La Casa de los Perros: Si no cumplo me voy
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
En medio de una ceremonia un tanto cuanto desorganizada –eso de elegir sede alterna «de último minuto» no deja nada bueno–, Alejandro Tello Cristerna tomó posesión protocolaria como gobernador de Zacatecas.
Su primer punto a favor fue, sin duda, invitar a la ex gobernadora Amalia García Medina, quien no sólo se llevó la ovación de la mañana, sino que demostró lo que todos sabemos pero que pocos queremos entender, el tiempo es malo y no perdona y, al final, termina poniendo a cada quien en su lugar.
Miguel Alonso Reyes, con el rostro descompuesto, se arrepintió al final de invocar diario, a todas horas y en cualquier lugar a la ex gobernadora, que le dio una lección de política y, lo peor, le dejo ver que su sombra lo perseguirá por lo siglos de los siglos. Vaya despedida que le dio su amigo.
Alejandro Tello, arropado por los gobernadores y dirigentes de partido que no lo acompañarán a su último informe –así es la política de ingrata–, reiteró que la familia estará cerca de su corazón pero lejos de sus decisiones, y aseguró que su gobierno no sería una agencia de colocación para los amigos, lo que muchos pueden desmentir al detectar a varios de sus cuates de la infancia ya apostados en Ciudad Administrativa listos para cobrar la primera quincena. Las mieles del poder.
Pero lo más importante, no se olvidó de la promesa de campaña que más caló entre la población: Si no cumplo me voy. Por ello aseguró que una de las primeras iniciativas que enviará a la LXII Legislatura, será la reforma para eliminar el fuero e incluir la revocación de mandato. Aplausos.
Ahora tocará, uno, esperar a que esto sea verdad y dos, que los diputados, en donde hay mayoría priísta, hagan su trabajo. Total ellos tendrán su propio plebiscito, quieran o no, en el 2018.
Convencida
Los diputados de Morena hicieron su berrinche y no se presentaron a la ceremonia de toma de posesión, pero como aquello era un relajo, nadie se percató realmente que los morenos no ocuparon su pupitre. Eran tantos los fotógrafos echos bola al frente que más de uno se preguntaba quiénes eran esos sentados en parejitas como en la escuelita.
La orden de no presentarse fue acatada por los pupilos de Luis Medina Lizalde, aunque ya una rebelde brincó: Mónica Borrego.
Ella no está muy dispuesta no sólo a mal pasarse las noches de guardia en el plantón que Morena mantiene en el recinto legislativo –a faltado a dos de tres– sino que tampoco permitirá que su negocio con los recibos de JIAPAZ se le caiga de las manos.
Así, los mismos morenos saben que, más tarde que temprano, la hermana de Genaro Borrego, terminará por ser convencida y podría hasta abandonar la bancada para navegar, como su hermano, con la bandera que más le reditúe en el momento.
Adiós
Quien también ya dijo adiós a las locuras de Morena fue Rafael Candelas Salinas, quien desde el pasado fin de semana ya no se aparece para sortear los andamios y los alambres de púas.
Cuando se decidió, a propuesta de Priscila Benítez, radicalizar las acciones y montarse en el burro a ciegas, Candelas Salinas se despidió. No permitir que Alejandro Tello rindiera protesta como Dios manda no era lo correcto y mejor marcó su distancia. Ahí se ven, les dijo a lo lejos.
Olvidada
Sin duda, la presentación de los miembros del gabinete, el que aquí les adelantamos, no causó mayor revuelo. Al contrario, fue bien recibido por los ciudadanos que ser mantuvieron atentos. La llegada de viejos lobos de mar como Jorge Miranda y Víctor Armas sin duda equilibran, como también ver a Fabiola Torres y Gema Mercado, un par de mujeres que sacaran la casta.
Molestó, eso sí, ver a un personaje como Otilio Rivera sobrevivir a los vaivenes de la política sólo porque es muy bueno como mapache electoral, pero nada más. Se esperaba un cambio de rumbo en este sentido.
Pero dos cosas sí movieron el tapete, el nombrar a una encargada de despacho a unas horas de asumir el cargo de gobernador justamente en un lugar que debe ser punto toral del desarrollo: La Secretaría de Turismo.
Bárbara Romo, a Dios gracias, dijo que no en el último minuto, supo que no le daría licencia de maternidad y que tenía que trabajar y mejor se desmarcó.
Un pendiente que Alejandro Tello deja en el aire. Malo.
La otra, relegar a Judit Guerrero del gabinete. Ella ya no quería ir a la elección, eso no es lo suyo, pero por lo visto no le dejaron de otra.
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