Unos fueron por su cuenta y a otros los mandaron a la tostada
RICARDO EVODIO CABRAL VERA
Jerez de García Salinas, Zac.- El esperado día llegó, los eventos previos, inauguración y el sábado de venta de productos de innovación, asociados con la tostada, tuvieron éxito, pero el día bueno sería este domingo.
Cientos de personas circulan de manera fluida, sobre todo por las calles Juárez y Aquiles Serdán, ambas peatonales sin aglomeraciones de ninguna especie; tampoco las filas para comprar son hasta ahora demasiado largas; en los alrededores puede apreciarse vehículos con placas de diversas entidades, Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes y alguno de Coahuila, e incluso unidades extranjeras de paisanos que han venido a pasar unos días a su tierra.
Desde poco antes del mediodía, los vendedores se colocaron en un reducido cuadro de la Plaza Tacuba, apenas lo que pudieron cubrir con 10 carpas; algunos ofrecen los clásicos duros con salsa y las tostadas con curtido, pero los visitantes prefieren la tostada al natural, la mojada en salsa y como dijera una persona “que haga charquito” y otro hace su petición en forma de recomendación “si se viene un pedazo de aguacate no le hace”.
Y mientras no pueden hablar y hace la expresión típica que provoca el picante en la lengua y el paladar, moviendo ligeramente las manos y tratando de jalar aire para reducir los efectos, una joven pide otra más y es que la tostada jerezana es quizá el producto que puede emular la publicidad ochentera de “no puedes comer sólo una”, la salsa jerezana es adictiva.
No falta quien pregunte por Pepito, El Porky o las que se consideran las llamadas matacrudas que están afuera del Tigra de Mar y que se consideran las más picosas de todas; de nuevo aplica la clásica frase de ni son todos los que están ni están todos los que son; los que están hicieron esfuerzos extraordinarios por cumplir los requisitos y participar, pero aparte, dejaron funcionando sus espacios habituales con empleados provisionales. Los que no están, la clientela pudo ubicarlos como todos los días, en sus esquinas acostumbradas y la verdad es que también tuvieron bastante concurrencia.
En los estacionamientos públicos hay lleno total de los pequeños, que ofrecen menos de una veintena de lugares y a la mitad de su capacidad o tres cuartos los más grandes. Otras áreas del comercio local también se ven favorecidas; algunos ingresan a la nevería por un helado o una paleta, a fin der refrescar el paladar; otros prefieren hacerlos con cerveza, aunque también se oferta el agua fresca de limón y horchata, preferentemente.
Los nublados prevalecen en el clima, pero cuando el sol asoma, cala fuerte y obliga a quienes abarrotan la Plaza Tacuba a buscar un espacio de sombre, ya sea en el Portal delas Palomas o bajo las carpas de la empresa cervecera, que apenas alcanzan para proteger a los vendedores y quedan apenas pequeños rinconcitos para el público.
Los vendedores carecen de identidad en su vestimenta; las playeras conmemorativas parecen escasas y aunque no necesariamente cumplieron la amenaza de llevar mandiles, playeras o cachuchas con logotipos de partidos políticos, cada quien se puso lo que pudo. Las lonas llegaron ya avanzad el evento y a esa hora comenzaron a colocarse.
Los animadores ponen el ambiente al máximo y sobre todo expresan la intensión de que prevalezca el ambiente familiar, por ello, invitan a participar en los diversos concursos a niños, niñas, jóvenes, adultos, matrimonios, menores acompañados de sus padres y otros; los premios son en paquetes de tostadas y duros, de manera espontánea los vendedores levantan la mano pidiendo patrocinar el siguiente juego, otros llevan los paquetes ya hechos hasta el templete, para regalarlos a los ganadores, mientras el grupo de rock Cruz Oculta amenizó el evento.
Así transcurre la nueva tradición hasta estos momentos, el consumo parece más lento que en ocasiones anteriores, pero se mantiene la esperanza de que mejore conforme avancen las horas y sobre todo después de que se lleve a cabo la ceremonia oficial, los concursos y la premiación; esto será a la hora de comer, por lo que tal vez muchos todavía no se decidan a llegar y disfrutar de las ricas tostadas, en el marco del cuarto Festival ¡Vámonos a la tostada!
LNY/RECV