Zona conurbada, en el abandono
JUAN GÓMEZ *
La ciudad de Zacatecas fundada el 8 de septiembre de 1546, y caracterizada por su riqueza en sus minas de plata, que representó uno de los principales ingresos a la corona española, y logró el nombramiento por la Unesco como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1993, se encuentran sus calles en la zona conurbada prácticamente devastadas por el abandono de sus autoridades.
La zona conurbada Zacatecas-Guadalupe que constituye una de las zonas de mayor crecimiento en el estado y que congrega una población de 309 mil 660 habitantes, presenta el mayor deterioro urbano de la zona, debido a que sus calles y avenidas están llenas de hoyos y baches a causa de los deficientes materiales con los que fueron hechos y a la falta de mantenimiento por parte de las autoridades tanto estatales como municipales.
Aunado a lo anterior las avenidas, calzadas y calles de la zona conurbada son transitadas por camiones materialistas de alto tonelaje, sin que exista un control por parte de la Dirección de Transporte, Tránsito y Vialidad, lo que agrava su deterioro.
La demagogia de las autoridades ante el daño causado por algunas empresas de la construcción, como la que introdujo la tubería para el gas natural el año pasado, y que afectó una amplia franja de varios kilómetros de la principal vía de comunicación terrestre de la zona en mención –el Bulevar Adolfo López Mateos, López Portillo y Héroes de la Revolución- no solo no reparó el destrozo realizado, sino que además no fue sancionada como lo anticipó en su momento la entonces secretaria de Economía, Patricia Salinas Alatorre.
Hoy las autoridades arrojaron al olvido social la obligación de la empresa constructora para reparar el bulevar, que constituye, la columna vertebral de la capital del estado, pero dejaron en el abandono un área que continúa deteriorándose a causa de los trabajos que se realizan en el distribuidor vial Quebradilla.
Aunado a lo anterior se suman los trabajos que realiza la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (JIAPAZ), cuando atiende a una de las recurrentes fugas que se generan, a causa de una red de tubería en mal estado y que debe ser reemplazada por la capacidad en el suministro que se ha incrementado en los últimos años. La apertura de las calles para la reparación nunca se rehabilita y en ocasiones cuando se hace, es deficiente.
Es increíble que el gobernador Miguel Alonso Reyes haya informado el pasado 24 de junio del presente año, con motivo de la conmemoración del 101 aniversario de la Toma de Zacatecas, que el estado “se suma a la buena marcha del país con resultados invaluables y extraordinarios, como los alcanzados en obra pública, donde en cinco años se registra una inversión de más de 27 mil millones de pesos, inversión sin precedentes, que pone de manifiesto que nuestra infraestructura se ha fortalecido en favor del desarrollo de la entidad”.
¿Si en cinco años el Gobierno del Estado de Zacatecas ha invertido 27 mil millones de pesos en infraestructura, por qué sus calles, avenidas, paseos, bulevares y carreteras están devastadas y en franco deterioro?
Los gobiernos municipales en general adeudan tan solo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 270 millones de pesos, cantidad que se duplicó en los últimos dos años. Cabe mencionar que de acuerdo a la delegación del Instituto, en agosto de 2013 la deuda ascendía apenas a los 120 millones de pesos.
Los ayuntamientos de mayor endeudamiento son Guadalupe y Zacatecas, quienes no han podido eficientar sus respectivos sistemas de recaudación, pero tampoco han incrementado sustancialmente sus impuestos municipales, lo que agrava su situación económica con el aumento de sus nóminas de trabajadores.
Las presidencias municipales de la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe evitan al máximo el incremento en el impuesto predial, para evitar un deterioro en su imagen política, pero sus economías son insuficientes para poder dar servicios eficientes y de calidad a la ciudadanía.
Cada vez es más alto el reclamo ciudadano por mejores servicios y de calidad que está obligado tanto la autoridad federal como la estatal y municipal, pero lo que se observa es una deficiente seguridad pública, falta de electrificación de avenidas y colonias, insuficiencia en la recolección de basura y sobre todo, una creciente proliferación de baches y hoyos.
Los políticos, las autoridades y sobre todo, los “asesores” deben tomar en cuenta que si las inversiones multimillonarias no se reflejan en mejores servicios para el ciudadano, fracasan y se convierten en un alto costo para un estado con tantos rezagos en su organización y estructura urbana.
Las obras de relumbrón que pretenden ser estructuras de impacto mediático, si no tienen un uso adecuado y sobre todo, que la ciudadanía obtenga un beneficio inmediato, se acumulan en el cajón de la ineficiencia y, en algunos casos, de la sospecha.
Perder de vista que el ciudadano es el centro de las políticas públicas y de las obras de infraestructura, es gobernar de manera unipersonal, solo para alimentar el ego de quienes quieren trascender únicamente en lo material, pero excluyen de sus planes lo social que es el ámbito en donde se consolidan las imágenes de los gobernantes que trascienden en sus responsabilidades, sean trianuales o sexenales.
El pasado 23 de junio la LX legislatura del estado designó a Zacatecas como Ciudad Heroica, pero sus ciudadanos deberían tener un reconocimiento por su estoicidad y aguante ante la ineficiencia de servicios públicos.
¿Hasta cuándo tolerarán los zacatecanos las ineficiencias de sus políticos y gobernantes?
Al tiempo.
* Director general de Pórtico Online