La importancia de un Código de Conducta en un Estado de Derecho
NORMA JULIETA DEL RÍO VENEGAS
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 113 dice que el ejercicio de la función pública debe apegarse a los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia, con el propósito de que impere invariablemente en los servidores públicos una conducta digna que fortalezca a las instituciones públicas y que a su vez responda a las necesidades de la sociedad.
Al tomar posesión de un cargo en la administración pública, se presentan en la entrega recepción la normatividad que regula el cargo conferido, leyes, reglamentos y/o en su caso decreto de creación, manual de organización, de procedimientos y reglamentos internos de funcionamiento, pero lo que nadie advierte, observa y mucho menos se pregunta es si existe un código de conducta.
El código de ética y conducta es un documento donde se plasman las conductas que se deben de observar y que es lo que se espera de un servidor público en su actuar, para ello lo ideal es instalar como en la Federación, un comité de ética.
Uno de los países precursores en esta materia fue Gran Bretaña, cuyo prestigiado Informe Nolan insistía en que, para regenerar la vida pública, los organismos públicos contasen con estos códigos de conducta en su desenvolvimiento.
Un servidor público invariablemente está sujeto al examen público más estricto, debiendo ser ejemplo para la sociedad, y digo ejemplo siempre y cuando no se demuestre lo contrario, porque también suelen hacerse juicios injustos, sin pruebas ni elementos, solo con el afán de lastimar. Por ello, debe de existir un trabajo permanente para concientizar a los servidores públicos de actuar bajo los estándares de una cultura de legalidad, que no es otra cosa que sus actuaciones vayan apegadas a las disposiciones jurídicas que regulan el ejercicio de sus facultades, que todas sus actuaciones sean con apego a las normas y procedimientos establecidos en las leyes, respetando el estado de derecho.
La palabra «Estado de Derecho» la escuchamos muy seguido en el quehacer gubernamental, y sobre todo en los actores políticos de nuestro país, algunos reclamando la falta de y otros presumiendo el apego a este.
Sin embargo, cualquier acción debe de estar sujeta a un sistema de leyes y de instituciones, a un conjunto de normas que rigen una sociedad; en resumen, significa que como servidores públicos debemos respetar las normas y apegarnos a ellas, vigilar su cumplimiento, y como sociedad apegarse a las leyes y reglas, haciéndolo por convicción y no por miedo al castigo o al rechazo social.
Como servidores públicos no se puede separar el papel de profesionista del de integrante de una familia o como ciudadano, va implícito todo, por ello, la importancia de que tengamos claro estos conceptos y lo que representa la aplicación de ellos para conseguir una cultura de la legalidad, en el trabajo, en la familia y en la vida misma.
En la Administración Pública Estatal, se cuenta con un antecedente en la Ley para el Ejercicio Profesional en el Estado de Zacatecas, la cual tiene por objeto regular el ejercicio profesional en nuestro Estado a través de disposiciones de orden público se publicó en el año 2003, En este ordenamiento se incluye por primera vez un Código de Ética profesional, en su capítulo IV, artículo 28 especifica que en su desempeño, los profesionistas procurarán qué: el ejercicio profesional se desarrolle en aras del bien común; su conducta sea íntegra, predominando valores como: respeto, honradez, transparencia, igualdad y tolerancia; la superación profesional responda a niveles éticos de excelencia, calidad y equidad; su actuar profesional conduzca al beneficio social y al desarrollo del Estado; la promoción y defensa de los derechos fundamentales de las personas, consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; la aplicación de los principios democráticos que rigen el sistema político mexicano, así como los universalmente aceptados y la defensa del patrimonio cultural. Más sin embargo se desconoce si existe un código de ética y conducta publicado para los servidores públicos.
Las conductas de un ser humano difícilmente cambiarán, la ética personal te guiará hacia actitudes correctas o incorrectas, y al momento que se cometa una falta de ética en tu trabajo como servidor público, serás sujeto a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos; sin embargo, una sanción no te devuelve ni te da valores ni mucho mensos ética.
Los Códigos de Ética y Conducta, son básicos en la administración pública, ello llevara de la mano al servidor para que se actuación se enmarque en un Estado de Derecho, y más aun cuando se cuenta con los valores como persona desde tu formación en familia, no estarás en riesgo de sanción, pues los principios se traen de casa.
