productividad, de transporte, guardería, lentes, jubilación, entre otros más. Muchos más.

Todo esto, sumado a las corruptelas de los ex directores, que omitieron cumplir con los pagos al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac), en donde ya se deben 200 millones de pesos, y con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de unos 70 millones más, han llevado al subsistema a una situación calificada como insostenible.

Alejandro Tello Cristerna, de manera apresurada y muy desafortunada, soltó un tuit en el que señaló: «Los jóvenes y la educación son prioridad, momento de replantear la continuidad de un subsistema con las condiciones del Cobaez». La idea fue secundada por el secretario de Finanzas, Jorge Miranda Castro.

Pero fue la secretaria de Educación, Gema Mercado Sánchez, en declaración al periódico NTR, quien calificó la posibilidad de clausurar los subsistemas de educación media superior, como una «decisión extrema».

Y la funcionaria fue más allá al dejar en claro que una medida de ese tipo debe ser analizada puntualmente antes de «precipitarse a dar fallos» como lo hizo, dijo, «el funcionario responsable de las finanzas estatales”.

Al inquilino de La Casa de los Perros le ganaron las ganas de demostrar que tiene el control, que lo puede todo, y se lanzó como El Borras, a pesar de que él mismo reconoció más tarde que el análisis actuarial del Cobaez que encargó –no dijo a quien–, en donde se podrá saber sí hay viabilidad o no para el susbistema aún no lo ha recibido.

Es claro que hay muchas dependencias, muchos subsistemas, la misma Universidad Autónoma de Zacatecas, en donde los severos problemas económicos, producto de la corrupción, los tienen ahogados, pero de ahí a cerrar cada uno de los espacios en donde hay complicaciones simplemente no es la solución. Eso sí no es viable.

Será mejor que Tello Cristerna espere a recibir, supuestamente hoy, el análisis de la situación del Cobaez, y después lanzarse a escribir tuits, que sólo ocasionaron incertidumbre entre los padres de familia de unos 16 mil alumnos que de un día para otro se vieron en la indefensión.

Un anuncio de este tipo debe darse de una manera más responsable, con el análisis completo en una mano y la estrategia en la otra. La gente en Zacatecas, los chicos que no pueden pagar colegiaturas en escuelas privadas lo merecen.

No es con amenazas ni con supuestos manotazos de poder como se podrá hacer de Zacatecas una entidad en donde la educación sea verdaderamente una prioridad. En donde el trabajo conjunto y en armonía lleven al desarrollo que tanto se desea.

Ahora, el director general del Cobaez, Rafael Sánchez Andrade, tuvo que emitir un comunicado de prensa, «ante la inquietud manifestada por padres y madres de familia de los estudiantes». Ahora él lanza un exhorto «a confiar en el proyecto educativo de esta institución».

Ya habla de abrir una mesa de análisis sobre la situación del Colegio de Bachilleres y hace un llamado a la comunidad bachiller a aportar ideas. ¿No hubiera sido mejor empezar por ahí?