Zacatecas, en guerra contra el crimen: luces y sombras

Zacatecas, Zac.- Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas (FGJEZ) rindió cuentas ante el Congreso local con un informe que presenta cifras contundentes en la lucha contra la criminalidad, aunque no exento de cuestionamientos y vacíos que, lejos de disiparse, ensombrecen la narrativa oficial.

El fiscal Cristian Paul Camacho Osnaya anunció una reducción histórica del 52.7% en homicidios dolosos durante 2024, en comparación con los registros de 2023, lo que ubica a Zacatecas —según cifras federales— como la entidad con mayor disminución de este delito a nivel nacional. A la par, se reportó una baja del 55% en feminicidios, 29% en extorsiones y 10% en secuestros.

Estos resultados, aseguró el fiscal, responden a una estrategia de persecución penal focalizada en delitos de alto impacto, sustentada en operativos interinstitucionales, combate frontal al narcomenudeo y renovación tecnológica. Solo en 2024 se incautaron 98 kilos de metanfetamina —valuados en más de 90 millones de pesos en el mercado ilícito—, una tonelada y media de marihuana, 47 armas de fuego, 125 cargadores y 2 mil 222 cartuchos. En un cateo, se aseguraron 74 armas, cifra sin precedentes.

Asimismo, se detuvo a 192% más personas por narcomenudeo que en el año anterior. En total, se lograron 742 sentencias condenatorias, que suman más de 14 mil 900 años de prisión para los responsables. Uno de los casos ejemplares fue el feminicidio de Jerez, cuyo juicio concluyó en solo 48 horas gracias a protocolos abreviados.

El informe también destaca el rescate de 116 migrantes víctimas de tráfico humano y una baja del 34.9% en el robo de vehículos en carreteras, datos que fortalecen el discurso institucional de eficiencia. Camacho Osnaya aseguró que «por primera vez en más de una década» se logró una reducción general del 3.5% en la incidencia delictiva.

Pero no todo fue autocomplacencia

Desde la tribuna legislativa, las voces críticas no tardaron en emerger. El diputado Carlos Peña Badillo (PRI) recordó que “Zacatecas sigue siendo nota roja nacional”, denunció zonas del estado aún bajo control criminal y pidió no maquillar cifras. María Teresa López García (PAN) exigió claridad sobre posibles abusos cometidos por la Fuerza de Reacción Inmediata Zacatecas (FRIZ), especialmente durante la represión de la manifestación del 8 de marzo, en la que 15 mujeres fueron detenidas arbitrariamente según documentó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Aunque el fiscal aseguró que todas las muertes violentas de mujeres son investigadas con perspectiva de género, no precisó el número de carpetas judicializadas ni si existen responsables sancionados por los hechos del 8M. La opacidad persistente en estos temas desluce cualquier discurso de transparencia.

Alfredo Femat Bañuelos (PT) calificó de “raquítica” la asignación federal de 4.6 millones de pesos a la Fiscalía Especializada en Desapariciones, e inquirió sobre la falta de tecnología básica, como escáneres portátiles de huellas, y medidas de protección para madres buscadoras, quienes, pese a las amenazas, continúan su labor frente a un sistema “a menudo ineficaz”.

En contraste, Camacho Osnaya defendió el uso de inteligencia artificial para abatir el rezago de expedientes y anunció la creación de una nueva unidad de análisis para casos de desapariciones, además de dos mesas únicas de seguimiento. En 2024, dijo, se realizaron 195 búsquedas de campo, un incremento del 182% respecto al año anterior, logrando localizar a más personas desaparecidas, aunque tampoco en este rubro ofreció datos desglosados.

Rodrigo Reyes Mugüerza, secretario General de Gobierno, respaldó la comparecencia del fiscal, reconociendo que “la desconfianza ciudadana y entre corporaciones” es un reto aún vigente. Afirmó que las Mesas de Construcción de Paz han sido fortalecidas como espacio de coordinación.

En el fondo, el informe deja claro que Zacatecas ha librado algunas batallas, pero la guerra contra el crimen organizado sigue en curso. El reconocimiento de avances no puede esconder las heridas abiertas ni las zonas grises de la justicia. Como bien dice el refrán: «Alabanza en boca propia es vituperio». Y en materia de seguridad, los resultados deben hablar por sí solos, sin adornos ni eufemismos.

Porque si algo enseña la realidad zacatecana es que las cifras pueden bajar, pero el miedo no se disipa tan fácilmente.

LNY/Redacción