La Casa de los Perros: De cumpleañeros, gángters, promiscuos y balconeadas
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Comelitón
Rodeado de sus amigos los priistas, y del brazo de su rubia novia, Miguel Alonso Reyes festejó en tremendo comelitón, en el hotel del secretario de Turismo, Pedro Inguanzo, su cumpleaños número 44.
De hecho, los festejos los inició en el palenque de la Fenaza, en el show que ofrecieron Emmanuel y Mijares, y cuyas butacas se vieron repletas de funcionarios, los que el próximo sexenio difícilmente se verán otra vez en las primeras filas.
Miguel Alonso estuvo acompañado del ex gobernador Genaro Borrego, con quien platicó largo y tendido, así como de las periodistas de espectáculos –que nunca dicen no a las invitaciones VTP–, Maxime Goodside, Ana María Alvarado y Verónica Castillo. Los invitados se llevaron a casa, cortesía del gobernador, los CD’s del dueto que derrochó energía en el palenque a reventar.
Después, ya muy entrada la madrugada, la comitiva se trasladó a la cantina Los Siete Tragos, en donde siguió la fiesta hasta las 5:30 de la mañana. Ahí, en la terraza del antro, anduvieron desde Víctor Rentería, hasta Roberto Luévano y Carlos Peña.
Esta vez, muy raro en él, se vio al gobernador muy cariñoso con su novia, quien no reparó nunca a la hora de abrazarlo, tomarlo de la mano y, claro está, darle uno que otro beso, ante el evidente nerviosismo de Miguel Alonso.
Ya por la tarde, el Salón Emperador, en donde la dirigencia del Comité Directivo Estatal del PRI, encabezados por Pepe Olvera y Judit Guerrero, así como alcaldes, legisladores federales y locales priistas, acompañaron al inquilino temporal de La Casa de los Perros, durante la celebración del último cumpleaños que festeja como gobernador. El próximo año las cosas serán diferentes. Nunca hemos sabido que organicen esos comelitones a Genaro Borrego, Pedro de León o Arturo Romo.
En el «ameno convivio», y en el que Miguel Alonso compartió mesa con Flor Silvestre, José Bonilla, Lucía Alonso y Adolfo Bonilla, los priistas convidados, y todos los funcionarios «de primer nivel» expresaron sus mejores deseos y respaldo al cumpleañero.
Ahí se vieron saludando mesa por mesa, a los aspirantes a la candidatura a la gubernatura, Carlos Peña Badillo, Alejandro Tello y Adolfo Bonilla. Aunque, como suele suceder, el más saludado y también el que más se empeñó en estos menesteres fue el alcalde de Zacatecas.
Al concluir, se acordó reunirse nuevamente el próximo 27 de septiembre, cuando Miguel Alonso entregue a los priistas su Quinto Informe de Gobierno. A esta ceremonia acudiría, si otra cosa no sucede, el líder nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones.
Claro está que los invitados varones placearon a sus esposas por todo el salón, y es que con aquello de que se requieren muchas mujeres para poder cumplir con la equidad de género a la hora de repartir de las candidaturas, se ha creado la idea loca de que las hasta hoy amas de casa, abnegadas madres y consortes de los políticos del sexenio pudieran ocupar desde una regiduría hasta una diputación y, por qué no, hasta una alcaldía.
Obvio ya más de uno ha puesto el grito en el cielo, pero como la Ley es la Ley, bueno eso dicen, el rumor lo alimentan las mismas damas en sus desayunos y reuniones de voluntariados. Lo que hay que ver.
Gángters
Alfredo Femat Bañuelos, ingenuamente, llegó a pensar que las puertas de la oficina de la dirigencia estatal del Partido del Trabajo, aún en proceso de obtener registro en Zacatecas, se abrirían de par en par para que él, y sus amigos, entraran campantes. Equivocación.
Alberto Anaya, quien fuera dueño de la franquicia a nivel nacional del PT, desde siempre le tenía prometido a Geovanna Bañuelos ese lucrativo huesito, las vacaciones por Europa no se pagan solas, pero los zacatecanos «históricos» –como se hacen llamar– soñaron que eso no sucedería. Vieron, también en sus sueños, a la arquitecto sola, sin el respaldo de los monrealistas e indefensa. Creo que no la conocen aún.
Total que a la hora de la asamblea, y de registrar delegados, que al final era lo importante, los monrealistas tenían mayoría, y como en la planilla para la dirección estatal no se incluyó a ninguno de los históricos, pues se armó la de San Quintín. Como quien dice, los dejaron fuera del patrocinio. Y eso duele.
El ex rector de la UAZ alegó intromisión gángsteril y descarada de personajes ajenos al instituto, que, dijo así de clarito, por medio de interpósitas personas llegaron y los arrasaron. Por lo pronto ya desconocieron a la viajera y dicen que iniciaran una lucha por defender su ideología, en la que las decisiones deben de ser colegiadas y no unipersonales. Punto.
Promiscuidad
Lo que llamó mucho la atención fue la presencia en la asamblea del PT, del diputado al que se conoce como El Cepillo, muy atento, y en primera fila, levantando su voto como delegado. Si mal no recordamos, en una conferencia de prensa en febrero de este año, que encabezó Luis Medina Lizalde, el diputado mostró su carta de renuncia al PT y, junto con Soledad Luévano, dijeron que moverían cielo, mar y tierra para conformar el grupo parlamentario de Morena en el Congreso del Estado.
Entonces, El Cepillo renunció al PT, se fue a Morena, peleó ser el Promotor de la Soberanía Nacional (lo que eso signifique), hizo antesala en las oficinas del PRI, y luego llegó otra vez al PT para ejercer su voto como delegado. La verdad eso nos habla de mucha promiscuidad política.
Además, no se entiende la posición de Magdalena Núñez y Alfredo Femat, cuando reclaman que ex militantes del PT llegaron a votar, cuando ellos promovieron que el mismo Cepillo hiciera lo propio. Es decir, eso no se vale en mis mulas, nomás en las ajenas.
Balconeada
Pepe Pasteles rindió su Segundo Informe en un infierno, y es que el Auditorio que eligió para su novedosa presentación se convirtió en el caldero del diablo cuando no solo juntó a David Monreal, Carlos Puente, Miguel Torres, Rafael Flores, Pedro de León y Guadalupe Medina codo a codo, sino que además los hizo levantarse «para que los conozcan», los balconeó como aspirinos a la gubernatura y, para concluir, los hizo fotografiarse sonriendo y felices. Todos juntos como hermanitos.
El único que se salvó de salir en la foto fue David Monreal, quien se ha convertido en un experto en eso de evadirse por la tangente y hacer la graciosa huida para que no lo agarren con los dedos en la puerta. Se retratará con quien quiera y cuando lo crea conveniente. El informe del jerezano no era el momento.
Los demás sonrieron nerviosos y no les quedó de otra más que escuchar cuando los aplausos se inclinaron hacia David Monreal y Pedro de León, además que sintieron pasos en la azotea cuando Pepe Pasteles habló de la corrupción, de los políticos peleoneros, de la guerra que se avecina en este proceso electoral y, por si fuera poco, les recordó que la gente ya está cansada de que se invada de lonas y espectaculares con su imagen la ciudad. Auch!
No cabe duda que el informe de Pepe Pasteles ya forma parte del anecdotario político no solo por su formato, tipo show televisivo, sino por el aprieto que hizo pasar a los aspirinos que, entendieron, esto apenas empieza. Pero que, sintieron un alivio leve, muy leve, cuando dijo firme: Aquí está el próximo gobernador de Zacatecas.
Twitter: @lasnoticiasya