¿Y quién defiende al consumidor?
JOSHUA HARIM MENDOZA JASSO
En una columna anterior hablé sobre el problema que tenemos los usuarios del transporte aéreo en la ciudad de Zacatecas: precios elevados para los viajes a la Ciudad de México, sobreventa de vuelos y, principalmente. retrasos en todos y cada uno de ellos.
Independientemente de la línea aérea que se utilice se presentan, en su mayoría, todos los problemas anteriores.
Hace un par de semanas, presenté una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), delegación Zacatecas pues, en múltiples ocasiones, la línea aérea sale retrasada sin dar un justificante del por qué. Por lo general, según los altavoces que se dirigen a los pasajeros que estamos en la última sala de espera, se trata de problemas del tráfico aéreo en el aeropuerto de la Ciudad de México o que son problemas ajenos a la aerolínea.
Nunca me ha tocado recibir algo más allá de una disculpa por los retrasos en los vuelos, sin embargo, si alguno de nosotros, como usuarios, queremos modificar un vuelo o llegamos cinco minutos tarde, debemos pagar penalización o perdemos nuestro dinero. Entonces, ¿por qué debemos permitir que las aerolíneas jueguen con nuestro tiempo?
A la fecha no he recibido una respuesta a mi queja, mejor dicho, la delegación de Profeco ni siquiera se ha tomado el tiempo de notificar a la empresa sobre el caso en particular.
Son ya tres ocasiones en las cuales se cancela la conciliación porque no se notifica a la aerolínea. Aquí cabe una segunda pregunta, ¿quién protege al consumidor?, o, mejor dicho, ¿dónde se puede quejar uno del mal servicio de la Profeco?
El tiempo transcurre y no tengo una respuesta. Es por este tipo de hechos que la mayoría de los mexicanos no denunciamos y preferimos evitar, no sólo, la pérdida de tiempo, también el mal trato recibido de funcionarios públicos y el coraje de ver como el personal de las dependencias que son pagados con nuestros impuestos, no cumplen con su función.
Obviamente que es por la misma razón que empresas como Aeroméxico hacen lo que quieren con los vuelos y con los usuarios.
Uno de los grandes retos para fomentar el desarrollo económico del estado es la competencia entre aerolíneas y es que los precios son exorbitantes y existe un monopolio por parte de Aeroméxico porque saben perfectamente que a los usuarios no nos queda de otra, más que comprarles porque no existe otra opción.
Espero en una colaboración no muy lejana poder compartir con ustedes el resultado de esta queja; espero, de verdad, que la PROFECO pueda tomar en serio los abusos de los que somos víctimas los zacatecanos y dar una solución pronta y expedita a los casos que existen en sus archivos pendientes de resolver, es más, de notificar.
No olviden enviar sus comentarios al correo [email protected] o seguirme a través de Twitter como @JoshJasso. Nos vemos el próximo sábado.