Violencia, desempleo y desánimo social por fracaso del gobierno: David Monreal
México, DF.- “No hay seguridad sin democracia, como tampoco hay libertad sin seguridad. Esta es la esencia y la exigencia de la gobernabilidad democrática. Estamos en medio de una crisis sistémica, donde la crisis de gobernabilidad es la punta de la madeja, y la crisis de inseguridad su efecto más visible”.
Lo anterior, lo aseguró David Monreal Ávila, senador del grupo parlamentario del Partido del Trabajo, durante la comparecencia ante los secretarios de Gobernación, Alejandro Poiré Romero; el Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna y la Procuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez.
Durante su intervención, el senador por el estado de Zacatecas indicó que la gobernabilidad del país está en entredicho desde el proceso electoral de 2006, caracterizado por la crispación y la controversia y que término reflejando en el contundente veredicto ciudadano que dejó en tercer lugar la continuidad del presente gobierno.
Monreal Ávila señaló que la ampliación de la democracia participativa necesariamente pasa por la iniciativa ciudadana, el referéndum, el plebiscito, la revocación del mandato y la urna electrónica, para que así se pueda realmente decir el poder ciudadano y la soberanía popular, son una realidad.
En lo relativo a la seguridad, el senador indicó que el Gobierno Federal se propuso recuperar la paz y la tranquilidad de los mexicanos, situación, señaló Monreal Ávila, nada más alejada de la realidad ya que durante el sexenio los mexicanos han sido expuestos al mayor peligro, inseguridad y violencia.
En su participación, el legislador indicó que la inseguridad ha afectado el turismo, la vida de las empresas e incluso el periodismo se ha convertido en una peligrosa profesión, pues en lo que va de 2006 a la fecha, se han registrado 16 desapariciones y 64 asesinatos. La grave situación de inseguridad, afecta a los cerca de 22 mil transmigrantes centroamericanos que cada año son secuestrados y sometidos a extorsiones, abusos sexuales y/o asesinados por la delincuencia organizada.
“Cuando un país tiene al alza los índices de violencia, crimen, desempleo y desánimo social, y en contrapartida tiene a la baja los indicadores de confianza, convivencia, justicia, gobernabilidad y hasta su moneda, ese gobierno fracasó en su más elemental función; ese sistema político está agotado”, indicó.
El senador del PT, aseguró que el gobierno ha actuado de manera absurda en su combate contra el crimen organizado y ha puesto de manifiesto la turbiedad con la que se aplica la política contra el narcotráfico, pues todos los participantes en ella, violan la ley y todos ocultan información.
“En el Partido del Trabajo consideramos que el problema de la delincuencia organizada, particularmente del narcotráfico, atiende a distintos factores, pero el principal es la alta corrupción de las autoridades en los distintos niveles de gobierno, que argumentando diversos factores, promueven y permiten el desarrollo de esta actividad”, finalizó.