La Casa de los Perros: El poder económico se levanta en armas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Finalmente, y como se esperaba, los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Verde Ecologista de México (PVEM), de Nueva Alianza (Panal) y de Acción Nacional (PAN), que juntos hacen mayoría en la LXII Legislatura, aprobaron parte del Paquete Económico 2017 –falta el Presupuesto de Egresos–, en donde se incluye la Ley de Hacienda y, con ello, el Impuesto Ecológico.
Ante ello, además del enérgico llamado que hiciera Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), al gobernador Alejandro Tello Cristerna, y a los diputados locales, para que dieran marcha atrás, ahora son las grandes empresas que se verían perjudicadas con este nuevo impuesto, las que amenazan ya con ampararse.
El Impuesto Ecológico, con el que se supone, Zacatecas recaudaría unos mil 230 millones de pesos, para nada fue bien visto por personajes no sólo emblemáticos, sino muy, pero muy poderosos como Carlos Slim, Alberto Balleres y Tomás Iturriaga que a la de ya se han levantado en armas.
Y es que los consorcios que ellos encabezan: Frisco, Peñoles y Goldcorp, además del Grupo Modelo, y hasta Cesantoni, con el zacatecano Yaco Reimers Campos al mando, han hecho cuentas y resulta que la carga fiscal que se les aplicaría, en algunos casos, se multiplica hasta en 500%. Y eso pues ya no gustó.
La queja de estos empresarios de alto calibre ya llegó, junto con la de Coparmex, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de José Antonio Meade, y a la de Economía, de Ildefonso Guajardo.
Pero esto no quedó sólo en una queja o un reclamo mínimo, no, estas empresas han dicho que si las cosas se les complican en Zacatecas, no les quedará de otra que frenar sus inversiones.
Aquí cabe resaltar lo contradictorio de la política económica del inquilino de La Casa de los Perros, pues por un lado frenó el nombramiento de Reserva Natural Protegida de parte del territorio del semidesierto –con el consabido enojo del presidente Enrique Peña Nieto–, para que las mineras no se vieran perjudicadas y retrasaran el desarrollo económico de Zacatecas, cuando por el otro les asestan un duro golpe fiscal que al final fue el que les dolió más.
Cabe destacar, en este sentido, que serían las tres mineras más importantes que están establecidas en el territorio estatal, Peñoles, Frisco y Goldcorp, las que resentirían el pago por remediación ambiental por extracción de materiales; por emisión de gases a la atmósfera; por el depósito o almacenamiento de residuos y por la emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua.
Pero son las tres juntas las que arrasan de manera inmisericorde con el medio ambiente, y es justo que paguen por ello, para que en algo se pudiera remediar el daño que hacen, aunque también son estas tres juntas las que, según el mismo Tello Cristerna, sostendrían la economía de Zacatecas.
Además, falta tomar en cuenta el nuevo Impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos para empresas; y los incrementos al Impuesto Sobre Nómina, que pasó del 2 al 2.5 por ciento; y el del Hospedaje, que fue del 2 al 3%.
Coparmex por lo pronto reclamó que les quieran cargar la mano a ellos, mientras que no hay compromisos claros con la transparencia, como tampoco un verdadero ajuste al gasto corriente, lo que, dijo claro en un video que compartió la Patronal vía Youtube, no brinda certidumbre a la inversión ni aumenta la competitividad de las estructuras productivas de las diferentes regiones. Vaya dilema.
Nos vemos el lunes
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