Violencia en Ciudad Juárez, comparable a la de Colombia y Chicago: EUA
Notimex. Cancún, Q. Roo.- El subsecretario de Estado para Asuntos de Narcóticos y Aplicación de la Justicia de Estados Unidos, William R. Brownfield, sostuvo que hoy la violencia que se vive en Ciudad Juárez, Chihuahua, es comparable a la que vivió Colombia durante los años ochenta y la que vivió Chicago en los años 20, a consecuencia de la tolerancia de las autoridades, que consideraron difícil o imposible frenar la actividad de los criminales.
Al participar en la 28 Conferencia Internacional contra las Drogas, el subsecretario de Estado dijo que la lucha contra el crimen organizado y específicamente contra el narcotráfico debe realizarse de manera conjunta y con una visión amplia que ataque todos los factores que favorecen la actividad criminal.
Agregó que cada país y cada organización criminal actúan diferente por sus condiciones propias, y que los delincuentes se vean favorecidos cuando los estados o los gobiernos son débiles.
Por ello, señaló no es viable la legalización de las drogas pues entonces tendrían que legalizarse también el robo y todos los demás delitos para evitar que se viole la ley, pero por el contrario, debe prevalecer el estado de Derecho con el fortalecimiento de las leyes y de las instituciones, y la cooperación internacional.
Brownfield advirtió que las organizaciones criminales son muy flexibles y han evolucionado a lo largo de 40 años utilizando tecnologías, empresas y organizaciones formalmente constituidas para utilizarlas como plataforma y apoyo a la actividad criminal.
Por ello, alertó a los representantes de más de cien países que asisten a la cumbre, para que actúen de manera coordinada bajo esquemas de cumplimiento de compromisos y de confianza en el intercambio de información y de acciones conjuntas.
Hizo una serie de recomendaciones luego de reconocer que representa a Estados Unidos, el país con mayores niveles de consumo de drogas, y dijo que «debemos reducir la demanda de enervantes para reducir el mercado».
Señaló la necesidad de trabajar unidos, pues los esfuerzos individuales de los países no han servido para abatir el tráfico y consumo y producción de las drogas, porque si se corta uno de los eslabones de éstos, los criminales son capaces de darle la vuelta a las instituciones y seguir actuando.
El funcionario consideró que deben cerrarse todos los caminos y las facilidades que tienen las organizaciones delictivas, tanto por la producción, distribución y consumo, como por la operación de instituciones financieras, pero al mismo tiempo se debe trabajar en el fortalecimiento de las fronteras y en las condiciones sociales que hacen viable la actividad delictiva.
Otro de los aspectos que recomendó el funcionario es acabar con las condiciones de tolerancia que en algunos países que permiten fortalecer a las organizaciones criminales.
En ese sentido, consideró que es obligación de todos los estados acabar con los facilitadores de las actividades criminales; entre los que contempló a la corrupción, pues sostuvo que sin la participación de ésta difícilmente se podría dar la actividad de los traficantes.
Concluyó al reiterar que lo vivido en Chicago y en Colombia, y que hoy se repite en Ciudad Juárez, es consecuencia de la tolerancia de la autoridad, que pudo haber actuado a tiempo pero consideró que podría ser difícil o imposible imponer el imperio de la ley.
Por otro lado, alertó sobre situaciones muy extremas que se han observado solamente en dos casos a consecuencia de la combinación de intereses políticos e ideológicos con el narcotráfico, como ocurre en Colombia, con las FARC y en Afganistán con los talibanes.
Los primeros son los principales traficantes de cocaína y el segundo también los principales productores de amapola y heroína, y en ambos casos es indisoluble e impensable que se puedan separar los asuntos ideológicos del narcotráfico.