8 de marzo en Aguascalientes
SARA LOVERA
La ceremonia oficial del 106 aniversario del Día Internacional de la Mujer se realizará este martes en la capital de Aguascalientes. Estará buena parte del gabinete y muchas mujeres invitadas de los distintos sectores.
El 8 de marzo es una fecha simbólica de reafirmación de los derechos de las mujeres. Si nos atenemos al móvil que le dio nacimiento a esta conmemoración, la presencia de representantes del Gobierno Federal, seguramente de legisladoras y dirigentes partidarias, tiene un peso específico, ahí en Aguascalientes, donde Lorena Martínez Rodríguez ya está en plena campaña para lograr la gubernatura de esa entidad.
Se recordará que ese día fue aprobado por el II Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, celebrado en Copenhague en 1910 y que el debate central fue el asunto del voto femenino que entonces estaba restringido en los Estados Unidos y no existía como derecho en buena parte de Europa.
Los acuerdos para organizarse mundialmente y conseguir para las mujeres espacios de poder y toma de decisiones fueron centrales, aunque ocultos por décadas por intereses masculinos. Al 8 de marzo le inventaron los hombres un halo de victimismo y sacrificio, afirmaron que se hacía homenaje a un grupo de trabajadoras muertas en un incendio en una fábrica textil. Las historiadoras modernas no encontraron nada al respecto y en cambio se ha ido reconstruyendo una historia de otra naturaleza.
Lo que se conmemora es el avance, la movilización, la decisión de lucha de las mujeres, el acumulado de años de plantear y reconocerse como personas, la posibilidad de organizarse mundialmente para presentar sus demandas a todos los gobiernos y a toda la sociedad. Eso no les gusta a los patriarcas. Las prefieren víctimas.
En fin. De ahí la trascendencia de mudar la conmemoración oficial a Aguascalientes. Hace unos días varios funcionarios del gobierno federal acompañaron a Rosario Robles a Aguascalientes donde las mujeres de la capital plantearon problemas de inseguridad y violencia, tanto que la señora Claudia Rosales pidió expresamente que se pongan en práctica medidas de seguridad en barrios y comunidades, porque hay asaltos, violaciones, robo de infantes y otras características urbanas que requieren vigilancia. La secretaria Robles, responsables de los territorios urbanos y rurales, en plena tarea de prevención, ofreció que los tres niveles de gobierno se sentarán resolver.
Ahí, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz Sánchez, consideró que este programa de SEDATU, de caminatas nocturnas para que las mujeres digan claramente en qué lugares hay que actuar, debe hacerse en todo México. Nada de mala idea, es Lorena Cruz, cada vez más, quien marca la política de género. Ahora estará en la ceremonia del 8 de marzo, asunto central de los objetivos del Instituto Nacional de las Mujeres y se concentrará ahí el valor de los cambios constitucionales para que las listas electorales sean del 50 por ciento.
Un 8 de marzo de 2014 lo anunció Enrique Peña Nieto, ya hubo una prueba en 2015, el resultado una gobernadora y un interesante crecimiento en diputadas y presidentas municipales. En 2016 podría haber más de una gobernadora electa. La de Aguascalientes parece segura.
De la importancia de la Caminata Nocturna en Aguascalientes, de la Ceremonia del 8 de marzo y de las sumas que alrededor se hagan para una posible nueva gobernadora. Este 2016 es paradigmático.
En Aguascalientes sería la octava mujer gobernadora. Ojalá otras más este año. Hay que recordar que la primera se eligió en 1979 en Colima, doña Griselda Álvarez, le siguió Beatriz Paredes Rangel en Tlaxcala, y Dulce María Sauri, quien suplió al gobernador de Yucatán, y hoy sigue siendo querida y aclamada. Luego Rosario Robles, como Jefa de la Ciudad de México, elegida por la Asamblea y quien mostró la posibilidad de gobernar con perspectiva de género; también fue sorpresa y adelanto la elección de Amalia García Medina en 2004 en Zacatecas, como la primera gobernadora socialista; Yucatán tuvo una segunda gobernadora con Ivonne Aracely Ortega Pacheco, Y la séptima en 2015, en Sonora, Claudia Pavlovich Arellano.
Podemos afirmar, sin ambages, que a cada una le tocaron momentos difíciles, crisis política, mostraron sin temor a equivocarme, capacidad y destreza, algunas mejores y otras con mayores dificultades. Ahora mismo la gobernadora de Sonora enfrenta el desastre que dejó el gobierno anterior, con alguna entereza y capacidad de gobernar. A doña Griselda Álvarez le debemos las primeras políticas públicas para parar la violencia contra las mujeres; a Rosario Robles el adelanto en asuntos del aborto; a Beatriz Paredes el empuje a las mujeres campesinas y artesanas, y a Dulce María Sauri la decisión de ser libre, porque le renunció al sistema cuando la querían incluir en acuerdos políticos vergonzosos.
Bueno si de lo que se trata es de lograr ser coherentes y empujar la paridad como un nuevo sistema de normalización de la vida democrática, con hombres y mujeres en igualdad, es un buen día para que quede claro este 8 de marzo, que no es un día para darle flores a las mujeres ni felicitarlas, sino para reconocer sus derechos y su capacidad de humanas; no es para aparecer en las portadas de las revistas con vestidos de marca o bien peinadas, ni para abrazarse simplemente, aunque si habría que abrazarnos por el privilegio de ser mujeres.
Esperemos a ver que anuncia en Aguascalientes el presidente de la República. También sabemos que habrá una cascada de actividades, algunas como si no se entendiera que el 8 de marzo y otras muchas jornadas de análisis y reflexión de cómo nos ha ido en esta tierra todavía dominada por el pensamiento patriarcal, donde nos preferirían víctimas y lindas, débiles y obedientes, lástima que para esos pensamientos, porque ya hemos pasado a otra historia.
Lo que parece imposible es detener la violencia contra las mujeres, ese sigue siendo el gran pendiente. Pero es universal y nacional. No debía asustarnos que el signo de la violencia nos persigue. Hay que encararlo para terminar con esa barbarie. Sin temor. Confío en las mujeres.
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