La Casa de los Perros: Hasta el último peso para Zacatecas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
So pena de no sólo ser marginados, sino además de ser considerados para abandonar de manera inmediata el selecto grupo de amigos del ex inquilino de La Casa de los Perros, los ex funcionarios y alcaldes por ningún motivo podían siquiera mencionar la palabra gestión.
Esta acción prioritaria en cualquier gobierno era exclusiva del mandatario estatal y quien él considerara digno de efectuarla. Al final los nombres de quienes podían viajar, con todos los gastos pagados, a efectuar negociaciones en la Ciudad de México, se contaban con los dedos de las manos y sobraban.
Igualmente, los diputados federales siempre resultaron harto inútiles para este menester, al grado que en el último Presupuesto de Egresos salieron poniéndole, y no precisamente dinero, sino bolsas de papel para sus cabezas. Claudia Anaya, Araceli Guerrero, Benjamín Medrano, Leonel Cordero y Pancho Escobedo, no pudieron defender a Zacatecas como juraron lo harían, a capa y espada.
Al final, los pocos recursos que lograron traer a Zacatecas sirvieron para obras inútiles y el resto se tuvo que devolver. Una gestión fallida.
Esta vez, como dirían por ahí, parece que la cosa es diferente, y es que mucho llamó la atención observar los asientos de los vuelos Zacatecas-Ciudad de México, copados de funcionarios estatales que iban a gestionar.
En viajes relámpago se pudo ver a Jorge Miranda, titular de las Finanzas en el estado, encabezando la Misión Zacatecas, seguido de Víctor Armas Zagoya, secretario del Agua y Medio Ambiente; también andaba por ahí Alfonso Vázquez, el recién estrenado director del Instituto Zacatecano de Cultura; Alfonso Carlos del Real, secretario técnico del gabinete gubernamental,
También Gema Mercado, titular de la Seduzac, una de las dependencias económicamente más ahorcadas, así como Adolfo Bonilla de Secampo; Francisco Ibargüengoitia Borrego de Sinfra, y Adolfo Márquez, del Incufidez.
Todos llevaban una sola comisión: Presentar proyectos en todas las oficinas posibles y gestionar la mayor cantidad de recursos. Zacatecas los ocupa, le urgen. En ello se le va la vida a esta entidad estancada que urge de desarrollo y progreso.
Claro que los funcionarios no iban solos, era Alejandro Tello Cristerna, de quien Enrique Peña Nieto dice «es un buen muchacho», llevaba la delantera. Y para empezar con energía delineó la estrategia de gestión y cabildeo con los inefables legisladores federales, quienes ahora sí tendrán que entregar resultados.
La orden para todos es una: «hay que desplegarnos, tocar todas las puertas que sean necesarias y buscar hasta el último peso para Zacatecas».
Claro que en la reunión que sostuvieron los legisladores federales, incluido además Carlos Puente Salas, líder y senador del PVEM, no faltó quien salió con los primeros pretextos. Y ese fue Francisco Escobedo, quien sin más dijo que la situación económica era complicada, que si los recortes, que si la baja en el gasto público, que si esto, que si lo otro. Son palabras.
Disculpa
Por cierto, quienes se disculparon por no asistir a la reunión con el inquilino de La Casa de los Perros fueron los zacatecanos Mariana Trejo Flores, Alfredo Basurto Román, Claudia Corichi García y Jorge Álvarez Máynez. Estos pluris ya tenían compromisos muy muy importantes adquiridos con anterioridad.
Bien raro
José Haro, presidente municipal de Fresnillo, dio a conocer varios nombramientos, pero mucho llamó la atención que el pago de cuotas estuvo a la orden del día, y sino cómo se explica que el ex titular de Turismo, José Ricardo Torres Gallegos, que por cierto tuvo un nulo desempeño en la pasada administración, ahora repita pero como encargado de las bibliotecas. El chiste es seguir mamando de la ubre pública.
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