Vive Silvia una día a la vez en su lucha contra el cáncer

Zacatecas, Zac.- Luego de la intensa lucha contra el cáncer de ganglios linfáticos que enfrentó Silvia, y que aún continua, hoy ha decidido «vivir la vida un día a la vez», disfrutar al máximo a sus hijos e hijas, su nieta y a su marido.

La zacatecana accede a contarnos su caso. Es una plática que por momentos se pone tensa y emotiva, pero sobre todo que da ejemplo de fuerza de voluntad y amor familiar.

Ahora está radiante porque la quimioterapia que le aplicaron durante unos seis meses le hizo efecto. El próximo 14 de febrero, el Día del Amor y la Amistad, le toca ir por otra quimioterapia y dice que la espera con ansia porque la necesita para estar bien, pero porque estará doblemente apapachada por su familia, debido a la fecha y al tratamiento.

A Silvia le detectaron el linfoma en el cuello hace aproximadamente dos años, luego de que sufrió una severa crisis anímica tras ser despedida de su trabajo en una dependencia del gobierno del estado de Zacatecas.

«Yo no tenía síntomas», recuerda. «Cuando me despidieron mi ánimo decayó y me fui un tiempo a California con mis hermanas. Me sentí mal y regresé a Zacatecas. Me revisan pero me dijeron que tenía otra cosa. El tratamiento no surtió efecto y fui con un internista. Él me vio la lengua morada y el diagnóstico fue contundente.

Hace dos años de ese diagnóstico y hoy Silvia todavía no llama al padecimiento por su nombre, sólo dice que está enferma. «No quiero llamarlo así, no quiero aceptar que lo tengo», dice mientras está parada frente a esta reportera y no deja de moverse, hace una especie de baile de niña chiquita.

Menea constantemente las manos y mete sus dedos entre su cortísimo pelo entrecano para decir que «ahora amo mis canas», en referencia a la falta de cabello de meses atrás, cuando se rapaba con rastrillo para evitar tener la caída del pelo debido a las quimioterapias.

Fueron días difíciles para ella y su familia. Tuvieron que ir al oncólogo y tratarse justo cuando se habían quedado sin un ingreso económico. Un amigo de ellos que es doctor los apoyo y los derivó a México con expertos en cáncer y le dieron tratamiento.

Hoy está mejor, pero sigue luchando con el cáncer y el pronóstico de vida que ella se da es «vivir un día a la vez», no pensar en mañana, disfrutar todo lo que tiene.

Hace unos días ella y su esposo se encerraron en una finca de campo que tiene y lloraron juntos todo el día. Se desahogaron. Se dijeron todo lo que sentían y como la pasaría él tras su partida. «Me quedaron los ojos hinchados, pero nos dijimos todo lo que sentíamos. No era una despedida, era decirnos todo lo que nos amamos».

Por lo pronto, la próxima semana Silvia acudirá como en los últimos meses a una quimioterapia más para salvar su vida, no sólo para ella, sino para su familia, por quien quiere vivir.