Violencia rebasa capacidad de Eruviel Ávila: PRD
México, DF.- La violencia registrada en los últimos días en diversos municipios del Estado de México, que en lo que va del año arroja al menos 75 ejecuciones -50 de ellas en el Valle de Toluca, sede de los poderes estatales- relacionadas con las actividades de los grupos del crimen organizado que operan en la entidad desde que Enrique Peña Nieto era gobernador, son un síntoma claro de que gobernador Eruviel Ávila Villegas no puede garantizar tranquilidad y seguridad a los más de 15 millones de mexicanos que dice gobernar.
Desafortunadamente, los recientes reportes de asesinatos vinculados con el narcotráfico, registrados principalmente en la capital de dicho estado, no pueden ser asumidos como nuevos ni fortuitos.
De acuerdo a información en poder del Sistema Nacional de Seguridad y de las procuradurías estatales, durante el sexenio pasado se contabilizaron al menos 5 mil ajusticiamientos por dicha causa en el estado, que colocaron a la cuna política del actual presidente de México como la cuarta entidad más violenta del país en dicho periodo.
Ante su incapacidad manifiesta, Eruviel Avila ha tenido que pedir el apoyo del Ejército mexicano para tratar de contener un problema que sin lugar a dudas se le ha salido de las manos, lo que viene a reeditar, ahora en el gobierno del llamado nuevo PRI, la nefasta estrategia calderonista de combate a la delincuencia organizada que arrojó más de 100 mil crímenes en todo el país.
¿Se puede contener al narcotráfico con un operativo como el que se puso en marcha en Ecatepec, con 70 efectivos militares en un municipio de más de 3.8 millones de habitantes, con más de 500 comunidades y ejecuciones y delincuencia en aumento?
En el colmo de la desfachatez, el gobernador mexiquense se ha atrevido a pedirle a los presidentes municipales “asumir la responsabilidad de garantizar seguridad a la población”, olvidando que es precisamente él, como mandatario estatal, quien debe procurar las condiciones básicas para la convivencia ciudadana.
Para infortunio de los mexiquenses, el narcotráfico no es el único síntoma de la inseguridad que prevalece en el Edomex.
Los asaltos a mano armada y violaciones sexuales a bordo de autobuses de pasajeros que cubren diferentes rutas entre varios municipios del estado de México y el estado de Hidalgo, y de diversas rutas de microbuses que circulan por los municipios de Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Tultitlán y Ecatepec, entre otros, se han vuelto una práctica recurrente a la que urge ponerle freno inmediato.
Hacemos un enérgico llamado al gobernador del estado de México, Eruviel Avila Villegas, para que deje de nadar de a muertito y se ponga a trabajar en favor de la seguridad de los mexiquenses, a través de programas serios de prevención del delito y mejorando las condiciones en las que trabajan la mayoría de los elementos de las policías estatal y municipales, pues está comprobado, con casos como Ciudad Juárez y varios municipios del estado de Michoacán, que la participación del Ejército en tareas de combate a la delincuencia organizada no puede arrojar resultados positivos ni a corto ni a largo plazo.
