Y resulta que en tarjetas Soriana no hubo coacción del voto
CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID *
Una vez más el Instituto Federal Electoral (IFE) demostró que lo que menos le interesa es la democracia y hacer valer la ley electoral. Tampoco tiene interés en garantizar la voluntad ciudadana y evitar la compra y coacción del voto.
Los intereses de grupo volvieron a privar en la decisión de los integrantes del Consejo General del IFE, quienes en sesión extraordinaria, y a más de un año y medio de investigaciones, declararon infundada la queja contra el entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, y la coalición del PRI-PVEM “Compromiso por México”.
La queja interpuesta por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en contra de la coalición y su abanderado a la Presidencia de México no prosperó, como hasta el momento no ha pasado ninguna de las interpuestas, llámese el caso Monex, desvío de recursos, introducción de dinero ilícito a las campañas y rebase de topes de gastos, por recordar algunos.
Con esas resoluciones, el IFE manda un mensaje muy claro al grupo en el poder y al pueblo de México. Sí, el mensaje de que la democracia tan cara que pagamos en esta nación no tiene importancia. El mensaje de que la decisión y el voto de la ciudadanía se puede comprar y no pasa nada.
La representación del PRD ante el IFE lamenta profundamente la decisión tomada por el órgano electoral la semana anterior y ante tan desafortunada acción ya recurrimos al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (FEPJE) en defensa del voto de la ciudadanía.
Vamos a la siguiente instancia legal en solicitud de su intervención porque no podemos permitir que se haya desechado la queja bajo argumentos tan endebles y poco creíbles como los esgrimidos en el Consejo General.
Es imposible creer que el IFE haya establecido que las tarjetas Soriana “A precio por ti” no hayan sido utilizadas para la compra y coacción del voto en el proceso electoral del 2012, cuando 33 ciudadanos aceptaron que las recibieron y que al momento de entregárselas a 14 de ellos se les pidió votar por la coalición o sus candidatos.
El argumento esgrimido por la autoridad electoral para desechar el caso es que las tarjetas no son personalizadas y que éstas son usadas por su portador para obtener sus beneficios, funcionando como tarjeta de regalo para recibir depósito en efectivo en cajas y para pagar posteriormente con ella mercancías en las Tiendas Soriana, sin que ello implique que pueda retirarse dinero en efectivo.
Cuando ese uso, precisamente, es el cuestionable y con el que se puede determinar que las tarjetas Soriana que el PRI repartió a cambio del voto, contenían dinero en efectivo, el cual fue utilizado para la compra de productos que vende la tienda departamental.
Sin embargo, el proyecto de Resolución consideró la queja infundada, pese a que el Sol Azteca, en nuestra calidad de quejoso, demostramos que:
-33 ciudadanos manifestaron haber recibido tarjeta por parte del Partido Revolucionario Institucional.
-De ellos 14 manifestaron que al entregárselas les pidieron el voto a favor del PRI o bien de su candidato.
Empero, el IFE consideró que como las tarjetas no pueden cambiarse por dinero en efectivo no pueden haber comprado el voto de los ciudadanos; que no se presionó a los 33 electores para que votaran por el PRI a cambio de los beneficios que otorgan las tarjetas; y que de la entrega de los plásticos no refieren elementos que permitan inferir que se ejerció algún tipo de presión o coacción sobre esas personas para obtener el voto a favor del PRI.
Y la cereza del pastel: los consejeros electorales señalaron que en ninguno de los casos se precisó o señaló algún tipo de amenaza, presión o violencia que haya sufrido la persona que recibió la tarjeta Soriana para emitir su voto, dado que ésta fue aceptada de manera libre.
En el Reglamento de Quejas y denuncias, Artículo 8, se desprende que las expresiones de entregar, condicionar u ofrecer la entrega de dinero, o cualquier tipo de recompensa a los electores, a fin de inducirles a la abstención o a sufragar a favor o en contra de un candidato, partido político o coalición, no se encuentran condicionados a que se utilice ningún tipo de fuerza física, violencia o amenaza; por lo que, en la especie, al quedar acreditado que las tarjetas Soriana fueron entregadas por el PRI y al momento de darlas solicitó el voto a favor de dicho partido político, se cumplen las premisas de la compra del voto, conducta con la que el sufragio dejó de ser universal y libre, situación que viola lo establecido en el Artículo 4, párrafo 2, del COFIPE.
Ante esa situación irregular y, por demás, indignante para el pueblo mexicano es que el Sol Azteca continuará con la defensa el voto libre y razonado, pero además luchará para lograr que los principios de equidad y legalidad sean respetados.
*Representante del PRD ante el IFE