Universidad bajo presión

Juan GómezJUAN GÓMEZ 
La Universidad Autónoma de Zacatecas está en una encrucijada y el rector Armando Silva Cháirez, tiene un tiempo muy limitado para emprender acciones que le permitan darle seguridad y viabilidad financiera a la institución.
Sin embargo, no se observa una estrategia institucional que enfrente la actual presión que empiezan a desdoblar tanto el Sindicato de Trabajadores (STUAZ), a cargo de Rafael Rodríguez Espino, como de algunos docentes investigadores a los que se les adeuda 50 millones de pesos por concepto de estímulos académicos que no se les han otorgado y que el martes pasado hicieron un plantón en Rectoría.
Ayer miércoles, el líder del STUAZ realizó un paro de labores en la institución y en reveladoras declaraciones a los medios de comunicación, dio a conocer una serie de irregularidades en contrataciones y pagos exorbitantes a funcionarios y ex rectores de la Máxima Casa de Estudios, uno de los cuales por cierto, ya está jubilado pero continúa en la nómina universitaria.
Estas series de irregularidades administrativas se traducen en lo que el líder sindical denomina “corrupción”, lo que de acuerdo a la presentación documental, constituye parte de la situación en la que se encuentra inmersa la institución.
Las denuncias que hoy se levantan en contra de quienes están al frente de la Máxima Casa de estudios de la entidad no son nuevas y tampoco las únicas, lo cual no justifica la opacidad administrativa que ha prevalecido en la institución desde hace varios años, puesto que desde la administración rectoral de Francisco Flores Sandoval se levantaron este tipo de acusaciones de excesos en la contratación de personal y en los pagos nominales.
Sin embargo, al interior de la institución algunos universitarios esgrimieron el discurso de la autonomía universitaria, argumento que hoy cae por tierra y que nadie se atreve adoptarlo, puesto que la UAZ es financiada con recursos púbicos tanto federales como estatales y por ende, es sujeto de una auditoría, la cual ya fue anticipada en su realización por el Auditor Superior del Estado, Raúl Brito Berumen, pero se ignora si ya se inició.
En este escenario de revelaciones de corrupción, cuestionamientos, plantones y paros sindicales, el rector Armando Silva Cháirez carece de una estrategia mediática para informar, tanto a la opinión pública como a la comunidad universitaria, sobre la realidad que prevalece al interior de la UAZ.
El secretario general, la directora de Comunicación Social o el abogado general de la institución, principales responsables de salir al paso de este tipo de acusaciones, han guardado un inexplicable silencio al igual que el rector, quien se encuentra en la Ciudad de México.
El único que pretendió anticipar una defensa del rector fue Felipe Pinedo, dirigente del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ) al señalar que desde el gobierno del estado se preparaba una estrategia perversa para destituir al rector Silva Chárez, pero flaco favor le hizo este dirigente que es manejado por José Narro Céspedes, quien no ha quitado el dedo del renglón para seguir teniendo influencia al interior de la estructura dirigente universitaria.
No hay que olvidar que Narro Céspedes fue el impulsor con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, para que llegara a la rectoría Virgilio Rivera Delgadillo, a través de los hermanos Reveles Delijorge que controlaban en la década de los ochentas a la expresión ABCD en la Universidad Autónoma de Zacatecas, de donde se nutrió en parte el entonces incipiente Partido del Trabajo  y obvio, a través del FPLZ.
Precisamente el mes pasado, Narro Céspedes acompañó al rector Silva Cháirez a la Ciudad de México, a las gestiones que realizó ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en busca de un acuerdo para la condonación de la deuda que, se estima, merodea los 840 millones de pesos en estos momentos.
En este contexto de la nueva condonación que se plantea ante autoridades de la Secretaría de Educación Pública a cargo de Emilio Chauyfet Chemor y de Hacienda, con Luis Videgaray a la cabeza, derivó un documento que fue signado por los dirigentes del Stuaz, Rafael Rodríguez Espino y del Spauaz, Antonio  Guzmán, pero que el rector Armando Silva Cháirez se ha negado a firmar, porque le obligaría a una reingeniería administrativa.
¿Qué implica la reingeniería administrativa?
Reducción de sueldos, disminución de personal, cierre de unidades académicas no estratégicas para la supervivencia de la Máxima Casa de Estudios, recorte de gastos de representación, etc., con lo cual se estima un ahorro de 18 millones de pesos para poder estar en condiciones de solventar los gastos de Issste, Fovissste y SAR.
Empero el rector ha evitado hablar ante los medios de comunicación de recorte de personal y menos aún de disminución de sueldos, y solo se ha concretado a señalar que se harán algunos ajustes respetando los derechos laborales de los docentes y trabajadores.
Pero el tiempo se agota y las presiones internas y externas pesan cada día más sobre el rector Armando Silva Cháirez, quien de alguna manera, tendrá que bajar una nómina de 70 millones de pesos mensuales que en este momento, es parte del conflicto para poder firmar un convenio de condonación superior a los 800 millones de pesos.
La UAZ enfila hacia un conflicto en la antesala del tercer informe del gobernador Miguel Alonso Reyes, quien seguramente no observa con beneplácito la agitación que empieza a emerger al interior de la Máxima Casa de Estudios de Zacatecas, cuya rectoría se resiste a una auditoría por parte de la federación, de acuerdo a versiones del líder del STUAZ.
Por otro lado, es menester señalar que si bien es cierto el gobernador Miguel Alonso Reyes ha mostrado mediáticamente su voluntad de apoyar a la Universidad, la realidad es que financieramente su administración no está en condiciones de mostrar esa disposición a través de la canalización en recursos, como ya lo ha manifestado en su oportunidad el Secretario de Finanzas, Fernando Soto Acosta.
En este escenario de los aliados, los legisladores zacatecanos, tanto diputados federales como senadores, están muy ocupados en las presiones que hoy se suscitan en el período extraordinario de sesiones con los conflictos en la aprobación de la ley secundaria de la reforma educativa.
Y si a ello le agregamos que el Secretario de Hacienda Luis Videgaray se negó a condonar la deuda de los municipios del país ¿Condonará la deuda de algunas universidades como la de Zacatecas?
Al tiempo.
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