Voto reflexivo y útil

Por fin llegó el momento en que las y los ciudadanos deberán ejercer su derecho a votar. Luego de dos meses de intensas campañas políticas, que tenemos que reconocer tuvieron sus altibajos y conflictos, el próximo domingo tendrá lugar la jornada electoral en todo el país.

Estamos en un momento realmente crucial para la democracia de México, porque no sólo se renovará la Cámara de Diputados, así como gubernaturas, alcaldías y congresos locales en varias entidades, sino que debemos demostrar nuestro rechazo a los graves problemas que aquejan a la nación, entre ellos la corrupción, inseguridad, pobreza y falta de oportunidades, por mencionar algunos.

Es por eso, que deseo aprovechar esta oportunidad para invitar a todas las y los electores a que el próximo domingo 7 de junio acudan masivamente a las urnas a expresar su decisión. Recuerda que el abstencionismo perjudica la democracia.

Sufragar es un derecho y una obligación ciudadana. Pero no sólo se trata de acudir a las urnas y tachar una boleta. Se trata de reflexionar y aplicar un voto útil, que permita un cambio de rumbo para el país y que beneficie a la población.

En estas semanas de campañas diversos actores sociales y políticos han llamado en varias ocasiones y a través de múltiples medios, como las redes sociales y medios de comunicación, a no votar o anular la boleta. Estoy totalmente en desacuerdo con esa postura.

El ejercicio libre y democrático del voto forma parte de esta democracia que estamos construyendo en México y es la herramienta que tenemos para elegir de manera pacífica y representativa a nuestros gobiernos.

No acudir a las urnas o anular la boleta, desde mi muy particular punto de vista, es un error, porque se desperdicia la oportunidad de elegir a quienes nos representen y nos gobiernen.

Además, si tomamos en cuenta el alto costo de la democracia mexicana, entonces es aún más grave “desperdiciar” el sufragio.

Otro punto negativo de no ir a votar o anular la boleta es el hecho de que dejamos que una minoría decida por nosotros y que los sufragios se cuenten, prácticamente, a favor de quienes obtuvieron la “mayoría” de los que sí lo hicieron.

Por eso, considero que quienes promueven las campañas de voto nulo o abstencionismo son enemigos de México y, al contrario, hoy, a sólo cuatro días de las elecciones, quiero invitarlos a sufragar, pero reflexiva y libremente, pensando en el bien de la nación y de los mexicanos.

Cierto es que en el país existe en general un clima atípico de inseguridad, recrudecido en varias entidades donde existe la posibilidad de que la jornada electoral no se desarrolle como debiera, ante las amenazas de grupos criminales o la existencia de confrontaciones políticas o gremiales que pudieran darse.

Un ejemplo de lo anterior son los ataques perpetrados el lunes, justo a unos días de los comicios, a instalaciones del Instituto Nacional Electoral y oficinas gubernamentales en Puebla y Xalapa.

Y qué decir de las protestas de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, que realizaron destrozos en las juntas distritales del INE y quemaron paquetes electorales.

Esas acciones no tienen otro objetivo más que el de provocar e intimidar a la ciudadanía para que el domingo no salga a votar y tratar de generar un ambiente de inestabilidad.

Pero es necesario que tomemos conciencia de que en nuestras manos está el futuro de México, que es nuestro derecho y obligación emitir el voto y elegir a nuestros gobiernos y representantes populares.

El jueves iniciará formalmente el periodo de veda electoral, previo a las elecciones. Estos son días vitales para decidir nuestro sufragio. Tomemos el tiempo que se nos da para reflexionar y comparar las propuestas que partidos políticos y abanderados nos ofrecieron.

Los tres últimos días previos a la elección también son aprovechados por algunos partidos políticos para movilizar a sus “mapaches” y reforzar las campañas de compra y coacción del voto. Por favor no dejes que eso suceda. No vendas tu sufragio y a México a cambio de una dádiva que momentáneamente te beneficiará, pero que te perjudicará por un sexenio o un trienio.

Les invito a que este 7 de junio salgamos a votar libremente y que después exijamos que nuestro sufragio sea respetado y que quienes ganen los comicios cumplan con sus promesas de campaña, realicen gobierno transparentes y practiquen la rendición de cuentas. Porque eso es parte de tener ciudadanía.